Kuroo x Oc : Dopamina

11

- ¿Que pasa Akane?- preguntó el, yo intenté actuar tranquila.
- Nada - dije en bajito - ahora volvamos al juego...

- Pues dime la verdad - insistió - Si te pasa algo y no lo se... Tú hermano...

- Mi hermano...- dije- todo por mi hermano...
- ¿Que pasa?- preguntó de nuevo - Somos amigos, yo te cuido porque aprecio mucho a tu hermano...

- Ah, bueno- dije mirando a un lado- ¿Que hacías ayer en mi casa?

Pareció quedarse helado, ya que no creía que yo hubiera escuchado la conversación.

- Akane...- puso su mano en su cara- Debía contárselo... Tienes que entender eso.

- ¿No crees que yo se lo habría dicho?- estaba dando argumentos vacíos, en realidad si que agradecía que se lo hubiera contado a mi hermano, lo que me dolía aún eran las palabras de antes...- Además, solo me cuidas por mi hermano.
Me miró seriamente, se acercó y me abrazó, acariciándome la cabeza.

- Akane, tu hermano no me pidió que te cuidara hasta que supo que nos conocíamos - aclaró hablando suavemente - Yo no me acerqué a ti por tu hermano en un principio. Vi que eras alguien interesante, y quería saber todo sobre alguno de tus problemas.
- Eso suena a acosador- Rei, y creo que el también rió - Perdonado...
- ¿Acaso había hecho algo malo?- me soltó del abrazo bastante alegre y propuso que volviéramos al juego.
Asentí y fui delante, mientras recogía mi pelo en una coleta.

- Me gusta el pelo largo - Soltó sin más mientras yo me hacía la coleta. Le miré confundido pero el hizo como si nada- Nada, volvamos...

Todo fue bien ese día, quedamos en segundo puesto en el juego, dándonos un sobresaliente.
Estuve bastante feliz tras haber aclarado todo con Kuroo, incluso fui con ellos en el recreo, sin que me lo propusiera Kenma.
- Buenas tardes Shiro- saludó el entrenador - ¿Tienes algo que hacer? Si no, ¿Podrías llenar algunas botellas?
Asentí animada, juré ver a Yamamoto desmayarse de nuevo, lo cual me hizo reir.

Llevé las botellas y observé el entrenamiento como otro día. Al terminar fui junto a Kuroo y Kenma, los cuales habían notado mi cambio de humor.
- Estás bastante contenta - Kenma estaba con la consola- No entiendo a las mujeres...
Puse una cara de enfado falsa.
- Kenma...- Kuroo le regañó - Pero es verdad, estás de mejor humor...
- Ah...- sonreí - es por qué tengo más energía...
- Me alegro - Kuroo sacó su móvil - Es tardísimo, llegó tarde a mi examen...
Salió corriendo y yo me fui con Kenma a clase.

- Akane,¿ Te gusta Kuroo? - preguntó directo
- ¿Eh? No- lo dije nerviosa, y el dudó de mi respuesta - Yo le veo como un amigo, que me apoya...
- Vale...- Kenma murmuró algo como " luego le diré lo mismo a Kuroo"
Tocaba arte otra vez, mi profesor me pidió ver mi avance en cuanto al concurso de arte.
Me puse nerviosa, ya que sólo tenía un boceto de lociqe quería hacer.
- No está mal- vio el boceto de mi cuaderno - si escoges la paleta adecuada puedes ganar...
Sonreí con entusiasmo y volví a mi asiento para probar colores en mi dibujo.

Así pasaron las clases, en las cuales estuve dibujando como una loca.
Acabaron las clases y noté que hoy no tenían club.
Ellos me acompañaron a casa, bueno hasta la mitad del camino.

- A partir de aquí voy yo sola- dije, Kenma lo pareció entender, pero Kuroo dijo algo antes.

- Ten, apunta mi número - me enseñó su teléfono - para lo de física...
Me quedé quieta en el sitio, sin sabiqje hacer y acepté.
Apunté su número y fui directa a casa.
Si mi madre descubría que tenía su número tendría un gran problema.
Uno enorme.

- ¿Que tal hoy Akane? - fue mi hermano el que me recibió - ¿Y esa cara de nerviosisimo? Papa y mamá han salido, no llegan hasta las doce...

- Tengo el número de Kuroo - solté sin mas- si me miran el móvil y lo ven me matan...

- Yo te ayudo - mi hermano me ofreció su ayuda- yo les puedo convencer, pero me debes los yogures de una semana...
- De acuerdo - nos dimos un apretón de manos.
El plan era sencillo:
Si llegaban a descubrirlo. Aki convencería a nuestros padres de dejar que Kuroo me enseñara física.
Era la mejor idea que había visto en mi vida.
Por eso mi hermano era el mejor.

Llegó la hora de dormir, dejé el teléfono en la mesilla de mi madre, fui a mi cuarto y me preparé para cuando nos llamarán.
Llegaron las doce de la noche; lo supe ya que vi el coche fuera. Respiré hindi y esperé a que vieran mi móvil.
Y no .e equivoqué con su reacción, a los cinco minutos nos llamaron a ambos para bajar al salón.

- Explicame esto Akane- dijo enseñando el contacto de Kuroo- Este es un chico, el amigo de Aki...
- La está ayudando con física y química - mi hermano salió a mi rescate - Os oído por favor que la dejéis al menos relacionarse con el, ya que es bueno para sus estudios...

- ¿Es listo? - preguntó nuestro padre, Aki asintió - Bien, entonces que venga cuando puedan ayudarla, pero estudiarán en el salón.
Aceptamos eso y subimos a mi cuarto, donde celebramos en silencio.
Llené la cara de mi hermano de besos, le agradecí muchísimo lo que estaba haciendo por mi.
- Todo por mi hermanita - dijo saliendo - A ver si mañana puede venir, es sábado así que supongo que tendrá entrenamiento matutino.
Asentí emocionada...
¿Pero por qué?
¿Por qué mis padres me habían dado más permisos?
¿O por estudiar con Kuroo?
Ni yo misma lo sabía...
Decidí dormir y levantarme pronto, mañana era un día nuevo.

Kuroo
Cada vez me interesaba más lo que pasaba con Akane, era aogo raro.
Fui a casa de Kenma, como todos los días. Vi que la luz de la planta de abajo estaba encendida, y vi que dos personas estaban hablando.
Ese día me quedé a dormir en casa de Kenma, y vi que los padres de Aki y Akane llegaban tarde.
Vi iqena los cinco minutos aproximadamente d entrar pegaron un grito, que despertó a Kenma incluso.
Estense asomó por la ventana y me miró.
- No suele pasar - aclaró - A veces se escuchan gritos, pero son regañinas... Creo

Regañinas. Eso ocurre en todas las casas.
Me iba a tumbar cuando vi al luz de la habitación de Akane encendida, y vi que estaba agradeciendo algo a su hermano.
Luego oí mi nombre, y nada más.
Me fui a dormir, mañana sería un día nuevo.