-Buenos días - dije palabras queatravesarían los oídos de quienes las escucharan sin tiempo para que les importara

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-Buenos días - dije palabras que
atravesarían los oídos de quienes las escucharan sin tiempo para que les importara.
Me preparé yo misma el desayuno, comí rápido y me volví a mi cuarto.
Pinté algo en un lienzo que tenía guardado hasta que oí a mi hermano llamarme.
-Suzume, salgo con unos amigos, cuida a mamá - a el le dejaban salir, a mi no debido a que segun mi madre yo era muy joven para ir sola por la calle.
Bajé a la sala de estar, mi madre estaba en la cocina preparando algo para mí padre.

-Madre- la llamé, ella me escuchó pero no me respondió - ¿puedo salir a comprar?
Dije eso con un tono tímido, ya que no sabía lo que me iba a responder.
-No tardes- dijo simplemente- compra lo que tengas que comprar y vuelve enseguida.
Me puse una sudadera con capucha y cogí mi bolsa.
Salí de mi casa, bajé mi capucha y respiré el aire fresco de fuera.
Camine hacia una tienda que tenía de todo y entré.
Estaba llena de gente de mi edad, yo no hablaba con gente de mi escuela ya que mi madre no me permitía tener amigos.( Si, he dicho amigos en masculino; mi madre me deja tener amigas mujeres, pero digamos que no he tenido buenas experiencias con las mujeres de mi escuela)
Fui a la zona.de cosas de arte, al lado de esta estaba la zona de videojuegos, pero yo no jugaba mucho.
- Témperas, lienzos...- miré lo que iba a comprar - agh, esto es difícil...
-¡Kenma! - escuché una voz de un chico cerca de donde estaba, se estaba acercando - Hola, perdona¿Has visto a un chico con un pelo como un flan?
Negué con la cabeza, el se disculpó y se fue.
Compré mis cosas y fui a la caja, había bastante cola y no tenía un teléfono para avisar a mi madre de que llegaría tarde.
Tenía a un chico con el pelo como un flan delante, el estaba con una caja de videojuegos.
Debido a mi timidez no pude pedirle que me cediera si sitio en la cola.
Como si de un ángel salvador se tratará, su amigo, el chico de antes apareció.
-Kenma, deja pasar a la chica- llamó - yo aún no he comprado...
-gracias- dije en bajito, el pareció escucharme y sonrió
Pagué la compra y corrí hacia mi casa, esperando no llegar tarde.
Llamé a la puerta y me abrió mi padre, parecía molesto así que no dije nada y corrí intentando subir a mi cuarto.
-¿¡Adonde te crees que vas Suzume?!- exclamó mi madre, supe que no podia hacer nada mas y fui a donde ella se encontraba -¿¡Que son estas horas?!
- lo siento madre- dije en un tono bajo- había mucha gente...
Mi madre me pegó una bofetada, dejando la zona roja. Me dijo que subiera a mi cuarto y cerré la puerta.
Estuve media hora ahí, no lloré ya que estaba acostumbrada a esos tratos por parte de mi progenitora; según lo que entendía era su forma de criarme.
-Suzume...- mi hermano, el único que me trataba bien en esta casa apareció - Te he traído comida, mamá no lo sabe así que debes limpiar muy bien todo después de comer.
Le abrí la puerta, el entró con un plato y me vio comer. Tenía una cara de preocupación y me miraba con tristeza.
- Creo que deberías defenderte - habló - yo no me dejó intimidar por padre y he conseguido que se me respete un poco.
- Ya pero...- dije con el mismo tono que usaba siempre
- Debes alzar la voz para hablar Suzume, debes darte a ver...
- Entendido - respondí, me tumbé en mi cama y poco después oí que la puerta se cerraba.
Me tumbé mirando al techo, en el cual había una pintura enorme hecha por mi, en desacorde a toda la casa tradicional.
Pensé en las palabras de mi hermano, siempre me decía lo mismo así que simplemente le decía que intentaría probar sus métodos.
Llegó la hora de volver a mi escuela, me levanté pronto y desayuné rápido, tenía la mochila preparada asi que salí rápido.
Caminé hacia la escuela, acomodándome el uniforme que tenía una falda que se me hacía incómoda. Mi madre decía que la falda era una ropa muy elegante así que me la ponía.
Iba mirando abajo por las calles, veía a gente con mi mismo uniforme en los reflejos de la lluvia de hacia un día pero no les hablaba.
Llegué a la puerta, donde levanté la vista y vi el cartel con el nombre de mi preparatoria:
"Escuela superior Nekoma"
Entré, la escuela no me disgustaba, era el único sitio donde no tenía que seguir las órdenes de mi madre ni cumplir tradiciones antiguas a rajatabla.
Entré a mi clase, era una alumna de segundo.
Me senté en mi silla y saqué mi cuaderno de física y uno de dibujo. Vi que a mi lado se sentaba un chico, yo sabía que se sentaba a mi lado pero nunca le había hablado (y el tampoco a mí)
- Hola- era el chico que me había encontrado en la fila de la tienda el otro día - ya decía yo que me sonaba
Saludé con la mano, el volvió a jugar en su máquina de videojuegos.
¿Que posibilidad había de que este tío estuviera en mi misma clase y escuela?
A ver, si mal no recuerdo llevaba una chaqueta con el nombre de la escuela...
No le tomé importancia y seguí con mis dibujos, no dibujaba nada en especial ya que tenía un bloqueo artístico enorme.
-¡Kenma!- alguien entró a las clases, no miré quien era pero la voz me sonó -¡Anda! Pero si es...
Y me giré, cuando le vi en el supermercado no me fijé en su cara, ya que nunca miro a la gente a la cara, pero está vez lo miré.
Era un chico un curso mayor supongo, de pelo negro para arriba (¿Llevaba gomina o algo así?) era bastante alto.
- Hola- saludé con una voz baja, el se acercó y miro el cuaderno de dibujo
- Dibujas bien- señaló
Asentí dando las gracias y volví a dibujar, el se quedó hablando con su amigo que se llamaba Kenma.
Sonó el timbre para dar comienzo a las clases y el chico se fue, yo abri mi cuaderno de fisica y la clase comenzó.
No presté atención ya que estuve dibujando toda la clase.

No presté atención ya que estuve dibujando toda la clase

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Y aquí está el segundo cap く⁠コ⁠:⁠彡
Disfruten

Kuroo x Oc : DopaminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora