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Bajé las escaleras de mi casa.
Había pasado aproximadamente una semana tras el incidente.
Mis padres estaban condenados a quince años de cárcel.
Mi hermano había buscado un trabajo mejor y nos mantenía a ambos.
Yo, estaba bajando las escaleras para volver a Nekoma. Volvería y cambiaría algunas cosas.
Salí de mi casa y me encontré con Kenma, él me miró asombrado y me dijo que iba a buscar a Kuroo.

- Kuroo ha estado unos días de bajón - dijo- Estaba medio preocupado y pensante. ¿Que tal estás?

- Bien- sonreí enseñando mis dientes - Aún no me recupero de las heridas y los traumas, pero poco a poco avanzo.
- Me alegro - Kenma no estaba con su consola, me miraba atentamente - Te hemos echado de menos está semana.

- Yo también - miré al suelo apenada, pero volví a subir la cabeza - ¡Pero ahora estoy aquí! Hay que estar alegres.

Llegamos pronto a su casa, la madre nos abrió.
- ¿Akane?- me abrazó - Vamos, entrad. Kuroo está preparándose...
Nos sentamos en el salón, la madre se fue a trabajar y nosotros estábamos esperando.
Había estado pensando durante la última semana lo que sentía hacia Kuroo. No sabía muy bien que era, pero lo apreciaba.
- Está tardando- Dijo Kenma impaciente - Sube a ver Akane.
- ¿Yo?- dije avergonzada saliendo de mis pensamientos.
Pero accedí.
Subí arriba y abrí una puerta.
Encontrándome con Kuroo desnudo cintura para arriba.
- Ayyy, perdón - cerré la puerta rápido.
Tenía la cara roja, me tapé con la mano.
A los segundos se abrió la puerta y el me miró nervioso. Tenía un leve sonrojo.
- N-no he visto nada - dije nerviosa echándome para atrás.
El me agarró la muñeca y me abrazó fuerte. Poniendo su cabeza en mi hombro.
- Me alegro de que todo vaya mejor - susurró - Me alegra verte...
Le abracé de vuelta y me di cuenta de que mi coleta se había quitado.
Ahora tenía el pelo suelto.
- Ay, que molesto - refiriéndome al pelo - Estoy pensando en cortarmelo...
- No- dijo firme- El pelo largo es mejor.
Asentí confundida.
Bajamos las escaleras y Kenma miró a Kuroo con una sonrisa extraña. Yo miré a este, pero simplemente sonrió.
Por el camino soplaba el viento, a pesar de ser verano.
- Que frío - dije estornudando - ¿Eh?
La mano de Kuroo se puso sobre mi hombro.
Me puse roja, el lo notó pero aún así siguió así.
Le miré y vi que estaba tenso, con la cara levemente roja.
¿No sería que?

Seguimos así todo el camino, llegamos a la puerta de Nekoma.
Subimos a clase y Kuroo iba siempre a mi lado o detrás mía.
Me senté en la mesa y me observó pintar.
- K-Kuroo- cerré el cuaderno nerviosa- Estás raro, ¿Que pasa ?

- ¿Te he molestado?- dijo entristecido - Lo siento, me había preocupado mucho por ti desde... Ya sabes.
Asentí y seguí dibujando, aunque los nervios invadían mi cuerpo.
¿Por qué?
¿El me gustaba?
Tal vez.
Pero necesitaba aclararme.

Llegó la hora de empezar y Kuroo se fue a su clase, revolviendome el pelo antes de irse.
Muchas gente se me quedó mirando tras eso, pero no fue hasta el cambio de clase que me agobiaron.

- ¿Estáis saliendo?
- ¿De que lo conoces?
Más preguntas de ese estilo vinieron a mi.
Me levanté de la silla y respiré hondo...
- Lo que pase o no pase con Kuroo Tetsuro y yo no os importa¿Si?
Alcé la voz bastante para decir eso.
Suspiré y me volví a sentar. Las preguntas cesaron.
Kenma- me miró con una sonrisa orgullosa, cuando entró el profesor se centró en la clase de física.
Llegó educación física, nos iban a juntar con tercero...
Mi corazón empezó a latir más rápido al escuchar al profesor decir eso.
Kenma me vio nerviosa y me tocó el hombro, pero yo me sobresalté.

Nos dieron una lista con los alumnos de tercero con los que estaríamos, pero no me tocó con Kuroo... Sin embargo.

El chico que vi en el pasillo el día que hablé con Kuroo, estaban en mi equipo.
Era un chico muy corpulento, me daba miedo.
Pero no solo por eso.
Era el novio de una de las chicas que me habían atacado.

Me miró amenazante, yo me escondí detrás de Kenma, que estaba igual de asustado que yo.
Era una actividad sencilla, buscar unos números por todo el campus.
Íbamos bien, hasta que nos cruzamos con el grupo de Kuroo.
El me sonrió, yo igual, pero el chico grande, al ver eso se acercó más a mí.

- Anda, así que está es la chica que te gusta - Me tapó la boca y miró a los lados.
Estábamos en un callejón de Nekoma, entre dos gimnasios.
Kuroo se alarmó y se acercó rápidamente al chico.
- Suéltala - gruñó
- ¿O que?- puso su otra mano en la zona de mis pechos, me puse incómoda y nerviosa...
- No la toques - dijo de nuevo - No te lo vuelvo a repetir.
Ese chico me estaba manoseando... Me sentía impotente.
Empecé a moverme para intentar escapar, pero esto solo ocasionó que el me agarrara más fuerte.

- Haberte pensado antes lo de acusar a mí chica- dijo burlón- Ahora yo me divertiré con la tuya...
Cerré los ojos y lloré.
Lo que recuerdo después es que Kuroo pegó al chico.
Empezaron a pegarse, con una clara diferencia de poder.
No me iba a meter, me pegarían.
No sabía que hacer
Me sentía débil
Me sentía mal

Salí corriendo con la esperanza de encontrar a alguien conocido, y gracias a dios, ahí estaba Yamamoto.
- Yo... Kuroo... Ayuda- Jadeé - Ayúdale por favor.
Yamamoto asintió y corrió hacia ahí, yo corrí también y vi como les separaba.
El chico corrió, sabiendo que le acusariamos a dirección.
Me acerqué a Kuroo, vi su cara con un ojo morado y sangre saliendo de su boca y me tapé la boca con las manos.

- Kuroo... Yo... Lo siento - las lágrimas salieron de mis ojos y le abracé - Si yo hubiera hecho algo..
El me rodeó con sus brazos y suspiró.
Me abrazó fuerte y sostuvo mi cabeza con su mano.
- No te eches la culpa - habló - Tú no tienes la culpa aquí...
Le abracé más fuerte y seguí llorando.

El día pasó, expulsaron al chico y Kuroo permaneció en la enfermería todo el día.
Le esperé a la salida para ir con el.
Avisé de antemano a Aki de que acompañaría a Kuroo, el me mandó un pulgar hacia arriba.

Salimos de Nekoma junto con Kenma, que había tenido un entrenamiento bastante duro hoy.
- Siento mucho lo de hoy Akane - Kuroo se disculpó - No debería haber actuado así...
- Gracias - dije con una voz muy aguda - te lo agradezco.
Me miró confundido
- ¿Estás bien?- se paró enfrente mía - Está mañana estabas muy tensa...
- Ahhh, eso no es nada- intenté cambiar de tema- Es por los nervios de volver a clase...
Kuroo asintió, sin creerselo del todo.
Llegamos a su casa, donde su madre nos abrió e invitó a entrar.
- Kuroo, luego hablamos de lo que ha pasado en clase - la madre habló - ¿Que tal en clase chicos?
- Bien- dijo Kenma
- Bastante bien...- dije con las piernas juntas, jugando con mis dedos y mirando abajo

- Akane, niña- la madre me notó tensa- No estés nerviosa, como si estuvieras en casa...
- Vale - solté con una voz aguda de nuevo
Ella rió y vi como Kuroo se levantaba con dificultad para ir a su cuarto.
La madre había ido a la cocina y me habló.
- ¿Puedes ayudarle a subir?- pidió- Si no es mucha molestia...
Asentí y puse el brazo de Kuroo en mi hombro.
El me miró con una sonrisa cálida, me sonrojé un poco.
Le ayudé a subir y el me invitó a entrar en su cuarto.

- No es con segundas intenciones - aclaró - Tengo que enseñarte algo.
Eso no ayudaba a calmar mis nervios.

Abrió un cajón y sacó un libro.
- Ten- lo tomé en mis manos - sabía que te quedaba poco para el concurso de arte y... He pensado que te ayudaría.
Lo abrí:
Era un libro lleno de referencias de dibujo, lo que necesitaba.
El concurso era dentro de dos días...
Se lo agradecía muchísimo.
Casa vez le quería más...
Digo, admiraba...

Kuroo x Oc : DopaminaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora