CAPÍTULO 4

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OWEN, 5 años antes.


Había pasado de no tener un solo traje en el armario a reunirme con altos ejecutivos de una compañía cuyo nombre no recuerdo ahora. El mundo corporativo nunca había sido lo mío y nadie hubiera apostado a que acabaría en una sala de juntas con esta gente discutiendo de números y sobre si mi carrera se puede considerar ya un éxito. 

—Según el último sondeo, te encuentras entre los treinta artistas más influyentes de Texas, Indiana y Tennessee. En Virginia y Colorado, tu impacto en la radio ha aumentado un 13% en comparación con...

Había dejado de escuchar cuando Margaret, la única analista que me caía bien, se había ido a por otro café. Estas cosas me traían sin cuidado porque yo lo único que quería era poder hacer mi música sin que nadie me molestase o se metiera dónde no debía. 

—Además de que el engagement de los últimos 45 días ha subido bastante. El porcentaje ha subido exponencialmente, como podemos ver en las dos gráficas que he adjuntado en los ficheros. Parece que cada vez más marcas quieren contactar con Owen Reed.

Parecía que mi nombre se había escapado como si fueran palabras mayores. Todos miraron los papeles que yacían delante de ellos, asintieron con la cabeza. Métricas, números y más cosas que él no entendía y tampoco quería comprender. Levanté la cabeza, al verme aludido, y vi que varios ejecutivos me miraban. 

—Eso suena bien—dije asintiendo. 

—Es más que bien—siguió otro—. Significa que te has colado en las listas de éxitos y que es inevitable que escales más puestos hasta que suenes en todas partes. 

El hombre de corbata mostaza y cara de haber estudiado empresariales en una uni carísima pasó la diapositiva a un gráfico todavía menos legible. Todos los asistentes pasaron las hojas de sus cuadernos como si la información de un lado y del otro fueran diferentes. 

A veces me preguntaba si los grandes artistas de verdad como Taylor Swift o Willie Nelson se sentaban cada mes a escuchar datos sobre crecimiento económico o ventas. Dudo mucho que así sea como les tratan. 

—En cuanto a "No Strings" ha tenido una acogida mejor que el anterior sencillo. Número 4 en Hot Country Songs. Buenas noticias teniendo en cuenta que los anteriores sencillos aparecieron en números muy bajos o no llegaron a entrar. Además de que se proyectará al número uno dentro de poco.

Algunos trajeados acabaron aplaudiendo como si hubiera sido cosa suya, aunque estaba totalmente convencido de que ninguno de ellos se había parado a escuchar alguna de mis canciones. No hablaban sobre la dura vida del ejecutivo estadounidense promedio, por lo que molestarse en oírlo era absurdo. 

Pensé en Steven, mi mejor amigo y productor de confianza, que de estar en esta sala, se estaría durmiendo igual que yo. Sin embargo, no estaba. Había acudido a muchas de estas reuniones con anterioridad, ya que en el paquete entrábamos ambos y esto le convenía tanto como a mí. 

—Eso es genial, verdaderamente genial.

—¿Qué significa eso, exactamente, Danny?—preguntó Susan, la directora ejecutiva de una categoría que no recuerdo. 

—Con estas cifras, podríamos solicitar un presupuesto tres veces mayor para el próximo disco. Tendrás acceso a mejores ingenieros de sonido, podremos colaborar con artistas de tu calibre y ofrecer una gira mucho más extensa y en salas más grandes—continuó Danny—. Además de conseguir a los mejores productores del panorama.

Como si reviviera el sueño, dejé de dar vueltas en la silla. Varias de mis representantes me vieron las intenciones y ya apretaban los dientes. ¿Otro productor? ¿Mejor?

The Road Ahead Of Us (Romance y Contemporánea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora