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Los matrimonios entre principies siempre han sido arreglados, esto con el objetivo de beneficiar a ambos reinos.

No importaba que no existiera amor entre ellos, tampoco les daban la dicha de conocerse antes de la boda; lo hacían cuando estaban en el altar.

Si no te llegaba a gustar la persona, tenías que fingir que sí y aguantar a tener una vida feliz. Pero eso si, siempre juntaban a alfas con omegas, no importaban si era alfas hombres con omegas hombres; después de todo estos podían tener algún primogénito.

Ese era el caso de Eijiro Kirishima y Denki Kaminari.

Sus padres habían llegado a un acuerdo para el bien de todos, sabían que con este compromiso todos saldrían ganando.

Pero, no para ambos chicos. No se conocían y no querían casarse, tuvieron que ser regañados para aceptar el compromiso.

Kirishima estaba enamorado de la princesa Mina Ashido, pero sus padres no la aceptaron ya que no cumplía con ciertos requisitos. Técnicamente su amor fue obligado a separarse, no porque el quisiera, tenía que cumplir con su compromiso.

Kaminari por su parte, no estaba enamorado de nadie, pero aún no se sentía listo para casarse con alguien extraño.

El día de la boda llegó, su madre estuvo presente mientras lo arreglaban. Era un traje súper elegante, era de color blanco y algunas partes doradas, le recogieron un poco su mechón para dejar a la vista su lindo rostro.

Se sentía sin ánimos, no quería hacerlo. No quería encadenarse a alguien a quien no conocía; no era la vida que imagino. Ni si quiera tuvo oportunidad de enamorarse aunque eso era en vano, de todas maneras tampoco se hubiera quedado con esa persona.

Se suponía que el que debería llegar antes a la iglesia sería el alfa, pero no estaba. Todos los presentes solo murmuraban y lanzaban miradas al omega.

"Ya se quedó solo"

"Lo abandonó"

"Pobre chico, su prometido lo dejo"

"Ni con ese rostro tan lindo pudo lograr que su prometido se presentara"

Eran algunos de los murmullos que escuchaba, se sentía mal, ahora sería una presa de las burlas de todos los reinos. Bajo la mirada y su madre que estaba a lado; levantó su mentón.

—Ignora esos comentarios, cariño. No saben lo que dicen—dijo con una sonrisa cálida.

Después de algunos minutos, escucharon pasos y todos se giraron para ver de quien se trataba.

Notaron a un chico de cabello rojo con el ceño fruncido que venía entrando, se podía apreciar el coraje en su rostro, pero su padre que estaba a su lado le dijo algo que solo el pelirrojo pudo escuchar cambiando completamente su expresión.

Kaminari lo observó y se quedó sin palabras; era lindo si, pero aún así no quería casarse. Y por la expresión del chico, notó que él tampoco.

Cuando aquel alfa se paró delante de este recorriéndolo con la mirada; después de unos segundo lo miró con desaprobación.

—Ni intentes escaparte de nuevo—susurró el padre del pelirrojo para que Kaminari no escuchara, pero, lamentablemente el rubio lo escuchó.

El Amor Que No Estaba Planeado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora