Al día siguiente Denki se estaba arreglando ya que tendría chequeo para ver la salud de Dai, ese día Eijiro decido acompañarlo ya que los primeros meses no estuvo presente y quería corregir de su error.
Se miraba en el espejo mientras observaba la enorme barriga, se sentía cada vez más gordo y empezaba a deprimirse. En eso Eijiro abrió la puerta y notó la tristeza en su mirada, se acercó lentamente hasta este para rodearlo entre sus brazos.
—No sé en que estas pensando, pero sea lo que sea, no es cierto. Te ves divino—dejó caer su barbilla sobre su hombro para esconder su rostro en su cuello y así inhalar de su aroma.
—Por favor, me veo horrible. Dejé mucha ropa porque engordé—bajo la mirada.
—Bueno, eso es por el embarazo y no estás gordo. Cuando Dai nazca tu pancita regresará a cómo era antes—las manos que estaban en su cintura, subieron para acariciar la barriga—Además, me gusta verte así, te ves más tierno.
—Solo lo dices para que me sienta mejor, pero yo me veo en el espejo y no me gusta.
—Pero a mí me gustas; delgado, rellenito, embarazado y en todas las versiones, simplemente por el hecho de que eres tú.
—Pues sigo creyendo que lo dices sólo para que me sienta bien—un leve rubor apareció en sus mejillas. Pues sentía tantas emociones al tener así de cerca a Eijiro, era algo a lo que ya se acostumbró y le gustaba.
—Parece que alguien quiere un antojo, ¿verdad?
—¿Por qué lo dices?
—Intuición. Pero bueno, ¿qué se te antoja?
—Quiero un pay de limón—de pronto el semblante de Denki cambió, si antes se veía triste ahora estaba con una sonrisa de oreja a oreja. Eijiro había aprendido a leer sus facciones, sabía exactamente cuando su humor cambiaba.
—Bien—sonrió al ver su sonrisa—pero, será después del chequeo. ¿Te parece bien?
—Sí—respondió más animado.
Para eso, Eijiro tuvo que programar una cita privada con el mejor obstetra; Koji Koda era quien se encargó de llevar el control en el embarazo de Denki. Cuando los vio llegar se alegró de verlos tan unidos, con cada chequeo era testigo de su cambio como pareja. Aún recordaba las veces en que Denki llegaba solo y se le notaba triste.
Empezó checándole la presión ya que era primordial, Eijiro estaba al pendiente de todo, cualquier duda que tenia preguntaba, continuó haciendo el chequeo en general.
—Bien Denki, recomiendo que por las tardes sigas manteniendo el ejercicio de salir a caminar y de igual manera aliméntate bien, como hasta ahora lo has hecho.
—Sí, gracias Koji.
—¿Entonces es todo por hoy?—preguntó Eijiro para después tomar la mano del rubio.
—Sí, solo me da unos minutos para hablar con usted. Ya sabe, para irlo preparando.
—Bien—miró a Denki para esbozar una sonrisa—¿Le parece si salimos del consultorio? Quisiera que mi esposo se quedara cómodo aquí en lo que me dice lo que me tenga que decir—se giró para mirar al obstetra.
—Claro—respondió poniéndose de pie y acomodando su bata blanca. Empezó a caminar hacia la puerta pero se detuvo a esperarlo.
—No tardaré cariño—acaricio su mano con las yemas de sus dedos y se acercó para besar su frente. Posterior a eso, se puso de pie y salió junto al doctor. —¿Todo bien? Esta claro que lo que me dijo era una mentira—trato de hablar bajo.
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El Amor Que No Estaba Planeado
Fiksi PenggemarAl ser príncipes herederos, los obligan a casarse sin estar enamorados; un requisito que les pedían era tener un bebé. No queriendo tuvieron que cumplir con eso, sin saber, que al final terminarían enamorándose.