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Al tratar de llevarse mejor, Eijiro decidió que lo mejor sería que ambos durmieran en la misma habitación, por lo que mando a arreglar una de las habitaciones más grandes para que estuvieran cómodos.

Los primeros días en que dormían juntos Denki casi no pudo conciliar el sueño, se sentía tan nervioso. Aunque claro, Eijiro le seguía dando su espacio así para tampoco lastimar al cachorro.

Se podría decir que su relación mejoró bastante; ya podían darse besos más seguidos, tomarse de las manos e incluso Eijiro siempre llevaba a Denki a cualquier lugar que fuera.

La propia servidumbre era testigo de su gran cambio, se sentían feliz por Denki ya que ellos vieron lo triste que era allí.

Tenían citas para lograr conocerse mejor y en cada una de ellas, Eijiro se sentía fatal, se preguntaba el porqué nunca le hizo caso a Denki, si era un ser tan hermoso, no solo de apariencia.

Denki por su parte, sentía que vivía dentro de los cuentos que acostumbraba a leer, por fin sentía lo que era el amor verdadero. Aunque a veces vagaba por su mente la idea de que Eijiro se tuvo que resignar a estar con él por el resto de su vida.

Eso lo desanimaba un poco.

Pensaba en que si las cosas hubieran sido al revés, Denki jamás lo dejaría de amar, así que se sentía inseguro acerca de que realmente Eijiro ya no amaba a Mina.

Se encontraba sentado en el balcón observando el atardecer cuando de repente sintió unas manos cálidas que cubrieron sus ojos.

Sonrió al saber de quien se trataba, pues Eijiro últimamente había agarrado ese hábito.

—¿Quién soy?

—No lo sé, ¿alguien que viene a secuestrarme?—soltó una pequeña risa.

—Tal vez—quito sus manos y se sentó a su lado—ten—acercó la flor.

—¿Para mí?—se ruborizó un poco y la tomó. Seguía sin creer que su amor crecía cada día.

—Su aroma me recuerda tanto a ti—sus mejillas se tornaron en un color rojo—Eh... Por cierto, en la noche tendré una fiesta de máscaras, ¿te gustaría acompañarme o prefieres que no asistamos?

—¿Seguro que puedo ir?—jugaba con la flor pasándola entre sus dedos.

—Claro que sí, eres mi esposo. Pero si no tienes ganas de ir, pues nos quedamos—acercó su mano a la enorme barriga y empezó a acariciar.

—Nunca he ido a ese tipo de fiestas, así que me si me gustaría—esbozó una sonrisa.

—Perfecto, entonces ordenaré que consigan unos trajes a juego.

—¿De quien es la fiesta?—preguntó con temor. Pensaba en que tal vez Mina lo había invitado o cosas peores.

—Es de un amigo. Se llama Hanta, no se si lo conozcas—por alguna razón, Denki no era muy bueno ocultando sus emociones. Inconscientemente las manifestaba por medio de sus feromonas y Eijiro se percató de aquello, así que lo tomó de la mano para acariciarlo.

—¿Hanta?—se quedó pensando—creo que he escuchado de él.

—Lo que pasa es que hoy es su fiesta de compromiso. Parece que su pareja es uno de la familia Todoroki, realmente no se quien sea, esa familia es muy seca y fría.

—¿Los Todoroki? Casi no conozco a nadie...

—No te preocupes por eso, hoy mismo los conocerás. Sabes, me alegra de que conozcas a uno de mis amigos. Espero que se lleven bien.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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