Hechizos [Ni-ki y tú]

4.

La llegada del esperado baile de verano trajo consigo una mezcla de emoción y nerviosismo en Hogwarts. t/n, que había estado esperando el momento con ansias, se encontró en una situación inesperada cuando Sunghoon no pudo regresar a tiempo debido a la extensión inesperada de su competencia de patinaje, el chico le había mandando una carta un día antes del baile disculpándose y mencionándole que haría lo posible por asistir.

A pesar de la decepción, decidió asistir al baile, con la esperanza de disfrutar al menos de la noche, aunque sabía que sería difícil.

La noche del baile, el Gran Comedor estaba decorado espléndidamente, con luces brillantes y adornos florales. t/n llegó al lugar con un vestido azul claro que resaltaba su elegancia, pero que también acentuaba su melancolía. Caminó por el salón, tratando de mantener una actitud positiva, pero su corazón no estaba en ello.

Cuando t/n llegó a la pista de baile, no pudo evitar notar a Ni-ki y Rei en el centro de la sala. Rei, con un vestido rojo vibrante, estaba agarrada del brazo de su amigo mientras bailaban juntos. La imagen era dolorosamente clara: Ni-ki estaba disfrutando de la compañía de ella, sonriendo y riendo mientras compartían el momento.

t/n intentó distraerse conversando con algunos amigos y bailando con otros compañeros de casa, pero no pudo evitar sentir una punzada de celos. La visión de Ni-ki con Rei le causaba una profunda tristeza. Aunque sabía que no tenía derecho a sentir celos, no podía evitarlo. Sus sentimientros estaban en conflicto.

Se dirigió a un rincón del Gran Comedor, intentando recomponerse. Se apoyó en una de las columnas, tratando de tomar aliento y despejar su mente. El ambiente festivo seguía alrededor, pero para ella, todo parecía lejano e inalcanzable.

Fue entonces cuando Ni-ki, al ver que su amiga no estaba en el centro de la pista de baile, se acercó a ella. Su rostro mostraba preocupación al notar la tristeza en su expresión.

—t/n, ¿estás bien? —preguntó, deteniéndose a su lado.

La chica levantó la vista, tratando de forzar una sonrisa.

—Sí, estoy bien. Solo necesitaba un momento para... estar sola —dijo, tratando de sonar convincente.

Ni-ki la miró con una expresión de comprensión, pero también de inquietud.

—Lo siento, no sabía que Sunghoon no había venido. No quise... —comenzó a decir, pero t/n lo interrumpió.

—No te preocupes, Ni-ki. No es un gran problema —dijo, tratando de restarle importancia.

—Siempre puedes venir y acompañarme —dijo Ni-ki, ofreciéndole su mano.

t/n  miró su mano, sintiendo una mezcla de emociones. Sabía que aceptar su oferta significaba estar cerca de él y Rei, pero también era reconfortante tener su apoyo.

—Gracias—dijo, sonriendo agradecida, aunque su sonrisa era triste.

Mientras regresaban al centro del salón, t/n no podía evitar sentir una punzada de celos al ver a Rei a su lado. Ni-ki estaba claramente disfrutando del baile, pero la chica se dio cuenta de que su corazón deseaba algo que no podía tener en ese momento.

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La noche del baile continuó su curso con una atmósfera mágica, aunque se sentía atrapada entre la tristeza y el anhelo. Ni-ki, al notar la incomodidad de ella, trató de hacer todo lo posible por darle su atención y apoyo, incluso mientras intentaba equilibrar la situación con Rei. La invitó a unirse a ellos en la pista de baile y trató de conversar con ella siempre que podía. Sin embargo, Rei no estaba contenta con la atención que Ni-ki le estaba prestando a t/n.