"Sin ideas"

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"¡Mírame cuando te hablo maldita zorra!" Gritó el hombre frenético al ver como la mujer solo agachaba la cabeza por sus gritos

La mujer comenzó a llorar, y sus lágrimas cayeron por su rostro mientras el hombre, en un arrebato de furia, la toma de la mano y hace que se caiga de la silla. arrastrándola hacia la salida del restaurante. Su mirada altanera se encuentra con la de los comensales, que lo observan con horror e indignación, pero no se atreven a intervenir.

La oscuridad se cernía sobre el restaurante, como si la propia noche se hubiera adueñado del lugar. La tensión era palpable, y los comensales parecían contener la respiración mientras observaban la escena que se desarrollaba ante ellos.

El hombre, con su mirada altanera y su sonrisa cínica, arrastraba a la mujer hacia la salida, sin importarle las lágrimas que caían por su rostro. Sus gritos y sus insultos resonaban en el aire, y los demás clientes se sentían cada vez más incómodos.

Itadori, Maki, Panda e Inumaki observaban la escena con una mezcla de rabia e impotencia. Querían intervenir, pero algo les detenía. Tal vez era el miedo a las consecuencias, o tal vez era la sensación de que no podían hacer nada para cambiar la situación.

El hombre, consciente de su influencia y poder, se sentía invencible. No le importaba quién estuviera mirando, ni quién pudiera estar dispuesto a ayudar a la mujer. Él era el que mandaba, y todos lo sabían.

Mientras la mujer era arrastrada hacia la salida, sus ojos se encontraron con los de Itadori, algo pareció despertar en él. Sus puños se apretaron con fuerza, y su mirada se volvió intensa. Panda e Inumaki lo vieron y se dieron cuenta de que algo iba a pasar.

Antes de que pudieran intervenir, Itadori gritó: "¡No la toques!" Su voz resonó en todo el restaurante, y el hombre se detuvo en seco, sorprendido.

Pero Itadori no se detuvo ahí. Con un solo movimiento, se lanzó hacia el hombre y le propinó un golpe en la quijada. El impacto fue brutal, y el hombre voló por los aires, cayendo inconsciente en el suelo.

La mujer se quedó paralizada, mirando a Itadori con una mezcla de sorpresa y gratitud. Los comensales del restaurante se levantaron de sus asientos, algunos gritando, otros aplaudiendo.

Panda e Inumaki se miraron entre sí, sorprendidos por la reacción de Itadori. "¿Qué acaba de pasar?" preguntó Panda, incrédulo.

Inumaki se encogió de hombros. "¡PESCADO!."

Itadori se acercó al hombre inconsciente y lo miró con desprecio. "Nadie se merece ser tratado así", dijo, con su voz llena de ira.

La mujer se acercó a él, llorando. "Gracias", dijo, su voz temblando. "Gracias por ayudarme."

Itadori la miró, su expresión suavizándose. "No hay de qué", dijo. "Nadie debería ser tratado así."

"¡Itadori! ¿Qué has hecho?" Exclamo Panda, su voz temblando. Has roto una de las reglas más importantes de los hechiceros: no debemos lastimar a los civiles.

Inumaki, que hasta entonces había permanecido en silencio, comienzo a balbucear nerviosamente.

"Pescado... pescado..." repite una y otra vez, su ansiedad evidente.

El ambiente en el restaurante cambio drásticamente. Los murmullos de los comensales aumentaron, y algunos comenzaron a levantarse de sus asientos, preocupados por la situación. Itadori respira profundamente, tratando de calmarse, consciente de las posibles repercusiones de sus acciones.

"Lo siento, Panda" dije Itadori, su voz firme pero llena de remordimiento. "No podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo maltrataba a esa mujer."

A veces, tenemos que hacer lo correcto, aunque vaya en contra de las reglas.

Panda asintió lentamente, aunque la preocupación no desapareció de su rostro.

"Lo sé, Itadori. Pero debemos estar preparados para enfrentar las consecuencias de nuestras acciones."

Hemos entrado en un territorio complicado.

Inumaki continúa va repitiendo su mantra, sus ojos grandes y llenos de incertidumbre.

"Pescado... pescado..."

Itadori se inclinó hacia él, poniendo una mano reconfortante en su hombro.

"Tranquilo, Inumaki." Nos ocuparemos de esto juntos.

El personal del restaurante, consciente de la influencia del padre de aquel hombre inconsciente en el suelo, decidió no intervenir, pero sus miradas revelan una mezcla de agradecimiento, aunque la represalias de su padre llegarían a el como a su restaurante.

La mujer, que había sido solo una víctima de la agresión, se acerco a Itadori con lágrimas en los ojos.

"Gracias..." "dijo en un susurro quebrado".

No sé qué habría hecho sin ustedes.

Itadori le ofreció una sonrisa tranquilizadora.

"Tenemos que movernos antes de que las cosas se compliquen más."

Necesitamos una estrategia para manejar esto.

Itadori asintió, consciente de la gravedad de la situación.

"Tienes razón. Vamos, salgamos de aquí y pensemos."

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Mientras el grupo se aleja del restaurante, Panda comienza a calmarse, sus respiraciones se vuelven más lentas y profundas. El aire del día era fresco y parecía ayudar a disipar parte de la tensión.

Itadori, dice Panda, su voz más serena pero aún preocupada, puede que nos suspendan por esto. Lastimar a un civil va en contra de nuestras reglas. Pero, siendo realistas, tú eres el recipiente de Sukuna. Eso te hace invaluable para la organización. Tal vez no te hagan nada grave.

Itadori, consciente de las implicaciones de lo que ha hecho, asiente con seriedad.

Lo sé, Panda. Pero no podía quedarme de brazos cruzados. Esa mujer necesitaba ayuda.

Inumaki, que ha estado escuchando en silencio, finalmente encuentra su voz.

Pescado... salmón, murmura, lo que indica que está de acuerdo con Itadori.

Panda suspira, frotándose la nuca mientras reflexiona sobre la situación.

Entiendo tus sentimientos, Itadori. Solo espero que los superiores también lo entiendan. No queremos que nada malo te pase. Eres nuestro amigo y compañero.

Itadori sonríe, aunque la preocupación sigue latente en sus ojos.

Gracias, Panda. Lo resolvere.

¿Sabes? Me alegro de que hayamos salido juntos este día. A pesar de todo, estar con ustedes hace que valga la pena cualquier problema.

Itadori asiente, una sonrisa genuina iluminando su rostro.

Tienes razón, Panda.

Inumaki asiente también, y aunque sus palabras son limitadas, su expresión muestra su acuerdo y apoyo incondicional. "Salmón"

El grupo continúo su camino.

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Medio aburrido el cap pero tengo que rellenar y dar contexto.

Aparte lo escribí estando en mi clase de "Control Eléctrico Industrial" jajajaja.

Próximo cap, esperen con ansias por que será largooooo y pondré en juego a Mahito oh a otro demonio con el cual poner en ecuación.

"Denme ideas de que personaje poner oh  como seguir directamente cuando escriba la parte del Doom Slayer"

Doom Slayer En Jujutsu kaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora