El lobo acecha al cordero por las noches

117 10 1
                                    

Morgie y Hook se movían por los pasillos del edificio de la preparatoria, buscando al Príncipe Encantador. Después de unos minutos de búsqueda, finalmente lo encontraron en el vestíbulo, revisando algunos documentos.

-¡Encantador! -llamó Morgie, acercándose con una expresión de arrepentimiento.

Hook se unió a Morgie, fingiendo una actitud de pesar.

-Hola, Príncipe -dijo con una sonrisa forzada-. Esperamos no interrumpir.

El Príncipe Encantador, con una expresión de escepticismo, los miró.

-¿Qué desean? -preguntó con desconfianza-. Ya me he enterado de lo que sucedió hoy. No estoy seguro de que quiera escuchar lo que tienen que decir.

Morgie y Hook se intercambiaron miradas y Morgie dio un paso adelante.

-En realidad, venimos a disculparnos -comenzó Morgie, con un tono solemne-. Hook, Ulianna, Hades, Maléfica y yo... estamos realmente arrepentidos por la escena que causamos. Lo que queremos es compensar a Bridget.

Hook se adelantó, añadiendo un toque de teatralidad a su voz.

-Sí, no sabíamos cuánto daño habíamos hecho. Estábamos cegados por nuestra propia maldad y ahora estamos tratando de cambiar eso. No queremos que nuestra culpa quede sin resolver.

Encantador frunció el ceño, aún escéptico.

-¿Y qué es lo que planean hacer para compensar a Bridget?

Hook hizo una mueca de dolor ficticio y continuó.

-Queremos hacer algo bueno, como ella hace con sus postres. Hay un libro antiguo que tiene recetas increíbles para postres y pociones. Pensamos que, si conseguimos una receta de ahí, podríamos prepararla como un gesto de disculpas.

El Príncipe Encantador, aunque aún dudoso, empezó a mostrar signos de interés. La idea de un gesto reparador y la mención del libro captaron su atención.

-¿Y cómo se supone que debo ayudarles? -preguntó, mirando a los dos con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Morgie se inclinó ligeramente y le ofreció una respuesta calculada.

-Hemos oído rumores de que Ella, la amiga de Bridget, podría saber algo sobre el libro. Pero tememos que, dado el enojo que nos tiene, no querría siquiera escucharnos. Por eso, pensamos que si tú fueras a hablar con ella, podría ser más efectivo. Tú tienes más posibilidades.

El Príncipe Encantador consideró la propuesta, sus ojos revelando que la idea de ayudar estaba comenzando a ganar terreno.

-Entonces, ustedes quieren que consiga el libro para ustedes -dijo, aún evaluando la situación-. Y todo esto como una forma de compensar a Bridget.

Hook asintió con entusiasmo.

-Exactamente. Y prometemos que traeremos más problemas. Queremos asegurarnos de que Bridget se sienta especial y que esta disculpa sea sincera.

El Príncipe Encantador asintió lentamente, finalmente cediendo ante la presión y el razonamiento presentado.

-Está bien, haré lo que pueda para obtener el libro -dijo, con una mezcla de determinación y escepticismo-. Pero si esto es un truco, no me lo perdonaré.

Morgie y Hook intercambiaron miradas satisfechas.

Hook, con una expresión que pretendía ser sincera, se volvió hacia el Príncipe Encantador.

-Sabes, Encantador -comenzó-, creo que sería una buena idea que también invitaras a Bridget al baile. Escuché a varios estudiantes decir que Bridget realmente quería asistir, pero nadie la había invitado. Sería un buen gesto de tu parte.

El ascenso de RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora