El ascenso de Red

Un sabio dijo una vez...

Chloe caminaba con pasos vacilantes hacia la casa de Ella, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. El sol de la tarde iluminaba el camino, pero no lograba disipar la nube de preocupación que la envolvía. Al llegar al jardín, vio a Ella trabajando arduamente, juntando la basura acumulada y quitando la hierba con determinación.

—Hola, Ella —saludó Chloe, su voz apenas audible.

Ella se volteó, con un semblante claramente molesto, y preguntó:

—¿Qué haces aquí, Chloe?

Chloe bajó la mirada, sintiéndose aún más culpable al ver la expresión de Ella.

—Quería disculparme por el castigo que te puso tu madrastra por mi culpa. No debí haberte involucrado en mis problemas.

Ella suspiró, dejando caer las herramientas que tenía en las manos.

—¿Y eso es todo? ¿Viniste solo a disculparte?

Chloe negó con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta.

—No, hay algo más. Eres la única persona en la que pude pensar para hablar.

Ella arqueó una ceja, visiblemente intrigada.

—¿De qué se trata?

Chloe tomó una profunda respiración antes de hablar.

—Tengo una amiga... bueno, más bien una conocida, que planea robar algo muy importante para el beneficio de otra persona.

Ella frunció el ceño, confundida.

—¿Robar? ¿Por qué?

Chloe se apresuró a aclarar.

—Ella cree que es la única manera de salvar a alguien, pero yo no estoy de acuerdo. Pienso que robar no es la solución. Sería mejor hablar con una autoridad y buscar otra manera de resolver el problema.

Ella se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Finalmente, se acercó a Chloe, limpiándose las manos sucias en su delantal.

—Explícame mejor. ¿Qué es eso tan importante que quiere robar?

Chloe tragó saliva, nerviosa por revelar más detalles.

—Es un libro, un libro muy antiguo y poderoso que podrían... bueno, causar mucho daño si cae en las manos equivocadas.

Ella se cruzó de brazos, su expresión más suave ahora, aunque seguía siendo seria.

—¿Y crees que hablando con una autoridad se resolverá todo?

Chloe asintió vigorosamente.

—Sí, creo que podemos encontrar una solución sin tener que recurrir a algo tan extremo como robar.

Ella suspiró nuevamente, asintiendo lentamente.

—Entiendo tu preocupación, Chloe. Pero también debes entender que a veces, cuando la desesperación es grande, la gente toma decisiones precipitadas. ¿Estás segura de que esa autoridad podrá ayudarlos de verdad?

Chloe se quedó pensativa por un momento.

—No estoy segura, pero prefiero intentarlo a ver cómo se arruinan más vidas por una mala decisión.

Ella la miró con comprensión.

—Entonces, deberías hablar con esa autoridad. Pero ten en cuenta que, a veces, las cosas no son tan simples. La gente en el poder puede no siempre estar dispuesta a escuchar o ayudar.

Chloe estaba confundida, mirando a Ella mientras se afanaba en sus tareas de jardinería. Ella había sido clara en que no siempre se podía hacer todo siguiendo las reglas, pero Chloe seguía sin comprender del todo si le estaba sugiriendo que hablara con una autoridad o no.