II - El campamento de los caballeros.

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Desperté sobresaltada, rodeada por el murmullo de conversaciones y el crepitar de una fogata cercana. El campamento estaba en plena actividad, con soldados y caballeros moviéndose con un propósito claro, preparando armas y organizando equipos. La noche había caído, y las estrellas brillaban en un cielo claro, tan diferente del gris plomizo del cielo que conocía. Sentí un ligero mareo mientras trataba de procesar todo lo que había sucedido.—"Así que sigues aquí"—dijo una voz profunda y algo irritada. Giré la cabeza y vi a Aldric, el caballero que me había encontrado en el prado. Su expresión era severa, y sus ojos oscuros brillaban con una mezcla de desconfianza y preocupación. El campamento se movía a su alrededor, como un organismo vivo bajo el mando de Aldric.—"Claro que sigo aquí. No tengo a dónde ir"—respondí, tratando de sonar más segura de lo que me sentía.Aldric suspiró y se cruzó de brazos, su postura rígida mostrando la tensión que llevaba consigo. —"Escúchame, este no es un lugar para alguien como tú. Estamos en medio de una situación... delicada. No te interesa, pero una joven inesperada como tú solo complicará lo que aquí pasa."—"¿Alguien como yo?"—repetí, sintiendo una oleada de indignación. —"No pedí estar aquí, y... bueno, aquí estoy."Él me miró con un escepticismo que comenzaba a resultar familiar. —"No tienes idea de lo que está en juego aquí. La guerra está a punto de estallar, y no podemos darnos el lujo de cuidar a una... invitada no deseada."—"¿Guerra?"—pregunté, mi interés despertado a pesar de la situación. —"¿Qué está pasando exactamente?"Antes de que Aldric pudiera responder, un hombre mayor, vestido con una túnica de colores apagados y una expresión amable, se acercó. —"Aldric, déjala respirar. La chica acaba de llegar y ya la estás interrogando como si fuera una criminal."Se volvió hacia mí y me sonrió. —"Soy Elric, el consejero del rey. No te preocupes, Amara. Estamos aquí para ayudarte, ¿cierto Aldric?" Mientras tanto, el aludido mantuvo su cara seria e impenetrable.—"Gracias"—dije, agradecida por la amabilidad de Elric. —"Solo quiero entender lo que está pasando."Elric asintió. —"Es comprensible. Pero primero, necesitas descansar y recuperarte del viaje. Mañana hablaremos más."Aldric frunció el ceño pero no discutió. En cambio, se volvió hacia los soldados. —"Preparen un lugar para que descanse. Y asegúrense de que esté vigilada. No podemos correr riesgos."Me llevaron a una pequeña tienda, donde me dieron una manta y un poco de comida. Estaba agotada, pero mi mente seguía trabajando a toda velocidad. ¿Cómo había terminado en medio de una inminente guerra en un mundo completamente diferente? Y más importante, ¿cómo iba a regresar a casa?La mañana llegó demasiado pronto. Fui despertada por el ruido del campamento, los soldados preparando sus armas y discutiendo estrategias. Salí de la tienda, sintiéndome fuera de lugar en medio de tanta actividad militar.Elric me estaba esperando. —"Buenos días, Amara. Espero que hayas descansado bien."—"Asumiré que esto es tan bueno como puede ser"—respondí, forzando una sonrisa. —"¿Podrías decirme más sobre lo que está pasando aquí?"Elric asintió y me llevó a un área un poco más tranquila del campamento. —"Nuestro reino está al borde de una guerra con nuestros vecinos. Hay mucha tensión, y cualquier cosa podría desatar el conflicto. La llegada de alguien de otro mundo... Bueno, es un acontecimiento significativo, pero no necesariamente algo que podamos manejar fácilmente en este momento."—"Lo entiendo"—dije. —"Solo quiero encontrar la forma de regresar a casa. No quiero ser una carga para ustedes."—"Nos ocuparemos de ti mientras estés aquí"—dijo Elric con una sonrisa tranquilizadora. —"Pero necesito que entiendas que debes ser discreta. No todos aquí son tan comprensivos como yo."Justo en ese momento, Aldric apareció, luciendo tan malhumorado como siempre.—"Elric, necesitamos hablar de las defensas del campamento. No tenemos tiempo para esto."—"Lo sé, Aldric"—respondió Elric con paciencia. —"Pero Amara necesita saber qué esperar. No queremos más sorpresas."Aldric bufó. —"Como si no tuviéramos suficientes problemas ya. Bien, asegúrate de que se mantenga fuera del camino."Me sentí una vez más como un estorbo, pero me mordí la lengua. Sabía que protestar solo empeoraría las cosas. —"Haré lo mejor que pueda"—dije finalmente.Elric me dio una palmadita en el hombro. —"Esa es la actitud. Ahora, vamos a ver si podemos encontrar algo útil para que hagas mientras estás aquí."Con eso, me llevaron a ayudar con las tareas del campamento. Aunque no entendía mucho de lo que estaba pasando, me sentí un poco más útil. Y mientras trabajaba, mi mente seguía buscando una solución para regresar a casa. Pero sabía que, por ahora, tendría que adaptarme a este nuevo mundo y sus desafíos.

El Reino de los Ecos perdidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora