EL INVESTIGADOR |KOOKMIN|

CAPITULO 25

Jimin caminó por la sala de Jungkook, se giró y recorrió. Lo había estado haciendo durante un tiempo. Esto era una tortura. La espera. El preguntarse qué estaba pasando. ¿Estaban Jungkook y los demás bien?

Se trasladó a las ventanas que daban al balcón. El sol había salido lavando la bahía y el puente con luz dorada. Se envolvió los brazos alrededor de sí mismo. Estaría bien. Él sabía lo que estaba haciendo. Todos los hombres de JeonSecurity eran buenos. No podía perder a Jungkook. Su garganta se apretó, su corazón se apretó en su pecho. Oh Dios.

Estaba enamorado de Jungkook. Presionó su palma contra su pecho. Había pensado por un tiempo que estaba enamorado de Taemin. Cuando las cosas entre ellos habían sido buenas y divertidas. Pero nunca había sucedido realmente. Lo que sentía por Jungkook era más grande, más audaz, y más brillante que lo mejor que había sentido por Taemin. Jungkook no había hecho más que preocuparse por él.

Seguro, podía ser mandón y a veces lo enojaba, pero ahora se dio cuenta de que esto era real. Esa era la vida. El verdadero amor era dar y recibir. No te hacía menos para que alguien más se sintiera bien todo el tiempo. Era estar allí, a través de lo bueno y lo malo, sin importar qué.

Se tambaleó hasta el sofá y se dejó caer. Estaba enamorado de Jungkook. Los aleteos comenzaron en su vientre y sintió un destello de pánico. No, esa era el viejo Jimin. Le había dicho que se estaba enamorando de él. Tenía que confiar en él, confiar en ellos. Ahora, solo tenía que volver con él. Con ese pensamiento, comenzó a caminar de nuevo.

Se acercó a su elegante sistema de sonido y puso algo de música. Luego la apagó. Necesitaba hacer alguna cosa. Entró pisando fuerte en la cocina y lavó los platos en el fregadero. Entonces sonó su teléfono celular y se estremeció. Eran apenas las seis en punto. No pudo haber terminado todavía, ¿podría? Luego vio el nombre de Harry en su teléfono.

Oye, Harry. Pensé que no te levantarías de la cama antes de las siete.”

"Jimin." Su voz seria envió escalofríos a través de él.

"¿Qué pasa?"

“Me levanté temprano. Ayer se estropeó una entrega en la galería, así que tenía que ir a Dogpatch al amanecer al almacén de la empresa de entrega para recogerla.”

"Bien." Harry contuvo el aliento.

“Vi un camión. Estaban cambiando algo. Yo solo eché un vistazo. Cara de muñeca, estoy seguro de que eran los nenúfares. Reconocí el marco. Lo cargaron en el camión.”

¿Eso no puede ser correcto? Los nenúfares estaban en un camión que salía de la mansión de Volkov, al otro lado de la ciudad. Se congeló. ¿Fue todo esto una artimaña? ¿Un señuelo? Su mente se agitó. ¿Les había mentido el señor Irvine? No. Lo más probable es que los guardias que habían hablado como si no estuviera allí probablemente estaban al tanto de lo que estaban haciendo.

"Harry, ¿dónde estás?"

"Escondido en mi auto, espiando por la ventana."

"¿El camión todavía está allí?"

"Sí. Por ahora. Parece que se están preparando para irse pronto."

"Está bien, no le quites los ojos de encima. Voy a llamar a Jungkook y los demás."

"¿Dónde está tu rudo?"

"Ocupado, pero le enviaré un mensaje. Agárrate fuerte." Colgó y pulsó el número que Jungkook le había dejado de Ace. Sonó y sonó. "Vamos."

Dios, ¿había fallado algo con la misión? Hubo un bip. No había ningún mensaje, pero sabía que estaba grabando.

"Uh, hola, soy Jimin. Mi amigo Harry llamó.”