El timbre de la puerta suena y me apresuro a abrir, es la pizza.
Oh mierda, se me ha terminado el efectivo.
Mi padre me dio una tarjeta para poder pagar lo que necesite, pero no puedo pagar la pizza con ella y no he ido al banco a sacar efectivo.
Le digo al repartidor que espere un momento y salgo corriendo hacia Andy
—Dime que tienes efectivo—
—¿Me vas a odiar si digo que no?—Hace pucheros
—¿Cómo sales de tu casa sin efectivo?—
—Oye en mi defensa, tu estas en tu casa y ni siquiera tienes efectivo aquí—
Touché
Suspiro y me dirijo hacia mi última opción mientras le indico a Andy que entretenga un poco al repartidor, ella me obedece sin protestar.
Entro a la casa de visitas y escucho una melodía tan agradable que me pierdo un poco antes de darme cuenta que tengo al repartidor esperando.
Estoy a espaldas de los chicos, Mason toca la batería, Isac el bajo y Dante la guitarra mientras canta y los dos anteriores le siguen con los coros.
Mason se da cuenta de mi presencia y deja de tocar, los otros dos lo observan cuando esto pasa y entonces notan que yo estoy ahí,
—¿Qué pasa? ¿Todo bien?— Me pregunta Dante.
—Si, es que...— ¿Cómo le digo que me he quedado sin efectivo frente a sus amigos, todos me ponen mucha atención esperando a que yo termine mi oración —Ha llegado la pizza—
—Vale gracias, ya vamos en un momento—
—Si pero— Me acerco a el esquivando los cables y las bocinas
—¿Pero?—Me anima esperando mi respuesta
—Se me ha terminado el efectivo— Susurro para que solo él me escuche pero no obtengo el resultado esperado porque los tres me escuchan perfectamente.
Pidiéndole dinero a Dante, ya se perdió toda la vergüenza en mi.
Lo que faltaba.
—Ah vale— Sin pensarlo dos veces, Dante toma de inmediato la cartera de la bolsa trasera de su pantalon y me la entrega.
Sin cuestionarme, así como si nada solo me la da.
Sus amigos quedan igual que yo y él solo indica con un gesto que sigan tocando, sin hacer alguna pregunta le sigo el modo y salgo de la casa con su cartera en mis manos, escucho que ellos siguen con la música.
Yo voy corriendo hasta llegar con el repartidor, abro la cartera de Dante y le doy el efectivo, Andy toma las cajas y se encamina a la cocina, pero antes de cerrar de vuelta la cartera, noto una fotografía tamaño ideal para guardarse, mi curiosidad me gana y la tomo para observarla mejor.
Joder.
Joder.
Lo que estoy viendo.
Lo que estamos viendo.
Es Dante sonriendo tan genuinamente, abrazando a una chica que también sonríe cómodamente y la observa con ojos brillantes.
No cualquier chica.
Soy yo.
Los dos.
Fue nuestra última foto juntos, antes de la tragedia, yo tenía 16 y el 17 años.
Fue hace dos años pero parece toda una vida, nos veíamos tan diferentes.
Me veía tan inocente e ingenua.
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MEGARA (Nueva)
Teen FictionLa gente seguía murmurando, observándome, riéndose entre ellos, yo me estaba asfixiando cada vez más. -Eres una gran mierda, ¡aléjate de mi!- Grite con coraje, las lágrimas empapaban mi rostro. -Meg...-Trató de acercarse a mi, trato de volverme a to...