Salgo de la ducha rodeada solamente de una toalla en mi cuerpo, camino de puntitas lo más rápido posible a mi habitación para no toparme con Dante, cierro la puerta y comienzo a buscar ropa en el armario.
Alguien está tocando la puerta de mi habitación
—Cariño, estaré todo el día en cirugías, si necesitan algo me pueden llamar en la tarde, tal vez llego muy noche a casa—Lorena me informa desde el pasillo, abro la puerta un poco para poder observarla ya que aún sigo en toalla de baño.
—Está bien Lorena, gracias, que te vaya bien—Le contesto con una sonrisa.
—Adiós cariño—Me dice sonriendo igual y da vuelta por el pasillo para bajar la escalera.
Lorena en serio es una mujer ocupada, papá me contaba que su relación no funcionó porque nunca se veían y nunca estaban en casa ninguno de los dos, ahora entiendo, he estado aquí casi una semana y solo he visto dos o tres veces a Lorena, no recuerdo en realidad.
Mi padre, el mismo padre de Dante...
Sus dos padres siempre están ocupados, de verdad no me imagino la infancia que el llego a tener.
¿Te estás preocupando por Dante pequeño?
¿Qué? no.
Ya, claro.
Me observo en el espejo, lista para bajar a desayunar.
No esta Dante en la cocina ni en la sala, lo más seguro es que este en su habitación y en serio lo agradezco, no tengo ganas de verlo, en este momento lo único que necesito es un desayuno tranquilo y solo conmigo.Le mando algunos mensajes a mi padre que el contesta al instante, preguntando como estoy y me dice que el tiene demasiado trabajo, me pregunta por la escuela y le digo que todo va bien... no todo pero el no se debe preocupar por mi.
—Huele bien—Escucho la voz de Dante entrar a la cocina, ¿es en serio? No puedo estar tranquila sin él en ningún momento.
Pues el vive ahí.
Obviamente.
—¿Qué cocinas?—Pregunta y lo vuelvo a ignorar, entonces se pone a mi lado para ver que estoy cocinando.—Hotcakes ¿para mi también?—
—Noup—Apago la estufa y tomo mi plato, me siento en las sillas altas de la barra y me sirvo leche, Dante me mira pero yo sigo ignorándolo.
—Okay...—Enciende la estufa y comienza a calentar en el sartén la mezcla que quedaba de los hotcakes.
Está todo en silencio, cuando termina de cocinar se sienta frente a mi en la barra e igual se sirve un vaso de leche.
—Hoy vendrán mis amigos a jugar Playstation ¿quieres pasarla con nosotros un rato?—Rompe el silencio y yo solo niego con mi cabeza sin mirarlo y sin decir ninguna sola palabra.
Mi celular comenzó a sonar y lo tomo al instante, en la pantalla dice el nombre de mi mejor amiga.—Holaaa—
—Megui deguiii—
—Ahora no tengo dinero, deje de molestar—
—Deja de jugar, ¿estarás en casa hoy?—
—Siempre Andy, ¿en donde más?—
—Bien, llegare en veinte—
—Vale, te espero, chao—
—Perfecto, chaiii—Cuelgo la llamada y Dante me mira confundido.
—¿Quién era?—
—Alguien—Digo y tomo un trago de leche.
Estoy segura que solo pregunta para tener tema de conversación, porque obviamente escucho que hace unos segundos dije el nombre de Andy al teléfono.
—Vamos, no podemos estar así todo el tiempo, ya me disculpe...— vacila un poco por lo que esta a punto de decir —¿tregua?—
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MEGARA (Nueva)
Novela JuvenilLa gente seguía murmurando, observándome, riéndose entre ellos, yo me estaba asfixiando cada vez más. -Eres una gran mierda, ¡aléjate de mi!- Grite con coraje, las lágrimas empapaban mi rostro. -Meg...-Trató de acercarse a mi, trato de volverme a to...