El clima es pesado [,] frío [,] nada cómodo; no obstante, el aroma a vainilla, chocolate o hasta café interrumpe el pensamiento negativo del día. Aquello sobresale por las ventanas del local donde poca gente suele visitar.
Pero TÚ entras en la cafetería y lo sé por el ruido de la campana que choca contra las paredes resonando por completo este silencioso lugar. Aunque te esperas de mantener tu mano en la puerta para asegurarte de que no se cierre de golpe.
Puedo notar cierta caminata insegura, "¿qué sucede?" Y, a la vez, percibo un olor a perfume varonil fresco ‹‹ Dior Sauvage ›› y voluptuoso.Te tomas tu tiempo de observar detenidamente el local que acabas de entrar y yo puedo analizar cómo tu cuerpo se deja de tensar al ver que no hay absolutamente nadie quien te pueda acompañar entre comillas.
Tú, desde donde estás, murmuras tu primera palabra hacia mí —hola— cuando lo que hubieran hecho otras personas es sólo sentarse y esperar el momento indicado para irse, pero tú no, con aquella gorra gris, vaqueros azules, una chaqueta de cuero negro y unos lentes oscuros que adorna tu rostro "¿quien eres" "¿que escondes?" ahora me pregunto yo.Decidiste sentarte sin ninguna interrupción (claro, no hay nadie) aunque es incómodo, ¿qué se supone que debo de hacer ahora? ¿Hacerme tonta y preparar cafés a lo bruto como si me cayeran clientes cada que respiro? Gracias por sentarte, desconocido.
Aunque ¿por qué te culpo? Me deberías de dar miedo ahora que miras por todos lados, hasta por el mirador. ¿Quién eres? ¿John Constantine? Porque ahora estás serio y miras un punto fijo como si estuvieras viendo al mismo Lucifer o a algún hibrido que necesitas mandar al infierno. Si tanto te preocupa quien te vea ¿por qué carajos te sentaste justo a lado de una ventana?
Y sí.
Aparto mi mirada y te dejo ahí mientras tú te sigues perdiendo, tanto que llegó otro cliente que claramente podrías pararte rápido y formarte atrás de él porque te quitaron tu oportunidad, pero no te importó.Sin embargo, estornudas tan fuerte que por el susto casi se me cae el café de mis manos.
"¡Salud!" Grito a lo lejos.
Carraspeas (me imagino que por el estornudo, no lo sé) "¡Gracias!"
Gracias. Ese tono coqueto con un poco de alegría al final. ¿Qué? ¿Estás coqueteando conmigo? Digo, estás serio, casi y siento la mirada de las mil yardas en tus ojos y ¿aún así respondes con esa voz?
[ Cálmate Blair, sólo entrega el espresso a tu cliente y espera a lo que haga después ] Me aconsejé a mi misma.—Serían 5 dólares—
—¿¡5 dólares por un café!?—
Bufó.
—Ya me imagino cuánto hubiera salido si te lo hubiera pedido con leche de almendras, o leche de avena, o hasta acompañado de algún postre de tu mostrador—
Rió.
[ ¿qué? ¿Esto da risa? ]
—Te entrego tus 5 dólares pero no vuelvo a regresar aquí——¡Que tenga un buen día!— Hablo y él sabe que no lo dije en serio.
Cuando se ha ido, vuelvo a decir porque sé que tú estás escuchando
"Y el gusto es mío de que no vuelvas a regresar, infeliz"
Te acercas, riendo, y gracias a Dios que en mi local no llegan tantos clientes como para que alguien pueda interponerse en nuestro camino, pero hubiera estado mejor ver tus expresiones más claras sino fuera por tremendo disfraz de camuflaje tipo men in black o hasta matrix.—Que estupido, ¿cierto?—
—Probablemente sólo no estaba de humor—
Eres un amor, ves lo mejor en la gente sin importar que puedan a llegar a insultarte con lo peor del mundo.—Bueno— Digo y debería callarme y quiero callar, pero tú haces que yo quiera hablar.
—Ese tipo es la razón por la que deberían hacer ilegal tener libertad de expresión— Me miras. Tienes curiosidad y quiero saber de ti, pero no puedo preguntar, así que sigo hablando.—Todo el mundo siempre está jodiendo y nunca está conforme con nada. Se ve perfectamente que arriba mío tengo un cartel de todo lo que vendo por obvias razones y este va y dice lo que ni siquiera le
pregunté— Te ríes mostrando aquellos dientes perfectos totalmente blancos mientras tus labios rosados, muy ligeramente partidos, forman una dulce sonrisa."realmente me gusta este lugar" te escucho susurrar —¿Hace poco abriste?— preguntas sin esperar.
—Este local estaba hace unos cuantos meses— expreso
—aunque sí, empecé a vender hace una semana—Te quitaste la gorra, supongo que por el calor que compacta en tu cabeza, pero mientras mantengas tu disfraz...
—Con razón— respiras controladamente
—Aunque me agrada que sea silencioso— deleitaste y podría tomármelo como una ofensa pero no, es diferente. Tu risa en murmuros, tu tono de voz, es conocida, pero a la vez tan diferente.—Lo siento, te pediré un roll de canela
y un espresso— Dices cuando tu mano saca de tu bolsillo tu cartera marrón que grita ser de Dior; Sin embargo, me das tu tarjeta de crédito a pesar de que tienes suficiente dinero en efectivo para cubrirla.
Quieres que sepa tu nombre y no estoy loca, aunque primero preparo lo que me pediste para después pasar tu tarjeta, y el silencio entre nosotros se está haciendo más fuerte "¿por qué no puse música hoy?"
quiero seguir manteniendo una conversación contigo.—Aquí tienes— Te paso tu pedido.
—Gracias, ¿Kendra Blair?—
—Kendra— Sonrío. —Kendra Blair es largo y un poco ridículo— Reímos ambos.—¿Y tú eres?— Pregunté a lo que pude notar una cierta sonrisa en tu rostro que me da un poco de... ¿desconfianza?
—Tú misma descubrirás mi nombre—
Mencionaste, agarraste tus cosas y caminaste hacia la salida sin antes escuchar un "y gracias, vendré más seguido" de tu parte, alzando la mano izquierda en forma de despedida.¿Quién carajos eres?
. . .𝗱𝗿𝗲𝗮 𝘀𝗮𝘆𝘀 :
- primer capítulo! espero les guste este fanfic y lo disfruten mucho. :)
! no se olviden de votar y comentar.
by notb1mistake.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐈𝐍𝐄𝐑 | Cillian Murphy
De Todo¿Casualidad o planeado? © THE DINER CAPÍTULOS LARGOS. Corta inspiración al libro de "YOU" de la escritora Carolina Kepnes.