Capitulo 11

12 1 0
                                    

Eran las ocho y habían apagado la alarma de el argentino para que pudiese dormir placenteramente, sin embargo debían despertarlo, traían una chocotorta medianita en manos con un par de velas, el argentino amaba sus raíces así como lo dulce tradicional y bueno toda la sorpresa con velas humeantes y pastel sería difícil de ignorar para el recién levantado.

Unos minutos antes Emilia despertó a la más chica para despertar a el más grande, sin embargo ella era difícil de despertar.

- Tini levántate.

- Martina, despierta.

- Martina Meyer Ruiz levántate.

- Mmm

- Ya vamos levanté o voy yo sola con Clau.

- No, no, voy deme un momento

- Ya?.

- Si.

- Vámonos.

Al entrar al cuarto Clau estaba semi dormido pues, se había despertado con el simple hecho de que su esposa se levantará de la cama, que no fuera discreta también ayudó.

- Buenos días papá!.

- Buenos días Tini. - hablo adormitado al sentir como se hundía levemente la cama.

- Bueno, hoy es un día muy especial.- continúo emocionada.- má?.- llamo.

- Feliz cumpleaños a ti, feliz día feliz feliz cumpleaños querido, Feliz cumpleaños feliz ~.- empezaron al unísono-

- veintisiete años cariño, que puedes decir al respecto.

- Estos han sido los mejores años, princesas.

- Papi papi, mira.- empezó la menor.- te hemos traído una tarta .

- chicas, no debieron molestarse.- contestó reincorporando se.

- Eres el mejor papá, eres el mejor esposo y eres el mejor hombre que he conocido, te mereces esto y más, cariño.- Dijo sujetando sus manos .- sabes perfectamente todo lo que has tenido que soportar, todo que hemos tenido, y esta por fin es la recompensa que esperabamos, así que nada es mucho.

- Me da gusto haberte conocido, haber luchado por ti y por nuestra familia pero más importante, luchar por mi, por qué sin eso nada de esto existiese.- Contestó con una media sonrisa a lo último, sabía lo que significaba, su problema con las drogas casi lo mata, y casi arruina todo con la persona que ama, así que si, cada día era un regalo y aunque, había recaídas nunca fueron tan fuertes.

- Haberte conocido fue lo mejor que me pudo pasar por qué a pesar de que seas, un terco, un salamé, así como dices, o simplemente a veces un poco idiota, se que no lo haces con intención, no eres malo, y me da gusto que la vida o lo que sea me haya dado un año más contigo.

- Papi, no quiero que se vaya jamás, no se que haríamos sin usted.- hablo la niña interrumpiendo la melancólica escena.

- Nunca me iré, se los prometo, ok?, Pero hay que comer un poco de chocotorta xno?, Así podremos desayunar algo rico.

Abajo mientras desayunaban la matriarca empezó a hablar.

- Amor, Rosario quiere que vayamos.

- Mmm, no lo sé, quieres ir?.- hablo algo indeciso, en verdad no quería estar con nadie más que con las chicas que tenía a su alrededor.

- Lo que tú quieras, es tu día .

- Tini quieres ir con la abuela?.- preguntó, sin tener la opción.

- Si pa, pero, así haríamos tiempo para su sorpresa.

- Tienes razón, hablado de eso, ve a cambiarte, váyanse más bien, por qué las chicas no tardan en llegar y ustedes deben irse.

Una Vida JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora