Capitulo 3

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Claudio y Emilia se encontraban en su habitación, Emilia lo citó ahí para que Martina no pudiese oírlos, tenía que hablar con el y, esa plática no sería agradable.

- Amor, creo que sería prudente decirle... El' está interesado en ella y para evitar cualquier cosa pues tenemos que decirle - hablo la mexicana -.

- No. no quiero. Emilia, ¿vos querés que me dejé de amar?, no haré eso. Imposible. Además, ese salame de mierda nunca se interesó por Martina por qué justo ahora, eh, Yo no lo haré Emilia, no voy a poner a mi hija' entre la espada y la pared, no quiero que salga lastimada, por los jueguitos de ese hijo de puta.

- Clau, cariño, pero es necesario, de una forma o otra saldrá lastimada, esta es la forma de evitarnos mucho, ella aún es muy pequeña, lo entenderá.

- Si Emilia pero no entendés sabés perfectamente que Martu y tú son lo único que tengo, sabés lo que ha pasado, me he quedado solo Emilia.

- Rosario aún está aquí y Kevin igual, ellos están a tu lado Clau.

- Si, pero ya no tengo a mi caballero no tengo padre y jamás podré tener hijos Emilia, Martu es lo único que me queda ... Tengo miedo de que algún día ella quiera irse con su papá y de repente ya no me quiera.- ni me necesité más.

- Eso nunca pasará, neta, Ella te ama muchísimo y siempre vas a ser su papá.

- ¿Y cuando le decís?, Ya que tanto querés contarle la verdad, ¡Dale!, Dile que yo te acompaño.- Hablo el argentino con algo de rabia.

- Mañana, pero por favor Claudio, te conozco desde hace años se cuando estás mal y mírate ahora, no quiero que tengas una decaída pero es algo que tenemos que hacer y ahora como padres debemos tener la madurez necesaria, es nuestra responsabilidad, es mi responsabilidad.

- Si. Y lo entiendo créeme emi, pero ahora me pedís que le diga a Martina que yo no soy su padre, que un pelotudo que jamás quiso estar con ella si lo es, y que ahora después de casi seis años se le prendieron las pelotas para ser padre, ¿como querés que reaccione?, Eh, como Emilia. Además, tú responsabilidad, está más que claro que no, es nuestra desde el momento en el que ella me aceptó. Y no Emilia no volveré a decaer de esa forma estúpida en la que lo hice antes.

- Claudio, sabes que siempre te apoyo en todo peor estoy es necesario, y si es mi responsabilidad por qué es mi hija, yo solo te la vine a enjaretar.

- Que no Emilia!.- dijo el argentino con un poco de hartazgo. - Esa nena de allá, es mi hija ella es mi hija por qué yo he decido que sea así.

- Se que tú decidiste quererla y aceptarla pero era una responsabilidad que no te tocaba.

- Lo sé Emi pero, no importa, estoy bien.

- Bien?, Me preocupo por ti, sabes bien sabes lo que esas mugres pastillas nos han hecho y no quiero que estés mal, me da mucho miedo... es más no quiero que Martina te vea mal, eres su padre como dices, de sangre o no y ella te necesita, sabemos dónde te llevará esto, primero algo para relajarte y después poco a poco vas a volver al hoyo de dónde tanto te costó salir.

El argentino calló un momento y la mexicana volvió a hablar.

-  Claudio lindo, no seas un idiota, esto se nos puede salir de las manos, debemos hacer todo esto por el bien de Martu, sea como sea y tome como lo tome, debemos ser adultos por primera vez, de antemano sabemos que esto se nos va a salir de las manos si seguimos así.

- Si, pero puede que a mí todo se me salga de las manos Emilia, esto es demasiado.- dijo finalmente quebrando se.- No soportaría la idea de su rechazo y lo sabés más que nadie.

- No pasará ella te tiene un amor incondicional, y, si tú no haces el esfuerzo de no caer por mi... entonces hazlo por Martina, ¿si?.- dijo mientras sobaba su espalda.- Ella necesita a su padre bien y sano.

- De acuerdo, trataré sabés que lo haré solo que es complicado.
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A la mañana siguiente.

- Hola corazón.

- hola papi

- Tini, te tenemos que decir algo muy importante .

- ¿Que paso?, mamá.

- Amor, pasé lo pasé recuerda que siempre te e querido y desdé el momento que te ví sabia que te iba a amar y a proteger por siempre y para siempre, ¿ok?, Eso nunca cambiará.

- Ok...

- Martu, Clau, el... No es tu padre biológico, tu padre es un hijo de la chingada que me dejó sola, y Clau es el que me apoyo realmente. Siempre te ha querido como si fueses su hija y de alguna forma lo eres, el no puede tener hijos y tener a una tan linda como tú hizo que te quisiera aún más.

El chico ya se encontraba perdido en lágrimas amargas rodando por sus mejillas concentrado en las palabras de la mujer mientras trataba de contenerse, fallando, se estaba derrumbando hasta que la pequeña niña lo abrazó.

- Martu, ¿Por qué me abrazas?.

- Por que es mi papa y lo amó, mucho mucho así como a mamá, además ése pibe es horrible.- dijo algo triste la niña hablando con su .- casi escaso-. Acento argentino.

- Gracias princesa, te amo, gracias por hacerme feliz.

- Esto es tan hermoso pero necesito comer, ya.

- Vamos

- Papi.

- Dime corazón.

- ¿Por qué lloró?.- hablo la pequeña de cinco años.

- Mira amor es que cuando tú mamá me dijo que te contaría, yo me puse muy triste por qué te conozco desde que tenías 11 meses y fue cuando me hize novio de tu mamá y cuando te vi sentí mágico tuve una conexión instantánea y algo me dijo que te iba a amar para siempre, después me enteré que no podría tener hijos y mi amor por ti se hizo más sólido entonces, cuando tú madre me dijo que te contaría pensé que me dejarías de querer.

- Ay papi de que se preocupa yo nunca lo voy a dejar de querer.

- Gracias, mi amor nunca duden del amor incondicional que les tengo y les tendré siempre mi hermosa esposa y mi maravilloso tesoro mi hija las amo 

Los tres si fundieron en un abrazo para después empezar a comer. Al final todo salió perfecto o al menos bien, solo sabemos que no fue desastroso

Una Vida JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora