En las páginas de "Raven", te sumergirás en un mundo donde los escalofríos y lo inexplicable se entrelazan. Cada relato te llevará a explorar los límites de lo sobrenatural, revelando oscuros secretos y despertando temores ocultos en lo más profundo...
Había una antigua mansión en las afueras del pueblo, rodeada de árboles retorcidos y enredaderas. La gente decía que estaba maldita, pero nadie se atrevía a entrar. Excepto yo.
Un día, impulsado por la curiosidad y una extraña atracción, decidí explorar la mansión. Las tablas crujían bajo mis pies mientras avanzaba por pasillos oscuros. Finalmente, llegué a una habitación al final del corredor. La puerta estaba entreabierta.
Dentro, solo había un espejo. Pero no era un espejo común y corriente. Su marco estaba tallado con símbolos antiguos, y su superficie reflejaba una oscuridad profunda. Me acerqué, hipnotizado por mi propio reflejo.
Cuando miré más de cerca, vi algo que no podía ser real. Mi reflejo sonreía, pero sus ojos eran negros como el abismo. Intenté apartarme, pero mis pies estaban pegados al suelo. El espejo me absorbía.
Dentro, me encontré en una habitación idéntica, pero todo estaba al revés. Las paredes goteaban sangre, y mi otro yo me observaba desde el espejo. "Bienvenido al otro lado", susurró con una voz que no era la mía.
Intenté huir, pero cada paso me llevaba más adentro. El aire se volvía más denso, y las sombras se retorcían. Mi reflejo se reía mientras yo me desvanecía en la oscuridad.
Nunca salí de esa habitación. Ahora soy parte del espejo, atrapado entre mundos. Si alguna vez encuentras una mansión abandonada con un espejo en una habitación vacía, no te acerques. No mires demasiado tiempo. No quieras saber qué hay al otro lado.
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