Little Stranger | Sahyo G!P Adaptación

02

Sana, 11 años.

—Y cuando presionas las teclas juntas, obtienes esto.

Suena el piano mientras mi tutora me muestra cómo tocar Happy Birthday.

Ella me ha estado enseñando durante las últimas dos semanas, y le pregunté si podía mostrarme cómo hacer esa canción, para que pudiera tocarla para Jihyo.

Hoy cumple doce años, pero no quiere ir de fiesta ni pasar un día en familia.

En todo caso, parece triste. Mis abrazos generalmente la hacen sentir mejor, o cuando me acuesto a su lado en la cama y vemos películas, pero dijo que no cuando le pregunté antes.

Bueno, escribió "no" porque todavía no habla. Mamá dijo que es selectiva: elige no hablar, y no lo ha hecho desde que tenía cinco años. No estoy segura de por qué; mi papá dijo que me lo explicaría cuando fuera mayor.

A veces, cuando nos acostamos en la cama o en la tienda de campaña que montamos en la sala de estar, trato de persuadirla o engañarla para que hable, lo que solo la enoja: me ignora durante días cuando lo hago. Mis amigos piensan que es rara por no hablar y se ríen cuando me hace señas, pero yo les digo que se callen.

Todavía compartimos habitación. Mamá quería cambiarla a la suya, pero ella le rogó que la dejara quedarse. Le tiene miedo a la oscuridad y a veces duerme a mi lado. Y no creo que le guste mucho papá. Jihyo salió corriendo de su oficina con un ojo morado el otro día.

Levanto la vista del piano cuando Jihyo entra. Lleva una sudadera con capucha negra, con la capucha levantada, casi cubriendo su cabello negro largo.

Se sienta en el sofá frente al piano y me observa mientras termino mi lección.

Mi tutora va a hablar con mamá, algo sobre tener que reprogramar mi próxima lección, y se enzarzan en una discusión. Las escucho hablar sobre el cumpleaños de Jihyo, que mi papá no estará aquí porque está trabajando hasta tarde intencionadamente.

Jihyo viene a sentarse en el taburete a mi lado. Señala: "¿Enséñame?"

Observa mis dedos mientras le toco lo que acabo de aprender, y sus ojos se iluminan cuando se da cuenta de lo que es. Sonrío y me encojo de hombros.

—Feliz cumpleaños —le digo en voz baja—. Se suponía que iba a ser una sorpresa.

Hace señas: "Gracias" y luego vuelve a hacer un gesto hacia el piano. "Toca."

Esta vez, me equivoco, y ella se ríe silenciosamente de mí cuando resoplo y cruzo los brazos, luego comienza a presionar las teclas frente a ella, en un tono más alto, y trato de no reírme de sus terribles habilidades con el piano.

—¿Te gustó el regalo que te hice? Mamá me ayudó a elegirlo.

Ella asiente con la cabeza y luego me besa en la mejilla y me hace señas:

"Gracias"

Giro la mejilla y señalo la otra. Ella besa la otra, luego señalo mi frente, y ella también lo besa. Cuando señalo mi nariz, me besa los labios y me quedo paralizada.

Retrocediendo, la miro con los ojos muy abiertos.

—¡Mamá me dijo que no dejara que me besaran! ¡Eres una niña!

"Soy tu hermana, así que se me permite."

—¿En serio?

Ella asiente, sus ojos brillan. Me observa durante un largo segundo y luego gira su cuerpo, presionando las teclas del piano de nuevo.

Miro por encima del hombro y veo a mi madre parada en la puerta, con cara de preocupación mientras sostiene el pastel de cumpleaños de Jihyo, con las velas ya derritiéndose.

Más tarde esa noche, papá llega a casa y arrastra a Jihyo fuera de la cama, y cuando trato de preguntarle qué pasa, me grita que me vuelva a dormir.

Cuando Jihyo regresa a nuestra habitación horas más tarde, está temblando y se disculpa conmigo usando sus manos, y la abrazo hasta que se duerme.

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