II

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La lluvia caía intensamente, lo cuál ocasionó que su número de clientes aquella noche fuera demasiado reducido. Hubiera considerado cerrar y volver a casa temprano, pero Jaehyun y él veían una película en la computadora de él, compartiendo una rebanada de pastel de chocolate. Taeyong se acurrucó en su hombro y la nariz de Jae se deslizó entre sus suaves cabellos, deleitándose con ese calor y aroma.

– Creo que ya debería cerrar. Ya es tarde.

Susurró cuando la película terminó, apartándose para estirarse con pereza. Jaehyun asintió y lo observó llevarse el plato, cubiertos y tazas hacia la cocina. Un rayo iluminó las ventanas y un segundo después, el trueno impactó escandalosamente, al igual que la vajilla en el suelo.

Jaehyun se levantó para ayudar a Taeyong, que estaba de rodillas recogiendo el desastre.

– ¡Me asusté! Qué torpe.

– Ten cuidado Tae. No vayas a cortarte.

– Está bien. Normalmente no me asusto con ruidos fuertes ni con nada.

La electricidad se fue a causa del viento y Taeyong se hizo hacia atrás, soltando un gracioso chillido. Los dos se rieron en la oscuridad hasta que Jaehyun puso las manos sobre su cintura y el bajito sintió como la electricidad fluía entre ambos.

– Jae...

Jaehyun lo levantó sin esfuerzo y lo sentó en la barra, uniendo por primera vez sus ansiosos labios. El más joven suspiró y deslizó sus dedos entre los oscuros cabellos ajenos mientras se comían la boca sin noción del tiempo. Sus besos eran extremadamente dulces por los postres y calientes por lo mucho que se deseaban.

✮ ⋆ ˚。𖦹 ⋆。°✩

Taeyong sabía que aquella cita en el departamento de Jaehyun iría más lejos. Después de todo ya eran adultos, se atraían y lo necesitaban. Le parecía casi obvio y aunque pensó en mil excusas para no ir, al final estaba ahí.
Jaehyun le besó el cuello, derritiéndolo por completo mientras lo guiaba a su habitación hasta que sus rodillas rozaron con la cama. Se deshizo de sus abrigadoras prendas superiores y lo recostó, tomándose un buen tiempo para besarle el pálido vientre.

– Eres precioso. Muy hermoso. – Jaehyun le mordió suavemente el costado de la cadera, sacándole un gemido. Taeyong lo miró llenarle de besos cada parte de su cuerpo hasta que se entretuvo con sus rosados pezones y por inercia levantó su tronco un poco para continuar sintiendo esas tan agradables sensaciones. Jaehyun succionó y chupó, gustoso. – No puedo esperar más ¿Está bien?

Taeyong asintió, dejando que una mano ajena se deshiciera de su pantalón y ropa interior. Jaehyun gruñó al verlo usar ropa interior de encaje y lamió por encima de la tela, haciéndolo suspirar.

– Jaehyun. P-pensé que eso te gustaría...

– Oh sí bebé. Me encanta.

Taeyong se mordió el labio inferior mientras Jaehyun le besaba los muslos y bajaba su ropa interior. Y luego su respiración se entrecortó mientras el pelinegro devoraba su sexo. Jamás le habían hecho eso.

– D-dios mío. Jaehyun. Oh...

La cabeza de Jaehyun subía y bajaba mientras chupaba, lamía y succionaba su miembro, haciendo un repetitivo ruido con la boca. Taeyong se removía, aferrándose a las sábanas sin dejar de mirar la cara de Jaehyun entre sus piernas.

– ¡Jaehyun!

El mayor ingresó un primer dígito en su cavidad, sin dejar de complacerlo oralmente. Taeyong no era más que suspiros y jadeos, moviendo su cadera hacia él para recibir más y más.

Coffe rose - Jaeyong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora