Limón y Sal

La sangre Jeon

Jungkook caminaba por aquel bosque mostrando sus brazos musculosos y sus tatuajes, pronto tendría aquello que tanto anhelaba. Le hizo una señal a sus hombres para que rodearan el lugar y fue cuando escuchó los disparos, hizo una señal enviándolos a atacar, mientras él corrió hacia el bosque para acorralarlos. 

Mientras corría vio a Jimin correr con aquel vientre que empezaba a verse más pronunciado, entonces recordó su infancia. Jeon Jungkook era el menor de tres hijos de la gran familia Jeon, el capo más cruel que hubiese gobernado Asia. Fue criado para ser un hijo de la mafia y su padre no se tentaba el pulso para infringir castigos, este vivía golpeando a su esposa quien había tenido gemelos en el primer parto y luego había cometido el desatino de procrear otro hijo. 

Cuando su madre se embarazó por tercera vez, Jungkook observó como su padre la ahogaba en la piscina. Luego le dijo a sus tres hijos: "Somos los Jeon, nuestra sangre no se desperdicia y solo basta uno para seguir la línea sanguínea. Ustedes tres son innecesarios y necesito solo uno, los demás deberían morir al igual que la puta de su madre."

Jungkook jamás olvidó aquella imagen, su madre totalmente inerte frente a ellos. Solo cuando visitaba a la hermana de su madre es que tenía algo de paz, jugaba con Hoseok y con su hermano Seon-Ho quien poco después se mudó al extranjero. Cuando la madre de Hoseok quiso vengar  a su hermana fueron asesinados por los Jeon, luego en el cumpleaños catorce de Jungkook fue que sucedió la peor tragedia. 

Vio a sus dos hermanos pelear a muerte por ser el heredero Jeon, su padre le dio un arma y le ordenó. ─ Tu abuelo y yo hemos gobernado con mano de hierro, la mafia es nuestra y tú debes ser el nuevo capo, mira a tus hermanos como pelean, son tan estúpidos porque ninguno se atreve a atacar con furia. ¡Maten a Jungkook!

Cuando su padre ordenó aquello, Jungkook sintió que su vida terminaría sus hermanos lo atacaron, pero el mayor se suicidó frente a él y el otro atacó, pero su padre lo asesinó. Entonces dos años después Jungkook le quitó la vida a su padre quien le había dicho que en su sangre encontraría el mismo mal que él, su propio hijo sería su desgracia. Desde ese día juró que con él finalizaría la sangre Jeon, pues acabo con la familia de su padre por completo. 

Regresó al presente y vio a Jimin, estaba nervioso y asustado, le seguían varios y Jungkook sintió que su corazón se aceleraba jamás había experimentado aquel sentimiento que sentía por Jimin. El rubio tocó su vientre, Jungkook sintió ternura de verlo acariciando aquel vientre enorme y entonces le habló con ternura.

─ Calma... No pasará nada mi lindo Hyun-Woo, porque yo cuidaré de ti... ¡Ahhh! ─ Gritó cuando lo sostuvieron con fuerza y su espalda sintió la dura madera. Jungkook deseaba sostenerlo entre sus brazos para que ya no llorara o se sintiera con temor. 

─ Y yo te cuidaré a ti. ─ dijo Jeon cubriendo su boca con su mano. Jimin abrió sus ojos en grande y sintió miedo, en vez de empujarlo tocó su vientre. ─ Te encontré, te lo dije... Eres mío.

Jeon quitó al mano de su boca y Jimin le suplicó. ─ No lastimes a mi hijo, no quiero abortar...

─ Eso no me es importante cuando Tomohisa quiere lo mío... Además si te obligara morirías y yo no deseo dejar de disfrutar de tu cuerpo.

─ Yo no me entregaré a un hombre que tiene suficiente con sus amantes, no soy alguien que busque ser un... ─ Jungkook no deseaba que lo odiara, pero Jimin protegía a su hijo sin saber cómo era aquella sangre maldita de los Jeon.

─ Por tu hijo lo harás. Esa es mi condición para que tengas a tu hijo, eso sí a la primer señal de la sangre podrida de los Jeon lo mataré. ─ dijo Jungkook, luego tomó su barbilla y se acercó sus labios casi se tocaban y Jimin solo podía ver a un hombre cruel.