Limón y Sal

¿Cómo se lo digo?

Taehyung estaba con Jimin quien seleccionaba el traje de bodas, se suponía que Hoseok estaría con ellos, pero este se había dado a la fuga y no entendía el porqué tenía dos días sin querer hablar con él. Jimin sabía lo que estaba haciendo Hoseok quien estaba nervioso por los exámenes médicos que le harían ese día. ─ Tae, ¿No crees que deberías concentrarte más en lo que haces?

Taehyung vio su traje, era diferente el pantalón y el saco, así que observó que había tomado diferentes prendas de la caja. ─ Lo siento... Es solo que pienso en Hoseok y en que él... No me habla.

─ Taehyung, ¿Desde hace cuanto lo conoces?

─ Necesitaría una buena comida para contarte esa historia. 

Jimin sonrió y asintió, se probaron los trajes y luego fueron a un restaurante. Taehyung entonces comenzó el relato de cómo había conocido a Hoseok. 

Narra Taehyung

Las familias Jeon y Jung eran muy amigas de mi familia, pese a ser vecinos de los Park con ellos no tenía mucha relación excepto por ti Jimin. Cada fin de semana iba a reuniones y asados en la casa de los Jung, estos tenían dos hijos, pero el mayor vivía en Europa y el menor era una doncella que prefería el clima helado de Japón. 

Un día mientras corría detrás de mi hermano Jin, subí por las escaleras hasta la segunda planta de la mansión y justo cuando iba a girar, choqué contra aquel chico de diez años, yo tenía ocho, pero al verlo me quedé mudo pues era tan lindo que me sonrojé. ─ ¡Fíjate por donde caminas, estúpido mocoso!

─ Lo siento, pero no sabía que había alguien más en la casa. 

─ ¡Deja la mierda, Hoseok! Es Taehyung, el hijo de los Kim. ─ dijo Jungkook, Hoseok me vio de pies a cabeza y luego sonrió de lado. Era un chico muy coqueto y ese día descubrí que también era un chico mimado por sus padres. Con el tiempo empecé a estar pendiente de él, pero él no me hablaba, me llamaba solo mocoso idiota. A mí me atraía mucho y me gustaba escuchar su risa.

Un día nadaba en la piscina de mi casa, tú me habías cancelado la cita en el café manga, tenía trece años y creo que tú habías pasado por una discusión con tu padre. Sucedió pues que, nadaba tranquilamente cuando él apareció junto con Jin, usaba solo un bañador muy sugerente, se lanzó a la piscina y, mientras Jin estaba distraído con NamJoon, me arrinconó y acarició mi miembro.

— El chiquillo tiene buen arma aquí abajo.

— Espera... ¿Qué haces?— dije con mi voz temblorosa, él solo me sonrió y se acercó a mi oído para decirme.

— Eres un tonto pervertido. — Lo empujé con todas mis fuerzas y salí de la piscina escuchando su risa, la cual ahora me parecía ofensiva y detestable. No volví a verlo pues mi padre me envió al internado, el mismo donde estuvimos los últimos años de la secundaria.

Cuando lo volví a ver fue después del fallecimiento de mis padres y los de los padres de Jungkook. Tenía dieciocho años cuando me reuní con el joven capo en su mansión, él y yo teníamos algunos gustos en común, en especial los amantes. "Sí, recuerdo que eras muy activo desde los quince" En efecto, Jimin,  no voy a negar que  me empezaste a atraer, pero respetaba mucho nuestra amistad.

Ese día Jungkook invitó a unas chicas a pasar el rato, estábamos en el jacuzzi y solo usaba un bóxer ajustado, siempre he sabido que mi cuerpo es apetecible para cualquiera. La chica estaba muy cerca y sus pechos rosaban mi pecho, lleve mis manos a su cintura y la atraje a mi cuerpo, justo en ese momento, él apareció llorando.

— Kook, el idiota de Park me tocó el trasero frente a todos, le di una patada, pero fue vergonzoso. — Dijo llorando, Jungkook salió de la piscina y se acercó a él. Salí con las dos chicas y me dirigí a Jungkook.