Escape

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Jimin estaba más relajado en aquella casa, sin Jungkook y Hoseok todo era más tranquilo, pues no había nadie que le llamara acosador y le hiciera repetir mil veces la limpieza de algo como lo hacía Hoseok, y menos alguien que lo tomara en cualquier parte de la casa. Se sentía exhausto de tantas cosas que pasaban en su vida. Él siempre había soñado tener una excelente carrera en al policía, ser ascendido y poder llevar tranquilidad a las personas que necesitaran de justicia. 

Atrapar criminales o resolver un caso era lo que más le fascinaba, siempre sonreía cuando llevaba a algún asesino o delincuente a la cárcel. Entonces estar de sirviente limpiando unos libros que estaban más limpios que él le daba rabia. ─ ¿Por qué mierdas tengo que limpiar otra vez estos libros? Todos los día es lo mismo, luego el escritorio y el ridículo piso que nadie pisa porque ¡Nadie en esta estúpida mansión es amante de la lectura! ─ dijo gritando sabiendo que nadie le escuchaba pues nadie iba  a la biblioteca. ─ Y este libro está muy bueno. ─ dijo leyendo el título del libro, abrió una de las páginas del libro y leyó sonrojándose ante aquella narración. ─ ¡Diablos españolita! Si que te hace gritar el Mocumetl ese...

─ ¿Qué hace aún en la biblioteca? ─ Preguntó el ama de llaves. 

─ Aquí casual disfrutando de las picarescas  aventuras de los españoles y españolas con los indígenas. ─ dijo en tono sarcástico. La señora solo puso los ojos en blanco pues era común que Jimin respondiera de esa forma. ─ Llevo limpiando esta putería toda la mañana, así que no se queje que fue el tal Hoseok que me ordenó esto. 

─ Debe ir a comer, no pierda tiempo. 

─ No puedo amanecí mal del estómago y solo he tomado líquidos por el momento.

Dijo esto y empezó a descender, de pronto sintió un fuerte mareo que lo hizo caer de la escalera en la que se encontraba. La señora  Young-Sun se apresuró a rescatarlo sintiendo temor de la caída, pero Jimin era muy ágil y logró estabilizarse. ─ ¿Está bien, joven Park?

─ Sí, solo fue un malestar. ─ dijo sonriendo. Luego fue a la cocina donde comió solo el postre y luego fue a limpiar las habitaciones. Entró a la de Jungkook y sintió el aroma de este, amaba el aroma varonil que emanaba de su cuerpo. Sin pensarlo se acostó en la cama de Jungkook, entonces recordó la mañana antes de su salida a Japón. Jungkook lo había llamado para limpiar el baño, entonces cuando entró a la habitación de Jungkook este le había lanzado a la cama para hacerle el amor. 

Recordó sus besos, sus labios abriendo los suyos y su lengua entrando en su boca, Jungkook era buen besador. Sus piernas temblaban cuando lo tomaba de la cintura y descendía hasta sus glúteos apretándolos. Su boca recorría su piel, mordía su puntos sensibles hasta llevarlo a la locura, había pasado una semana de su viaje a Japón y lo estaba enloqueciendo totalmente. 

Recordó su miembro en su interior que lo abría por completo, empujaba fuerte en su interior, tocaba aquel punto que le hacía experimentar un éxtasis delirante. De pronto Jimin sintió vergüenza al encontrarse tocándose en la cama de Jeon, sus mejillas se tiñeron de carmesí y se levantó soplándose con la mano ante el calor que sentía. 

Cuando finalizó toda la limpieza sintió debilidad y decidió irse a su habitación sin cenar, no sabía que tenía, pero estaba muy mal. Sabía que era bobo por haber caído en las manos de Jeon, quien había salido en las noticias de escándalos con una japonesa muy hermosa comiéndole la boca,  luego con un japonés de adorable al cual había llevado a un club, se dejó caer en su cama y cerró los ojos durmiendo según él pocas horas. 

Mientras tanto, Taehyung estaba en una cama de sábanas rojas frente a él de pie sobre la cama Hoseok le veía con hambre. Vestía una diminuta prenda de encaje que apenas cubría su miembro y unas medias de encaje rojo que lo hacían ver tan sensual que Taehyung deseaba arrancárselas con los dientes y follarlo duro. 

Limón y SalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora