Mevak(Pausa)

6

“JAKER”

Litefr
Salón de baile.
Día 470, Año 8, Siglo 4, Centenar 8, Era 2.
10:25 AM

—Con todos ustedes —el nuevo aviso del soldado en la puerta hizo a Jaker acomodarse mejor el traje.

Sabía quién iba a entrar por esa puerta y quería demostrar toda la grandeza de Radesul con palabras y actos.

—El Duque Diego Dahl y su hija Elisabeth Dahl.

Un hombre de unos cincuenta años y canas en el cabello rubio oro entró por la misma puerta que las demás familias, iba acompañado por una joven de rubios cabellos, piel lechosa y ojos verde botella.

Jaker no pudo evitar escanearla con la mirada, era una de las chicas más guapas que había pasado por ese salón, y eso que aquí habían muchas, pero la belleza de esa joven había producido que muchos volvieran la mirada hacia ellos.

—Un gustó volverlo a verlo Majestad —el hombre hizo una leve reverencia junto a su hija—. Gracias por la invitación.

—Yo soy el que te da las gracias Dahl, eres el único aparte de la familia real de Escores que aceptó venir.

La voz de su padre podía demostrar amabilidad, pero Jaker sabía que guardaba el mismo repudio que todos los presentes en esa sala, exceptuando a las personas de Fharcos y Zaquer.

—Tú hija ¿No?, es muy bonita felicidades.

—Si, Elisabeth es el mejor regalo que Dios pudo darme —los ojos del hombro se posaron en los de su hija y ambos se sonrieron demostrando sin palabras todo en amor que poseían padre e hija.

Aquello provocó un pequeño dolor en el pecho de Jaker, parecían tenerse tanto amor, y el rubio desearía tener una relación mínimamente parecida con su padre.

—Quizás ella termine casandose con mi hijo —Efraín bromeó— ¿Qué piensas de eso… Elisabeth?

—La verdad no me interesa en lo más mínimo casarme con su heredero, Majestad —aquélla respuesta dejó a todos los presentes en la sala asombrados y otros conteniendo las carcajadas.

—¿Entonces porque aceptó la invitación? —la lengua de Jaker fue más rápida que el filtro de su cabeza y cuando se dió cuenta ya había soltado la incógnita.

—Simple, quería ver el caos que se formaría en este baile —la voz de la muchacha salió con un tono jugeton y bromista.

La respuesta descolocó más a Jaker de lo que estaba, la apariencia pura y tímida de la chica era solo una fachada que lo había engañado.

Y entonces pudo ver en los ojos verdes oscuros que poseía la picardía y diversión por el momento.

Para evitar otro vergonzoso momento su padre le ordenó al Duque, de la manera más amable que pudo, que tomara asiento y dió la orden a los guardias de que mandarán a pasar a la familia real de Escores.

En menos de lo que canta un gallo Adur abandonó su lugar y se situó a su lado, a diferencia de con las demás familiares reales nadie, quitando a Fharcos y Zaquer, se levantó para recibir a los Bergman.

La mayoría de los presentes miraban a la puerta tratando de adivinar que adefesio entraría por ella.

Jaker conocía a el rey Thiago Bergman y a su hermano y general Luka Bergman, pero nunca en su vida había visto la cara de sus hijas ni las de su hermana.

—¿Creés que la princesa de Escores y sus primas seran muy feas? —el susurró de Adur ocupó su oído y mirándolo le respondió.

—Seguró son más feas que las brujas de los cuentos —le respondió con sorna.