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~ Hubo un tiempo de Guerras en el Cielo, sin lealtad, sin un Dios al que adorar ~

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Caín estaba sentada en el regazo de su Padre, mientras este le daba mimos, ella se volvía a sentir como una niña pequeña, Asmodeo se encontraba frente a su Padre y media hermana, tomando una taza de té, Satán por su parte se encontraba con la boca abierta y los ojos como platos al ver a la primera asesina, la Madre del asesinato, a la perra más perra del Averno, comportarse como una niña pequeña.

- es que no me lo creo - susurro aun atónita Satán

- yo sí, pero eso no es muy relevante - dijo Asmodeo tomando de su Té

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- yo sí, pero eso no es muy relevante - dijo Asmodeo tomando de su Té

- creo que te daré la razón Ozzie, pero, aunque no me lo creas, esa perra de ahí es peor que Mammon - Satán menciono con honestidad

- Mmmmmm, no creo, pero digamos que te creo - respondió de forma vaga Ozzie

- como sea - dijo sin más la soberana de la Ira tomando una copa de vino

Adán le seguía dando mimos a su pequeña, aunque ya no era tan "pequeña" pero bueno un Padre nunca dejaba de ver a su hijo como un pequeño niño, Caín por su parte disfrutaba de la atención que estaba recibiendo era la primera vez, desde que había nacido Caín que volvía a recibir aquella atención, era simplemente perfecto.

- Papá - llamo Asmodeo a su Padre - ahora que Caín está aquí debo de volver a preguntar ¿qué harás ahora? - cuestiono el señor de la Lujuria

El Ángel CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora