Corazones Rotos

CAPITULO 29

Tercera persona omnisciente

Muchos años atrás

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Hoy es un hemos día soleado, raro en Dublín, normalmente es una ciudad fría, con lluvias y aires.

La pequeña Júpiter de 8 años está en su casa jugando con 2 muñecas que su papá le compro hace días en el supermercado, su mamá está horneando un pan para la cena, y papá viene llegando del trabajo pero no viene solo, con sigo trae a su hermano Fiin, que viene de Hamburgo para pasar unos días con ellos, sonriente ingresa a la casa y con un beso en la mejilla salud a Clarisse.

-Saluda Júpiter.

Le dice su padre a la pequeña y esta con dificultad e levanta del piso para acercarse y darle la mano a su tío Fiin.

Clarisse y sean se miran confundidos, normalmente la pequeña sale disparada a los brazos de su padre cada que este regresa a casa.

Están compartiendo una deliciosa cena los 4, para después pasar a descansar.

Es media tarde, Júpiter se quedó dormida después de merendar, su mama salió a comprar lo de la cena, papa se fue a trabajar y no vendrá hasta otro día, el tío Fiin, salió de darse una ducha, se da cuenta que no hay nadie en casa y se dirige a la habitación que le prestaron, pero pasa por la habitación de Júpiter y la mira dormida, se queda por mucho tiempo mirándola, hasta que se va a su habitación a ver televisión.

Después de que Clarisse, Júpiter y Fiin, terminaran de cenar se levantan para ir a dormir, Clarisse acuesta a su pequeña de 6 años en la cama y le besa la cabeza deseándole dulces sueños.

Pasadas las 8 de la noche ya ellas 2 duermen, cada una en su respectiva habitación, pero el no, Fiin se levanta sin hacer nada de ruido y se introduce en la habitación de Júpiter, cierra con seguro y se recuesta a su lado bajo el cobertor.

Ella siente la presencia y abre los ojos muy grande al sentir a alguien en su cama, a su espalda, Fiin le susurra en el oído que no haga ruido, y ella solo se queda quieta sin moverse y sin poder decir palabras, pues ella tiene muy claro lo que una persona puede hacer y lo que no, su mama le tiene muy claro todas las formas de abuso que no debe permitir de nadie más.

Y claramente que un hombre extraño entre a su habitación, se meta a su cama y la abrace como Fiin está haciéndolo, es obviamente algo que no debe de suceder.

El comienza a meter su mano por debajo de su batita blanca de dormir, tocando su suave e infantil piel, ella está asustada pero no se mueve y se le empiezan a empañar los ojos.

Le toca los estómagos, sube a su pecho y vuelve a bajar hasta tocar su monte de venus, la voltea boca arriba y ella sigue sin decir nada, él toma su mano y la obliga a tomar su falo erecto, ella intenta apartarla pero la vuelve a obligar.

--Eres tan hermosa Júpiter, te estas convirtiendo en toda una señorita- no es cierto, es solo una pequeña de 6 años, es una niña que apenas aprendió a escribir su nombre completo, es una niña confundida ya que apenas entro a la escuela básica, es una niña que brinca de emoción cuando su padre llega con una paleta para ella, una niña que siente que puede gobernar a todo el mundo cada que su mama le coloca los vestidos ampones junto con sus coronitas.

Ella deja escapar unas lágrimas silenciosas, mientras su mano reposa en su miembro y el sigue tocándole su intimidad, le guía la mano para que suba y baje, ella intenta levantarse de la cama pero el, la sujeta y no la deja bajar.

-Si no me sueltas le voy a decir a mi mama-asustada, le dice la pequeña.

Fiin, la suelta y deja que se levante de la cama y el hace lo mismo, se dirige a la salida.