CAPITULO 30

1.3K 62 2
                                    


LUCIFER

━━━━━━━━※━━━━━━━━


el dedo en la pantalla de mi teléfono hasta que encuentro el nombre de Devil en la lista de contactos.

Después del segundo timbre me responde y escucho como se disculpa con alguien, supongo que para tomar la llamada.

—¿Si?

—Tengo una pequeña misión para ti.

—¿Así? ¿No me digas?

—Te quiero a las 9 en mi pent-house, llevare a una chica y te la tiraras, te gravare y a quien se lo mande tiene que creer que somos un trio muy excitado.

—Bueno, esos trabajos si me gustan, muy bien te veo ahí.

—Lleva sustancia, la vamos a necesitar.

—Bien.

Guardo el móvil en la bolsa de mi pantalón de entrenamiento, busco mi presa en el área de tiro y la encuentro riendo con unas chicas, me aseguro que Emma no este cercas para que no me eche a perder mis planes. Me acerco a Helen cuando no la veo cercas.

—Ven conmigo —la tomo del brazo con delicadeza y las chicas que la acompañaban se quedan con la boca abierta cuando me ven tan cerca.

—¿Necesitas algo? —miro hacia todos lados antes de recárgala en la pared del edificio.

—Sí, ¿recuerdas que teníamos pendiente un trio? —esconde los labios y se asegura de que nadie nos vea.

—No creo que sea buen momento para Emma...

—¿Quién te dijo que quiero a Emma en esto?

—¿A no? —niego y me acerco para juguetear con su cabello castaño oscuro entre mis dedos.

—Te traigo muchas ganas desde hace un tiempo, y ahora que lo deje todo con Emma no quiero reprimirme más. ¿A ti te importa que Brenan se entere? —esos dos se traen algo desde siempre, algo como Emma y yo, pero menos retorcido según las palabras de Helen, ella siempre ha estado enamorada de él y pensé que el imbécil le correspondía, pero al verlo tan empecinado con Júpiter comencé a dudar demasiado de sus intenciones para con ella.

—El prefirió quedarse con esa tonta pelirroja, pues que le aproveche.

—Bien dicho —paso mis nudillos par el hombro de piel canela se estremece con mi tacto— entonteces a las 7 nos vemos en el estacionamiento, iremos a beber algo primero.

—¿Quién será el tercero?

—Es una sorpresa que te encantara, de igual forma tal vez me arrepiento y te disfruto entera, solo yo —susurro en su oído y le doy un ligero beso, en la mejilla, siento su respiración pesada y me separo de ella triunfante y con una enorme sonrisa.

Camino a mi oficina y veo a Dylan entrenando con sus hombres. Le sonrió y me fulmina con la mirada. Le va a pesar meterse donde nadie lo llama, y ahora que la pelirroja me confirmo que lo bateo como el imbécil que es, más le va a pesar, porque se va a quedar sin una y sin la otra.

Llegada la hora acordada me voy al parqueadero del pentágono después de darme un baño y cambiar de civil. Helen ya me espera sonriente con un vestido corto y provocativo. Le sonrió y quito el seguro de mi auto para que entre en él. La llevo al edificio y entramos al bar, nos sentamos en una mesa lejos de todos y me concentro en emborracharla y darle a probar de mis besos y caricias. Pasadas las 9 se ve y se siente ebria y Devil me informa que ya está en mi apartamento.

Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora