𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒅𝒆 𝒋𝒂𝒅𝒆-𝑵𝒊𝒏𝒋𝒂𝒈𝒐

𝒐𝒄𝒉𝒐

En otra parte del palacio un rubio solo esperaba que anochesca impaciente.

-Disculpe silencioso, la emperatriz quiere verlo, insiste mucho desde que escucho de su llegada al palacio.

-Esta bien, gracias por avisar.

Dicho eso caminó casi al otro lado del palacio, entrando por un pasillo secreto para llegar a una sala donde habia un cuarto cerrado, cuando entra solo ve a su madre sentada en la cama.

-

-Lloyd -mirándolo preocupada- hijo, no tienes por qué hacer esto

-Mamá, lo tengo que hacer, perdón por todo -mirandola- ¿estas comoda aquí?

-Si -suspira rendida- ven aquí, no es cortes hablarme desde el otro lado de la habitación- y dicho eso Lloyd se acercó a ella.

-Si necesitas algo puedes pedirlo, comida, una cama más cómoda, mejor ropa, lo que sea y quieras -mirandola con cariño mientras le daba un beso en la frente y le acomodaba algunos mechones de pelo.

-Tranquilo hijo, solo quisiera que fuera como antes, se que estás enojado con ellos pero estas no son formas, eramos felices cariño -tomando el rostro de su hijo adoptivo mientras le acaricia la mejilla y siente como su respiración se iba relajado- puedes rendirte ahora y volver como era antes, ni ellos ni Ninjago tiene que salir afectados.

-Ya es tarde, tengo las tres máscaras, el ADN de ellos, ya hice cosas de las cuales no estarías orgullosa -mirandola mientras habla con una voz suave.

-Aunque todos esten en tú contra te voy a querer Lloyd, recuerda eso, aunque te manches las manos y lo hiciste, aún te amo como el día que te vi en el orfanato -sonriendole- aunque me duele lo que hiciste y lo que harás, no puedo hacer nada, me tienes en esta jaula de oro.

-Perdón de vuelta mamá -toma ambas manos de la mayor y besa sus manos- terminé esto bien o mal para mí, te prometo que tu no serás lastimada.

-Se que me cuidadas, también se que el dia de la explosión trataste de salvar a tu padre, pero ya esta, el pasado no se puede cambiar hijo mío -sonriendo suavemente.

-¿Quieres que cenemos juntos? Me haré el tiempo por ti, pide lo que quieras de comida, yo haré que la traigan -Sonriendole.

-Esta bien.

Luego de un rato de comer y hablar un poco Lloyd se levanta de la mesa.

-Ya me tengo que ir

-Aún no es tarde hijo -tratando de convencerlo.

-Tranquila -abrazandola- todo saldrá bien para ti, independientemente de lo que me pase.

-Oh hijo, no podria soportar perderte a ti también -acariciando su pelo.

-Me tengo que ir -separándose de ella.

-Cuidate cariño.

-Lo haré- sonriendole mientras le da un beso en las manos.

Luego de salir hacia la parte principal del palacio llama a los guardias.