𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒅𝒆 𝒋𝒂𝒅𝒆-𝑵𝒊𝒏𝒋𝒂𝒈𝒐

𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂 𝒖𝒏𝒐: 𝒗𝒊𝒔𝒊𝒕𝒂𝒔

Prisión kriptarium
Él estaba alejado de todos al igual que su padre, ambos fueron encerrados en celdas separadas y lejanas, tanto entre ellos como de los demas prisioneros.
Luego de la caída del edificio y unos huesos rotos era hora de pagar por lo que hizo; lo venian a visitar su mamá, aveces venía su tío y finalmente el ninja de la velocidad, el cual como dijo le trajo la comida tailandesa; al principio lo rechazaba porque no entendía que hacía o porque lo hacia, finalmente acepto un dia que tenia mucha hambre.
El equipo de ninjas de la ciudad no querían saber nada de él, era obvio.
De quién no esperaba una visita era de Misako la cuál llego con una bolsa en manos.

-Hola Lloyd, como estas?

-Aparte de en prisión con un brazo roto y un tobillo esguinzado? No lo sé dime tú como tendría que estar -mirandola con desagrado.

-Vine a hablar, ten, te traje algo -pasandole por las rejas la bolsa.

-Chocolate blanco, no soy fan, me gusta más el amargo -sentándose en el piso frente a ella.

-No lo sabía -bajando la cabeza- dime, como fue tu vida después de?

-Bien, en el palacio fui feliz por así decirlo, era cansador pero podía con ello hice varias cosas.

-Ya veo.

El silencio se apoderó del lugar, solo de escucha el reloj de la pared y la respiración de ambos.

-Cuando te volverás a ir?

-Eh?

-Si, lo que dije, no eres alguien que se quede en un solo lugar, para que viniste aqui?

-En dos meses -bajando la cabeza- vine para ver si podiamos empezar a entablar alguna relación antes de...

-No, escuchame Misako, una relación de cualquier índole toma tiempo, esfuerzo de ambos y lo más importante es que ambas partes quieran ese vinculo, no puedes forzarlo y se que te duele lo que hiciste o quiero creer eso, pero un vínculo tan importante como madre e hijo es único, alguien más lleno ese papel y ese vacío en mi corazón... No creo ser capaz nunca de llamarte mamá.

-Se que es difícil pero con el tiempo...

-Mi respuesta sigue siendo no, soy un adulto ya y sobre la constancia de hablar no va a pasar porque luego te vuelves a ir, se que amas las aventuras, yo estoy aquí Misako, encerrado en un lugar como cuando era niño -mirando el suelo- aún te tengo rencor, no te quiero ver, sabes que estoy vivo y es suficiente.

-Esta bien Lloyd, respeto tu desicion -tratando de aguantar las ganas de llorar- el dia que cambies de opinión puedes contactarme -sonriendo mientras se levantaba- Ojalá que todos los pecados que hiciste sean perdonados.

-Los tuyos también Misako -vio a la mujer darse la vuelta e irse.

El rubio abrió la bolsa y vio los dulces, él no los queria, asi que se los iba a dar a cierta persona cuando venga.

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Estaba acostado en su cama, aburrido pues habia terminado de leer un libro que le mando su madre, la puerta sonó y vio el peculiar sombrero de su tío acercarse, lo vio desde su lugar pues no se digno a levantarse.