Rose
Mi mente estaba en blanco, busco y busco, más no recuerdo a las personas que me visitan constantemente, ellos dicen conocerme, que he tenido un accidente, sin embargo, he buscado cicatrices en mi cuerpo que confirmen sus palabras y no he encontrado ninguna; además están esas pesadillas, ese hombre tocándome sin que yo quiera; lo único bueno es que no he visto a ese hombre. Esa mujer Elena no me inspira confianza y mucho menos su esposo Lynch. No me pasan desapercibidas sus miradas, me desnuda con la mirada.
Por ello paso escondida en el armario la mayor parte del tiempo, hay días que me obligan a salir es cuando me pinchan con esas agujas, llamó a mi padre, es así como lo llamo en mis sueños el me rescata del hombre malo que me hace daño, él me cuida cuando tengo miedo.
-¿Dónde está Ray? ¿Qué han hecho con él y con Carla? -Ellos se miran entre sí, sin responderme.
-¡MALDISIÓN! ¡QUIERO VER A MIS PADRES! -Les grito y trato de apartarme de sus manos, al mismo tiempo recibo una bofetada de Elena.
-¡BASTA! Vamos a calmarnos. Elena sal de aquí y no vuelvas a entrar aquí de ahora en adelante seré yo quien este a cargo de Rose -La mujer me mira con odio y sale de mi habitación.
-Rose, si le vuelves a gritar a cualquier miembro del personal tendré que amarrarte a la cama y por lo consiguiente no volverás al armario. Sé que es tu lugar seguro y te gusta estar ahí. Ese será tu castigo -El brillo de sus ojos no me gusta, es el mismo que tiene el hombre de mis sueños.
-Quiero a mis padres. Quiero salir de aquí y regresar a mi casa -Le devuelvo la mirada. Miro enojo en ellos.
-Siento decirlo, Rose. Tus padres no han sobrevivido al accidente y el gobierno incauto las propiedades de tu padre. Al parecer debía impuestos. Así que por el momento este lugar es tu hogar hasta que decidamos que puedes irte -Trata de tocar mi pierna, al mismo tiempo me aparto de su toque.
-Bien, te dejaremos por hoy. Solo recuerda quien ha sido amable contigo la próxima vez que regrese -Lo dice como una amenaza.
****
Para mi buena suerte a pesar de que el doctor Lynch no regresa, mis pesadillas se están presentando más seguido, casi no puedo dormir. El cansancio me vence. Todo a mi alrededor parece real, el hombre de siempre aparece, para recorrer mi cuerpo con sus sucias manos, grito hasta rasgar mi voz, todo esfuerzo es en vanos porque nadie viene a rescatarme, el hombre se ríe de mí, saca su cinturón para comenzar a golpearme.
-No, no por favor, no me lastimes -Le ruego.
-Nadie, vendrá a rescatarte todos están muertos eres mía, ¡MIA! -Me grita y despierto agitada. Mi corazón late con desesperación.
Quiero que me dejen ir, así que cada vez que me dejan la comida les pido que por favor me lleven a mi casa. La verdad que no quiero la comida. Los días anteriores después de comer me da mucho sueño.
-DÉJENME IR. SAQUENME DE AQUÍ -Me desgarro la garganta gritando, implorando todos los días. Pero nada, me encierro en el armario, ese lugar se ha vuelto mi refugio. Hasta que un día llego él, Peter.
Sus figura es intimidante, su sonrisa me desarma, el problema es que no confío en nadie. Él me sonríe no me exige que salga del armario. Me cuenta que también perdió a su familia, aunque le han dicho que su madre aún vive. No confía en nadie.
-¿En Elena si confías? Te he escuchado hablar mucho con ella -Más que hablar porque he escuchado gruñidos y jadeos provenir de su habitación.
-No, no confío en ella. Lo que he hecho es ganarme su confianza. Ella me da asco -Miro sus hermosos ojos grises, ellos reflejan la verdad y esa sonrisa de lado que me hace estremecer.
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EL OTRO LADO DEL ESPEJO
FanfictionSi bien la mayoría de los personajes le pertenecen a E. L. James, lotros son de mi imaginaciónl La historia si me pertenece es de mi autoría, con la colaboración de mi amiga Pame de Argentina Se prohibe la copia, la adaptación o cualquier uso que se...