Capítulo 23

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Anastasia

No necesito que Cristian me demuestre cuanto me ama, eso lo sé con solo verlo, sin embargo, me gusta hacerle creer que debe demostrármelo, es muy placentero, los orgasmos que me provoca me hacen relajarme y a él lo hacen sentirse satisfecho.

Sé que algo me oculta, quiero que me lo cuente, que no me vea como la mujer frágil que rescató en aquella bodega, que he aprendido a fortalecerme a pesar de las situaciones por las que he pasado.

—¿Qué tal estuvo tu día en la oficina? —Me mira a los ojos de manera curiosa.

—Señora Grey se ha vuelto muy curiosa? —Cristian sonríe.

—¿Acaso no puedo preocuparme por mi esposo? O ¿Me oculta lago señor Grey? —Ahí esta ese brillo en sus ojos, cuando pretende mantenerme en la ignorancia.

—Ana, solo no quiero que te preocupes, la fecha de nacer los niños está cerca y no queremos complicaciones, ¿cierto? —Niego.

—Ese es el problema Grey. Que entre más me ocultes, más me preocupo. Aunque crees que me engañas no lo haces —Me separo de él. Dejándolo totalmente erecto me relamo los labios, he quedado a medias igual que él.

Me dirijo a la ducha poniéndole seguro a la puerta del cuarto de baño, estoy molesta, todos creen que soy tan frágil como el cristal. Escucho que mi esposo trata de entrar, sorpresa está cerrada. Me tomo mi tiempo para ducharme, mis hijos sienten mi tristeza y comienzan a moverse dentro de mí.

—Tranquilos, papá y mamá suelen tener diferencias —Me acaricio el vientre para que sientan mi manos. Ellos me golpean donde están mis palmas.

Salgo del cuarto de baño, Cristian está sentado en la cama como un chándal y una camiseta, está mirando al suelo. Lo ignoro, dirigiéndome al closet para vestirme; al salir del closet ya vestida Cristian me sigue con la mirada.

—Nena, no te molestes —Me toma de la mano y me mira a los ojos. Veo dolor en su mirada, a mi esposo le lastima que no le hable.

—No estoy molesta, Cristian. Estoy decepcionada. Me ocultan información que puede afectarme directamente, lo que implicaría ponerme en peligro por desconocimiento. Me he entrenado y mucho. Estoy embarazada, sin embargo, esto no es eterno. Me dices que no quieren preocuparme y lo hacen al ocultarme información —Me suelto de su mano para dirigirme a la cocina.

Le informo a Gail que no cenaré que solo me prepare un sándwich y jugo de frutas y que estaré en mi estudio. De camino me encuentro con Luke, Taylor y Barnie, paso de ellos, porque mi enojo se incrementa.

Me entretengo en unos manuscritos de la editorial, que pronto se publicará. Minutos después aparece Gail con lo que le pedí, trae cara de preocupación.

—¿Pasó algo Gail? —Ella suspira.

—El señor está molesto por esto —Señala el sándwich.

—No tengo hambre, Gail —Me encojo de hombros.

Ella sale de mi estudio en silencio, le escribo a Robert, queriendo saber como va el tema de mi clon. No obtengo respuesta. ¡Qué se joda! Tendré que buscar la ayuda de otra forma. Continuo con la lectura del manuscrito y sin quererlo a mi mente vienen imágenes de mi clon siendo abusada.

—Ana, nena —Cristian viene a mi lado.

—¿Qué sucede? ¿Son los bebes? —Niego.

—Háblame, por favor —Sollozo.

—Pienso en ella y en todo por lo que debe estar pasando —Cristian me limpia las lágrimas.

—Lo sé y hemos encontrado como liberarla, ven —Me insta a levantarme.

—Frank te lo ha dicho, ¿es así? —¡Padres!

—Eso no importa ahora, Anastasia —Está molesto por mi reproche. Caminamos hacia su despacho.

—Después de esta reunión quiero que cenes como se debe, ese sándwich, no es una comida decente.

Pasamos por el comedor, mi amado esposo le pide a Gail que prepare cena para todos, ella asiente con una sonrisa. Yo niego con una leve sonrisa. Al llegar me encuentro a Franklin, Luke, Taylor y Barnie.

—Lo siento —Me dice Frank cuando lo miro con reproche.

Cristian me sienta en su regazo mientras Barney esta con una portátil y un disco duro conectado a esta.

—Los llame porque hoy tuve la visita de Leila Hyde —Bufo, esa mujer está tras mi esposo. Cristian me da un apretón en uno de mis muslos.

—No seas tan celosa, Ana —Se burla Luke.

—Esa, se desnudó delante de mi esposo —Debato con él.

—¡Vasta! Leila me entregó el disco duro a cambio de hacerla desaparecer. Me dijo que en cualquier momento podrían hacerla desaparecer, que ya no era necesaria... —Lo interrumpo.

—¿Qué hay de Jack? Es su esposo —Inquirí.

—Está encaprichado contigo. Eso es lo único que averiguamos —Intervino Franklin.

—Según Leila, en ese disco está toda la información para poder intervenir en los laboratorios Lincoln. La información está encriptada. Le dije a ella que si la información era relevante le ayudaría... —Cristian es interrumpido por Barney.

—Lo logre. He desencriptado el disco. Lo que he encontrado es una bomba. Videos, audios y muchas carpetas con documentos. El último video es de hace unos días. La clon de la señora Grey aún está en el laboratorio, en una zona restringida —No vemos muchos videos, hay cosas de las que no deseo enterarme.

—Esto es suficiente para actuar. Debemos calcular todo, no sea que se enteren y traten de deshacerse de la chica —Robert me mira por unos segundos.

—¿Qué sucederá con ella cuando la recaten? —Pregunta Luke.

—Estará bajo mi protección —No deseo que el gobierno la encierre.

—No está en nuestras manos, Ana —Miro a Taylor molesta.

—¡Me importa un carajo! Ella soy yo. No pidió existir, es un ser humano. Una copia sí, pero humano al fin —Sentencio.

Al final nos dirigimos a cenar, en silencio. Cristian me toma de la mano y me la besa la mano.

—¿Estás segura de ser la protectora de esa chica? —Lo miro con determinación.

—Si —Esa es mi única respuesta.

Con Franklin ya tengo organizado donde irá a vivir, solo queda que ella lo quiera, al fin y al cabo, ella deberá decidir dónde ir a vivir.


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