Capítulo 3

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Se levantó de la cama decido a que todo fuera diferente. Así que dándose ánimos a si mismo fue a tomar una ducha, aun tenía unas cuantas horas para arreglarse

Luego del baño se dispuso a buscar su mejor traje, aquel que alineaba su figura y le hacía lucir elegante.

Una vez estuvo listo, se acerco al espejo de cuerpo completo para observarse a si mismo, se había vestido con un traje blanco que dejaba al descubierto un poco de su pecho, su cabello pelinegro peinado de tal forma que le daba un aspecto dulce y coqueto, por último sus ojos levemente delineados y sus labios pintados de un suave tono rojo.

Escucho el timbre de la puerta principal sonar y supo que ellos habían llegando.

Sonrió suavemente esperando un poco para luego bajar, aunque las ansias le comían. Cuando escucho las voces en la sala inmediatamente fue al pie de la escaleras, desde ese lugar pudo observar a Zee junto a sus padres.

Suspiro suavemente ya que parecía que no lo estaba esperando, aunque esa era la realidad, era considerado un cero ala izquierda para su familia.

Negó con la cabeza para desviar sus pensamientos negativos y así poder concentrase en lo único que le importaba.

Zee se veía demasiado guapo con aquel traje negro, su cabello pelinegro arreglado de forma elegante que hacia resaltar sus ojos y que decir de la suave sonrisa que mostraba.

Sonrió suavemente y empezó a bajar por las escaleras sin molestarse en ser silencioso, puesto que quería llamar la atención de todos aunque solo le importara uno.

–Buenas noches, que agradable es poder recibirlos en nuestra casa

Comentó de forma amigable sin perder la elegancia mientras sonreia suavemente.

Sin embargo cuando sus ojos se encontraron con la oscura mirada de Zee, se sonrojo un poco por lo que término desviando por un momento su mirada.

Aunque aquello no le permitió notar aquella sonrisa que formó el contrario al verlo.

– ¿Y tu eres? –pregunto con interés el pelinegro mientras se acercaba a el cuando hubo terminado de bajar las escaleras, pero Saint fue más rápido y se interpuso entre ambos.

–Es mi hermano Nunew –comentó tratando de no mostrar enfado al pronunciar su nombre.

–No me comentaron que tenías un hermano -comentó sin mirarle puesto que sus ojos no podían dejar de ver aquel hermoso chico que le sonreía con dulzura y quizás un poco coqueto, pero de aquello último no estaba del todo seguro

–Bueno, porque no era necesario que lo supieras

Comentó pero fue ignorado por quien ya era su prometido, ya que Zee paso de el para poder llegar hasta Nunew

–Un gusto conocerte –tomó la mano del menor para luego besarla dulcemente ante la mirada enojada de Saint

–El gusto es mío –El sonrojo en sus mejillas volvió aparecer acompañado de una tímida sonrisa

Aquella sonrisa cautivo aún más a Zee, que ahora mismo recordaba haber visto a Nunew a lo lejos cada que acompañaba a su padre en alguna junta de negocios. Pero no le había puesto total atención para notar que era un chico lindo, demasiado lindo.

Estuvieron unos minutos, o tal vez solo unos segundos viéndose ambos a los ojos perdiéndose en ellos mismo. Olvidándose de todo hasta que Saint jalo del brazo a Zee para así abrazarle, debido a eso Zee se sintió algo incómodo pero no dijo nada, sin embargo su mirada seguía encontrándose con la de Nunew.

–Bueno, creo que es suficiente. No es necesario que se conozcan tanto –Comentó el irritado– ¿Nunew no tienes algo que hacer?

–No –comentó con una sonrisa, que hizo enojar más a su hermano– creo que los acompañare ala cena de hoy, espero no ser una molestia

Comentó mirándolo de forma burlona, sabiendo que si lo era, pero no iba a pensar tanto en ello.

–Vayamos a la mesa, la comida ya está servida –comentó la madre de ambos llevándose consigo a los invitados dejándolos a ellos dos solos–

–¿Que es lo que tramas Nunew? –le habló Saint furioso–

–¿Yo? Nada.. ¿Porque?

–Solo recuerda, que el será mi esposo y no podrás hacer nada respecto a ello. Porque esto será un contrato que no se podrá resolver

–¿De que te preocupas? Acaso no dijiste que yo no era demasiado lindo ¿que te hace creer que llamaré su atención? –comentó Nunew sin ocultar el tono de burla en su voz, se alejo de el para así seguir a los demás hasta la mesa.

Zee observaba de vez en cuando hacia la sala donde se habían quedado los dos hermanos. Y no precisamente porque estaba esperando a su prometido.

Pues cuando Nunew apareció y se sentó frente a él, dejó de sentirse un poco impaciente.

Una vez todos en el comedor, se pusieron hablar sobre los detalles de la boda, la fecha, etc. Uno de ellos no hablaba puesto que no tenía nada que opinar mientras que el otro se encontraba más al pendiente de cada uno de los movimientos y gestos que aquel lindo chico hacía, que a veces también lo miraba y le sonreía.

No podía negar que se sentío atraído hacia el y que queria conocerlo un poco más..

Aunque haberlo conocido en estas circunstancias no eran para nada favorable.

Iba a casarse, y justamente con el hermano de aquel lindo chico, que sin duda era más hermoso que el

–¿Zee que piensas?

El pelinegro salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su madre.

– ¿Que cosa?

Mencionó algo perdido, puesto que no había puesto atención en nada de lo que hablaban los demás.

–¿Lo de la boda, estaría bien que fuera dentro de tres meses?

Suspiro suavemente y observo de reojo a Nunew teniendo una pequeña idea en mente

–Madre no creo...

Intento hablar pero fue interrumpido por su padre.

–Mientras más pronto sea mejor.

La mirada que le dio su padre supo que no le iban a dejar decir lo que quería. De forma sería tan sólo asintio.

Aunque quisiera cambiar las cosas tenía que cumplir con su deber.

–Si, estaría bien.

Fue lo único que comentó, antes de volver su vista a la del chico frente a el, quien había cambiado su semblante a una de tristeza.

Una escapada al amanecer; ZeenunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora