5

763 50 16
                                    

-Oh por Dios, es Tanjiro y Kanao- Ella cubría su rostro, aún estando desnuda dentro de su casa, sentía vergüenza.

-Les trajimos vegetales, queremos compartir con ustedes- Tanjiro sentía el olor de ambos- Qué raro, estoy seguro que se encontraban en casa, aún puedo percibir sus olores.

Se asustó al volver a olfatear hacia la casa de ambos, sonrojandose mucho y con su esposa a lado tenía que metir.

Ese olor.

-Creo que no están.

-Pero acabas de decir que podían oler el aroma de mi hermana y cuñado.

-Sobre éso- Su expresión cambió, el muy honesto Tanjiro Kamado estaba mintiendo, Kanao no entendía aún- Mentí.

Hasta escuchar esa palabra entendió a que se refería, sonrojandose un poco.

-Entiendo- Ellos dieron media vuelta para ir a su casa, aún tenían muchos vegetales que recolectar, lavar y repartir a sus demás amigos- Tanjiro, eres malo mintiendo.

-Lo siento.

Por otro lado, Giyuu seguía acariciando desde las piernas de Shinobu hasta sus caderas, la chica aún seguía con su rostro cubriendo su sonrojo.

-¡Qué vergüenza! Kanao también estába, te dije que no debimos hacerlo en el día. Ahora como veré a esos dos a la cara- Fue retirada su mano por él.

-¿Te da vergüenza hacer el amor conmigo?

-No es éso, simplemente te dije que no era apta para ser tu esposa- Ella cubría su cuerpo- No me gusta la luz, muestra mis cicatrices- Ella sintió que él empezaba a besar desde su cuello hasta su abdomen.

-Eres hermosa, por dentro y por fuera, pierde el miedo a ser vista por mi- Ella sintió sus lágrimas brotar, siendo besado nuevamente para ser provocada, pero paró- No tengas más miedo, los demonios ya se terminaron, podemos estar en calma.

Ella se acomodó, sentándose en su regazo para poder besarlo tiernamente.

-Más tarde iremos a disculparnos.

Ellos continuaron demostrándose amor gran parte de la tarde, hasta que tomaron un baño para ir en camino a la casa de los Kamado. Kanao y Tanjiro se sorprendieron al verlos llevar a su casa, la primera trajo la canasta de verduras y Shinobu le entregaba un gran paquete bien envuelto.

Por el olor era comida casera, Tanjiro empezó a olfatear dándose cuenta que era Daikon con Salmón, a ellos les encantaba la comida de Shinobu ya qué tenía ese toque casero y maternal que tanto les gustaba.

-Disculpa Kanao por lo de hace rato- Ella le extendió el paquete a Tanjiro- A ti también Tanjiro.

-No hay problema- Ambos estaban rojos de la vergüenza.

-Ten cuidado al caminar- Ella ayudaba a su esposo a caminar, ya que el camino ahí era un poco tedioso. Podrían tropezar y lastimarse, ella se preocupaba más por su esposo que por ella misma.

-Estoy bien.

Tanjiro y Kanao tenían una gran sonrisa, más el primero al percibir el olor de ambos. Esparciendo el aroma de la felicidad, la cual ellos demostraban desde que se habían casado.

Desde ese incidente evitaron a toda costa volver a repetir una vergüenza así, aunque, había días en que el libido de Shinobu estaba al máximo. Eso le gustaba a Giyuu, hasta que ella se dio cuenta de esos síntomas.

Prefiriendo comentarle a Giyuu que iría a tratarse con un médico, para comprobar sus sospechas, pidiendo la ayuda de su hermana menor para ser acompañada.

Matrimonio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora