Matrimonio.

4

Habían terminado el acto hace unos momentos, Shinobu agarraba la parte de arriba de su Kimono con su mano derecha, sus mejillas estaban rojas.

-Eso estubo increíble.

Se quería contener al ser brusco, pero no pudo evitarlo. Para él era la mujer perfecta, se acomodaron en un futon durmiendo abrazados, ella estaba batallando para dormir pero. El olor del mar y las respiraciones tan calmadas que daba su marido la tranquilizaban.

Desde que había estado limpiando su cuerpo del veneno de glicinas, tenía problemas para dormir y para despertar.

Pero con él, la hacia sentir calmada y tranquila.

La mañana llegó, Giyuu vio que ella aún no despertaba, se aferraba a él, se dió cuenta que ella no había conciliado el suelo ya qué. Se la había pasado moviéndose casi toda la noche, hasta hace cerca de dos horas que ella pudo dormir, era efecto del veneno que ella había consumido por tantos años.

Durmió un poco más, hasta sentir que la luz le empezó a molestar, tal vez era tarde, viendo el reloj de arena. Estaban cerca de las 10:00 am.

Él se levantó, con cuidado de no despertarla, para ir a calentar un poco de agua. Viendo entre las plantas que tenía ella, para ver cuál le servía en hacer un té.

Ella entró a la cocina algo agotada, él le extendió el vaso de barro, viendo como ella lo agarraba entre sus pequeñas manos.

-Lo siento.

-Bebelo por favor- Viendo como ella bebía con cuidado del té- ¿Te sientes mejor?

-Un poco, aún no me acostumbro a dormir tanto.

-Shinobu, ya no hay demonios- Le decía con calma- Puedes dormir tranquila y en paz.

Ella se sorprendió mucho de sus palabras, es más, ella estaba sorprendida de que hablará más que antes. Se dió la espalda, poniendo mucha atención a la espalda de su esposo, además de notar que sus orejas estaban rojas.

Ella cubrió su boca, le parecía adorable en éstos momentos, ¿acaso nunca lo notó?

Pareciera que no.

Ella se dispuso a buscar agua del poso para hervirla un poco, preparar el baño para su esposo y luego ella. Contando con lo de la noche anterior, que no era un día seguro, tal vez era probable que quedará embarazada pronto.

Éso quería ella.

No quería que Giyuu muriera sin tener descendencia.

Eso la tensó, tenía que ver cómo hacer una medicina para la marca de cazador, quería al menos salvar a su marido y su cuñado.

-Shinobu- Él la sacó de sus pensamientos- Puedes tomar el baño primero.

-Está bien.

Giyuu se dispuso a ayudarla a limpiar su finca, la cual compartirían hasta que la muerte los separe.

Los días pasaban, él se volvía más cercano, siempre cuidando de donde estaba ella. No quería que volviera a subir una mesa o, se fuera a tropezar. Salió de sus pensamientos al sentir una tela en su cara, era una sabana que había volado con el viento, Shinobu estaba lavando todas su prendas y entre ellas las sabanas que manchaban muy seguido.

-Giyuu, lo siento- La retiro de su cara, pero él abrazó su cuerpo, sintiendo como él inhalaba su aroma- ¿Qué pasa?

-No hueles a glicinas- Ella recordaba como bebía y comía las flores de glicinas- Tienes un aroma tan tranquilo, antes tenias un olor tan fuerte a flores de glicinas- Ella disfrutaba de ese abrazo tan cálido- Soñe que estaba volviendo a entrenar, como a esta hora.

-Para- Le respondía el abrazo- Ya no hay más demonios, podemos hacer nuestra vida normal.

Ella estába sonriendo tan natural, éso lo tranquilizaba, pero hubo un momento en que sus manos estaban acariciando su cuerpo. Hasta llegar a sus nalgas, apretando ligeramente, acercandola para besarla con mucho amor.

-Giyuu... -Ella quería detenerlo, pero él no la dejaba- Es de día.

-Quiero tocarte Shinobu.

Él no resistió las ganas de hacerlo, besandola con más demanda, haciéndola caer al suelo de madera del patio. Acariciando sus senos por encima del kimono, hasta poder liberar sus senos, besando desde su cuello hasta su boca, sin dejar de atender los pezones de ella.

-Giyuu... -Ella lo detuvo, tapando sus senos- Vayamos a la habitación, pero... - Volvió a hacer otra pausa- Déjame estar encima.

Él se detuvo, para acompañarla a la habitación, ya corriendo la puerta la tumbó al futon. Acariciando de nuevo sus senos, hasta bajar a su intimidad, acariciando con dos dedos de arriba hacia abajo, pellizcando su botón rosa.

-Espera...

-No me puedo contener.

-Yo lo haré- Ella cambió la posición, dejando que besara, chupara sus senos, mientras bajaba sus caderas a si potente erección. Estaba preocupada por la falta de su brazo, así que no quería darle carga en que la cargará, ella lo complacería. Retiro su broche aventandolo por algún lugar de la habitación.

- ¿Por qué tan derrepente?

-Por el asunto de tu brazo.

Quitando su kimono para que la viera desnuda, bajando su cuerpo al kimono, para él era la vista más hermosa que haya tenido en su corta vida. Sintiendo como su miembro era tomado con una de sus manos, acariciandolo hasta unirse a ella.

-Solo para mi- Ella empezó a bajar su kimono- Quítate todo por favor.

Hizo caso, dejándose completamente desnudo, memorizado cada facción, cada movimiento, sus cicatrices para él eran hermosas. Viendola subir y bajar sus caderas, era algo extraño que ella supiera dónde tocar y como moverse, uniéndose en un beso demasiado obsceno, sintiendo la lengua de ella acariciando de vez en cuando la suya.

-¿Te gusta?

-Me encanta- Subió su mano acariciando uno de sus senos, mientras gotitas de sudor caían a su cuerpo- Shinobu- Ella paró por ser llamada por su nombre- Lo siento, necesito cambiar de posición- Él la empujó para estar arriba.

No le importaba su condición sin su brazo, lo único que quería en esta vida era consentir a Shinobu en todo lo que ella quisiera. Pero ella demostró molestia, quería complacer a su esposo en todo el sentido de la palabra.

-Podrías, solo sostener tus piernas.

Ella hizo caso, quería seguir su vaivén, pero sus pensamientos fueron nublados al sentir los movimientos bruscos de Giyuu.

Sintiendo que algo caliente estaba por salir de ella, su clímax llegó juntó al de él, siendo llenada por completó. Esta vez sí quedaría embarazada, no le importó, beso tiernamente a su esposo sintiendo como se movía un poco más hasta bajar su erección.

Pero fueron interrumpidos.

-Giyuu-san, Shinobu-san.

Habían llegado visitas.

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Bueno la dejaré hasta aquí ya qué, no será una historia tan larga.

Esperó que les guste.

Y qué, ¿Merezco review? ❤