viviendo con mi padre

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La cocina de la casa de Sebastián. Ana está desempacando algunas de sus cosas en la mesa de la cocina. Sebastián entra, llevando una taza de café y se sienta en una de las sillas. La atmósfera es tranquila, pero se siente una mezcla de emociones.

Sebastián: (mirando a Ana con una expresión preocupada) "Hola, Ana. ¿Cómo te sientes? Debe haber sido un día largo."

Ana: (suspirando mientras coloca una caja en la mesa) "Sí, ha sido un día largo. Me alegra estar aquí, pero también me siento un poco abrumada."

Sebastián: (tomando un sorbo de su café) "Entiendo. Volver a adaptarse siempre es difícil, pero me alegra que hayas decidido regresar. Quiero que sepas que estoy aquí para ti, no importa lo que pase."

Ana: (mirando a su padre) "Gracias, papá. Es solo que... la situación con mamá y Francia se volvió tan complicada. No podía seguir viviendo así. Ver a Lara todo el tiempo simplemente lo hacía peor."

Sebastián: (asintiendo) "Lo sé, Ana. Carolina me ha contado algunas cosas, pero no todos los detalles. No quiero meterme en lo que pasó entre ustedes, pero quiero que sepas que tu bienestar es lo más importante para mí."

Ana: (se sienta frente a él, claramente emocional) "Fue difícil tomar la decisión de mudarme de nuevo. No quiero que pienses que estoy tratando de alejarme de mamá. Simplemente... necesito espacio para aclarar mis pensamientos y sentirme en paz."

Sebastián: (poniendo la taza de café en la mesa y tomando la mano de Ana) "No pienses así. Estoy aquí para ayudarte a encontrar ese espacio y tranquilidad. Sé que mamá ha estado pasando por mucho, pero tú también tienes derecho a cuidar de ti misma."

Ana: (mirando a su padre con gratitud) "Lo aprecio mucho. A veces siento que no tengo ni idea de lo que quiero, solo que no puedo seguir en el mismo lugar. Pero aquí, en casa, siento que puedo encontrar un poco de claridad."

Sebastián: (sonriendo ligeramente) "Entonces vamos a hacer todo lo posible para que te sientas cómoda y segura aquí. Si necesitas hablar o simplemente estar en silencio, estoy aquí para lo que necesites. Podemos empezar de nuevo, juntos."

Ana: (sonriendo, aunque con lágrimas en los ojos) "Gracias, papá. Esto significa más de lo que puedes imaginar."

Sebastián: (abrazando a Ana) "De nada, Ana. Vamos a superar esto. Te prometo que haremos todo lo posible para que este sea un buen lugar para ti."

Ana: (abrazando a su padre) "Eso es justo lo que necesitaba escuchar."

Sebastián: "Bienvenida a casa, Ana. Aquí siempre tendrás un lugar donde sentirte a salvo."

LA VENGANZA DE ANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora