estoy enojada

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Ana estaba furiosa. La discusión con su madre había escalado a un nivel que parecía insostenible. Su mente estaba en un torbellino de emociones mientras buscaba respuestas y sentía que todo se estaba desmoronando a su alrededor.

Ana: "Estoy tan furiosa. ¡Nada está saliendo como debería!"

La Confrontación:

Carolina y Francia estaban en la sala, conversando tranquilamente, cuando Ana irrumpió en la habitación. Lara, la hija de Francia, había llegado y se encontraba con ellas. Ana, en su furia, no pudo evitar un comentario cruel.

Ana: "¡Me huele a niña sin padres! Jajaja"

Carolina: Ana, ¿qué te pasa?

Ana: "¿Qué te pasa a ti? ¿Estás loca o qué? ¿Ahora se supone que eres lesbiana? ¡¿Dónde diablos está mi papá?!"

Carolina: Cálmate, por favor. Déjame explicarte.

Lara: "Me alegra mucho, señora, que seas feliz. Te apoyo mucho. No me importaría vivir con Ana; solo quiero que seas feliz."

Ana: "Jajajaja, lo dice la niña que divulgó el video."

Lara: ¿Qué video? ¡Cállate!

Ana: ¿Cállate tú? ¿O tienes miedo de enfrentar la verdad?

Carolina: ¿Por qué no puedes ser como Lara? Ella está tratando de entendernos.

Ana: "Porque Lara es una perra y yo no."

Francia: Señorita, no te permito que insultes a mi hija así. Desde ahora, yo tengo autoridad aquí. Puedes irte a tu cuarto.

Ana: No eres nadie para darme órdenes, perra.

Carolina: Por favor, retírate de aquí.

Ana, con una mezcla de furia y tristeza, se retiró de la sala.

Lara: Tranquila, señora. Verá que seremos grandes hermanas.

Carolina: Gracias, cariño, por tu comprensión y apoyo.

Reflexiones de Ana:

Ana, aún enojada y confundida, se encerró en su habitación, sintiéndose más sola que nunca. La falta de respuesta de su padre y el conflicto con su madre la estaban consumiendo.

Ana: "Estoy tan molesta. Papá ni siquiera coge la llamada."

El Enfrentamiento con Carolina:

Toc, toc. La puerta de Ana se abrió.

Ana: "¿Qué quieres ahora?"

Carolina: Hola, cariño. Necesitamos hablar.

Ana: No tengo nada que hablar contigo.

Carolina: Yo sí. Tu padre y yo nos divorciamos mientras yo estaba en el extranjero.

Ana: ¿Por qué? ¿Por esa perra? ¿Por eso cambiaste a papá? ¡Me das asco, mamá!

Carolina: No es por eso. Desde antes me gustaban las mujeres. Por miedo al qué dirán, no pude decírtelo. Pero hoy soy libre. Soy adulta, y tú eres mi hija. Así que vas a tener que aceptar mis decisiones.

Ana: Sabes qué, me voy con mi papá.

Carolina: No irás a ningún lado. Tengo la custodia completa. Tu padre vendrá a visitarte los sábados y domingos. ¿Entendido?

Ana: Vete de mi habitación.

Ana, consumida por el dolor y la frustración, comenzó a lanzar y romper objetos en su habitación.

Carolina Sale Llorando:

Carolina, con el corazón roto, salió de la habitación de Ana, las lágrimas rodando por sus mejillas. La situación era dolorosa y complicada, y se sentía incapaz de llegar a un entendimiento con su hija en ese momento.

Carolina: "Lo siento, Ana. Estoy haciendo lo mejor que puedo."

LA VENGANZA DE ANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora