>Noche pacional<

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A pasado un tiempo desde lo sucedido con el sacerdote, pensaba Kagaya. Al inicio debe admitir que fue algo raro pero Amane se a vuelto una persona importante es su vida. Cada mañana lo despierta siendo ella lo primero que ve, no le desagrada de echo hace que me sienta a salvo. Al estar dirigiendo los cazadores desde una temprana edad e estado solo durante mucho tiempo, solo para poder cumplir con el objetivo de acabar con ese hombre Kitbusuji Muzan, la mancha de nuestra familia.
También por quienes han sacrificado sus vidas, es por ello que algún día tu imperio caerá Kitbusuji Muzan.

Kagaya sale de sus pensamientos cuando ve a Amane mirando unas flores ace que Kagaya suelte una sonrisa. Amane se da cuenta que Kagaya lo esta mirando soltando una leve sonrisa, Kagaya se levanta y se dirige con Amane —Oyakata-sama parece que la primera se acabara pronto— Dijo Amane mientras miraba las flores —Tienes razón llegara el invierno dentro de unos días— Kagaya extendió su mano hacia Amane —¿Quieres dar un paseo?— Amane asintió con la cabeza agarrando la mano de Kagaya. Los fueron al cementerio donde la mayoría de los cazadores son enterados. Kagaya y Amane iban al cementerio a agradecer por su enorme sacrificio.
En eso ven a unos kakushi estaban terminando de enterar a otro cazador.
Amane y Kagaya se acercaron haber la tumba de aquel cazador —Kourosawa Hiroshi— Amane lo miro —Oyakata-sama ¿que fue lo que le paso?— Kagaya la miro —Un demonio le atravesó el apéndice dejándolo fuera de combate inmediatamente— Amane se sorprendió por la manera brutal en que mataron a ese chico —Oyakata-sama porfavor puede esperar a que regrese— Kagaya accedió en ese momento Amane camino lo mas rápido que pudo dirigiéndose a la salida.

Kagaya se empezaba a preguntar si debió contarle de como murió ese joven. Kagaya junto sus dos manos iniciando una oración en memoria de Kourosawa Hiroshi. Unos minutos después llego Amane con un ramo de flores para dejarlas en la tumba de aquel chico sacrificio su vida por un bien mayor. Kagaya se sorprendió por lo que acababa de presenciar es exactamente como se sintió cuando vio a Amane por primera vez.

Los dos se dirigieron a la finca Ubuyashiki de nuevo debian llegar antes del atardecer. En eso Kagaya noto que Amane se veía desanimada —Querida Amane ¿en que piensas?— Amane lo miro —Oyakata-sama... es que no me quiero imaginar el dolor que debe sentir su familia— Kagaya dirigió la mano de Amane asus labios dándole un gentil beso provoco que las mejillas de Amane se pusieran un tanto rojas —Sabes podemos ayudarlos ¿no crees?— Amane sonrió —Si, Oyakata-sama—
Los dos continuaron con su camino.

...

En la noche los dos estaban cenado cada día los dos se acercaban más. Ya no miraban el matrimonio como un compromiso era más una bendición, sus momentos juntos era lo que mas apreciaban en esta vida.

Después de cenar Kagaya escribía unas cartas mientras Amane terminaba de arreglar los futones. En eso miro miro a Kagaya muy concentrado, se levanto y saco en uno de los cajones las pomadas de Kagaya que se las ponía cada noche, Kagaya con un lazo mando el mensaje con un cuervo. Amane se acercó a Kagaya se sentó a su lado —¿A ya es hora?— Amane asintió Kagaya empezó a quitarse la parte de ariba del yukata dejando su pecho al aire libre. Amane empezó a ponerle a Kagaya crema mas que todo para relajar a Kagaya para liberar toda la tensión en sus hombros. Amane le daba un masaje a Kagaya —Oyakata-sama ¿como vamos a ayudar la familia del joven Hiroshi?— Kagaya la miro a los ojos —Envié una carta a su familia para reunirnos en persona— Amane sonrió —Siempre un pazo adelante— Los dos se miraban fija mente, mientras Amane seguía con el masaje.

Kagaya y Amane empezó a acercarse poco a poco hasta que por fin sus labios chocaron. Los dos no paraban hasta que final mente los masajes de Amane empezaron a recorrer todo todo el pecho de Kagaya. Los besos cada vez más apasionados, Amane quien se puso en sima de Kagaya. Los dos frenaron para tomar aire, Kagaya le susuro a Amane —¿Quieres continuar aquí o en los futones?..— Amane con lo que daba de aliento respondió —En los futones...— Los dos se pasaron a los futones. Cada beso, cada caricia era mas intensa que la anterior. Cada gota de amor se derramó esa noche.

En la mañana siguiente los dos acurrucados, con lo único que les tapaba eran unas sabanas Amane abrió sus ojos y al darse vuelta encontró a Kagaya abrazándola, en eso Kagaya tanbien abrió sus ojos los dos algo somnolientos sonrieron —Buenos días Oyakata-sama..— Dijo Amane mientras Kagaya le dio un beso tierno el la frente —Buenos días Amane...

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Continuar...

Gracias por leer este capítulo espero que les aya gustado, bueno solo aquí queriendo agradecer por seguí leyendo esta historia. Ami en lo más personal me esta gustando como va quedando espero que igual a ustedes.

Bueno que tengan un gran día bye💗💗💗

Hasta los últimos latidos. [Kagaya x Amane]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora