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-¿Por qué no vas a ver si hay algo que te guste? -La voz de la cajera me despertó de mis pensamientos.

Asentí.

Me levanté del sofá donde estaba esperando y camine lentamente por toda la tienda, puse mis ojos en un vestido rojo de noche, pero lo descarté inmediatamente al ver el precio.

Caminé unos minutos más hasta que vi un par de pantalones blancos y un top negro.

En la estantería de en frente, estaban expuestos unos cuantos pares de botas altas negras.

-Mira a ver si te gusta algo y lo hay de tu talla, están rebajadas un 70%. -Dijo la cajera desde el otro lado.

-Oh, no, no son mi tipo. -Dije yo de vuelta.

Cerca de la ventana, se encontraba una percha entera de prendas color azul, me acerqué, y mientras las ojeaba de reojo pude percibir que fuera empezó a llover fuertemente, la gente en las calles corría a resguardarse y la chica de la tienda cerraba la puerta para que el agua no entrara.

Me giré para observar una estantería de bisutería esperando que la tormenta amainase.

Oí unos sollozos desde el otro lado de la tienda y vi a una chica delgada, con el pelo largo y rubio, cabizbaja, con las lágrimas cayendo al son de la lluvia.

Me acerqué a ella intentando ayudar, pero salió corriendo por la ventana que se hallaba cerca de las prendas azules.

De un momento a otro y casi sin darme cuenta, estaba caminando detrás de ella bajo la lluvia, su paso aceleró y me encontré corriendo con la esperanza de no perderla de vista.

El agua llegaba hasta mis tobillos y me sentía aturdida, como cuando duermes una larga siesta y cuando despiertas te encuentras con que ha anochecido.

La lluvia no me permitía distinguir más que el borrón grisáceo oscuro que era su jersey.

La calle estaba desolada y a penas se oían coches en la carretera.

Paré por un segundo para limpiarme el agua de los ojos y poder ver mejor, la perdí de vista, miré hacia mis manos y me encontré con que había salido de la tienda con la ropa y sin pagarla.

Genial, a parte de estar persiguiendo a una niña como a una acosadora, ahora también me había vuelto una ladrona.

Levanté la vista y la vi entrar al cementerio de la ciudad.

Me deslicé entre las puertas y la lluvia golpeaba el suelo cada vez con más y más intensidad.

world aloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora