El timbre de mi casa sonando sin parar rompió mi sueño y me levante aturdida.
Abrí la puerta y mi mejor amiga se me abalanzó encima.
-Lo siento, Ali, todo va a ir bien, lo siento, lo siento, no debería haberme ido de viaje, debería haberme quedado contigo, lo siento tanto... -Me miró y sus ojos verdes y hinchados me miraban con culpa. -He venido lo antes posible, me enteré ayer, ¿cómo está tu madre?
-Bien, bien, no importa.
-¿Y tú?
-Ya sabes que no me gusta hablar de cómo me siento.
-Lo sé pero...
-Nada, no importa, ¿qué tal tu viaje?
Su pecho subía y bajaba con fuerza sus ojos no paraban de llorar y su voz entrecortada salía a modo de susurros con miedo de estallar en un grito de angustia.
-Tranquilízate.
-Vamos a encontrarle, y vamos a matarle. -Dijo ella.
-¿Vas a ayudarme?
-¿Tienes un plan?
-No, pero sí dos pistolas, ya lo sabes.
-Encontraremos uno. ¿Has hablado con la policía?
-Sí, pero no, el Martes he quedado con el detective Art, creo que me contará algo.
-Tan pronto lo encontremos....
-Gracias, Alyssa.
Sus manos cálidas cogieron las mías.
-Manos frías, corazón caliente.
Sonreí.
-Tenemos que investigar esto. -Continuó.
-Lo sé, pero...
-¿Conoces los sitios por donde salía tu hermano?
-Sí pero no todos.
-Empecemos por los que conoces.
-Hay un antro, en el centro, pero es para mayores de 21, y solo tenemos 19.
-Con mis tetas, tu culo y un par de tacones, no. -Sonrió.
-Te odio. -Reí.
-En una hora estoy aquí, prepárate.
-¿En serio?
-Sí, nadie toca a mi familia y se va de risitas, van a pagar, Ali.
-Gracias.
-Creo que nunca te he dicho esto, y creo que lo sabes, no soy del rollo sentimental, pero te quiero.
Me besó la mejilla y salió por la puerta.
Subí las escaleras y la habitación de mi hermano me llamó la atención, había algo extraño en ella, podía sentirlo, entre de nuevo y me dirigí a su escritorio busque en los cajones, me levanté y busque en su armario, debajo de su cama, pero no había nada, me senté en el suelo y abrí su portátil, busqué en todos sus archivos, nada del otro mundo.
Me tumbé en el suelo, cerré los ojos e intenté aclarar mi mente.
¿Por qué estaba siendo tan paranóica?, ¿qué esperaba encontrar en su habitación?
"El hueco de la pared detrás del corcho"
Pensé.
Me acerqué al corcho y vi todas sus fotos con Liam, Dean y unos cuantos chicos más que no reconocía, por suerte, los nombres de las discotecas y clubes a los que iba estaban en las fotografías a modo de decoración, apunté unos cuantos en un papél y quité el corcho de la pared.
Metí la mano cuidadosamente y saqué una bolsa enrollada entera con cinta adhesiva, conseguí unas tijeras y corté la cinta, abrí la bolsa, un fajo de billetes, cuatro botes con la misma sustancia que me dió Harry, un plástico pequeño con unas cuantas pastillas, y dos fotografías arrugadas.
Saqué todo y lo puse encima de la cama, metí la mano otra vez y en un hueco encontré un papel doblado, lo saqué y lo desdoblé, era una carta.
Me senté en la cama.
"Alina, cuando leas esto, probablemente ya no esté contigo, espero que mamá no la encuentre antes.
Ali, te quiero, no tengas miedo, confía en mí, sé que esto va a ser duro, pero no quiero que hagas ninguna tontería y mucho menos que intentes encontrar a quién me hizo esto, coge el dinero que te he dejado, entre los billetes hay unas cuantas tarjetas de crédito, saca el dinero aquí, no las uses a donde quiera que vayas, sal del país, puedes ir con Alyssa si quieres, es trigo limpio, habla con Art, pídele que te consiga unos pasaportes nuevos y billetes. Cuando leas esta carta, quiero que sepas que siempre he sido tu hermano, desde el principio, y lo único que quería era protegerte, bueno, ya es hora de que sepas la verdad, mamá... No confíes en ella, somos mestizos Ali, mamá no es nuestra madre de verdad, es una protectora, nuestra madre es un ángel de la muerte, llamada Helena, y nuestro padre era el jefe de un ejército blanco de demonios, uno de los más letales de sus tiempos, ellos siguen vivos, son inmortales, pero nosotros, los mestizos no lo somos, nos dejaron a cargo de un protector (mamá) porque habían huído ya que sino, habrían sido castigados, de todos modos, no puedes confiar en nadie que no sea Art, Alyssa no tiene porqué saber nada de esto, cuanto menos sepa, más segura está, la he investigado durante mucho tiempo, sus padres no murieron, están desterrados, y su tía es una protectora también, ella es una bruja de nivel B, una de las más poderosas, tienes que ayudarla a manejar sus poderes, podrá serte de ayuda, pero de momento, tienes que aprender a manejar los tuyos propios, son más fuertes que los de ella, solo requieren concentración y práctica, puedes mover cosas, trasladarte a otros lugares, oír los pensamientos de los demás, comunicarte con la mente...
Eres una mestiza de demonio y ángel, tienes poderes de ambos tipos, incluso curativo, ahora que sabes todo esto, quiero que tengas cuidado, no busques quien me mató, no hagas nada estúpido, sal del país y intenta llevar una vida normal, abre un café/librería como siempre has querido, escribe libros, enamórate, no tengas miedo, mereces la pena, y no quiero que tengas que ver con nada de esto, intenta tener cuidado hasta que Art te consiga todo, enséñale esta carta, él te contará el resto, ah, y cuando tus ojos se vuelvan negros, concéntrate en la blancura de la nieve en invierno, no bebas nada de esos botes, es solo para emergencias, un plus de poder, por favor, no intentes encontrar a los que me hicieron esto, ellos están intentando encontrarte para hacer lo mismo, tienes que salir de aquí, yo intentaré contactar contigo en tus sueños, siempre voy a estar a tu lado."Mis manos temblaban y mi corazón palpitaba a toda prisa.
Me habían encontrado, Harry era un demonio, sino, ¿como sabría que yo lo era?
Y mi madre... Todo mentira. Ella no podía ver esto.
Recogí todo y volví a ponerlo todo en su sitio, conté el dinero, cuarenta mil dólares y doce tarjetas de crédito.
Guarde todo de nuevo en el agujero de la pared, excepto la carta, la doblé cuidadosamente y la guardé en mi sujetador, después de enseñársela a Art, la quemaría.