El tiempo pasa rápido, han pasado algunas semanas desde el fallecimiento de mi abuela. Estoy viviendo con los Liversmisk. Ellos quieren que me quede con ellos, dicen que no tiene caso que viva sola en aquella casa. Me propusieron que si no quería venderla, la pusiera en alquiler, pero es algo que me cuesta mucho trabajo pensar. Es como si me quisiese deshacer de los recuerdos, me niego a ello. Aún no ha pasado el tiempo suficiente como para dar un paso tan grande. Estoy muy agradecida con ellos, me han apoyado y ayudado demasiado. Se preocupan por mí y siempre están pendientes de que esté a gusto en su casa. Voy a continuar con mi vida, pero no es fácil. Se necesita tiempo para terminar de aceptar la situación en la que me encuentro.
- ¿Joy? - me hablaba Camille.
- ¿Sí?
- Te estaba preguntando que si querías pasta para comer.
- Ah, sí, perdona. Estaba pensando en otra cosa. Por mí bien.
- ¿Te encuentras bien? - estaba envuelta en mis pensamientos.
- Sí, no te preocupes. Ya habéis hecho demasiado por mí.
- Y nunca bastará. Te considero como una hija más, ya lo sabes. Siempre me voy a preocupar por tí. - me dice tomando mi mano y ofreciéndome una sonrisa sincera.
- Gracias. Te has vuelto una persona muy importante para mí. - le dije dándole un abrazo.
- ¿Me tengo que sentir celoso? - dice Tadeo llegando con nosotras.
- No, ¿por qué lo dices? - le pregunto.
- Porque al parecer mi madre quiere robarme a mi novia- dice de manera dramática tomándome de la cintura.
Las dos reímos por la acción de Tadeo. Cómo ella estaba haciendo espaguetis de masa propia, tomó la harina y le puso en la nariz a su hijo. Él lo tomó como un reto y tomó la harina y le echó tanto a su madre como a mí. Corríamos por toda la cocina tirándonos harina entre los tres, nos estábamos divirtiendo. Terminamos de jugar y recogimos todo lo desordenado, nos fuimos a limpiar y luego cocinamos la pasta. Había una duda, no sabíamos si hacer pasta a la carbonara o a la boloñesa. Mediante un juego de papelitos, elegimos la salsa, ganó la carbonara. Preparamos todos los ingredientes e hicimos la salsa. Preparamos la mesa bien organizada para cuando llegasen los demás.
- ¿Y ese olor tan rico? - dijo Henry al entrar a la cocina y darle un beso a su esposa.
- Hemos hecho pasta querido. - le dice Camille.
- Huele exquisito, seguro el sabor es ejemplar.
Todos nos sentamos a la mesa en las mismas posiciones de siempre. Henry en el centro, a un lado Camille y Darek, y al otro lado Tadeo y yo. Terminamos de comer y ayudé a Camille a lavar la vajilla. Luego Tadeo y yo nos fuimos a la habitación.
- ¿Quieres hacer algo hoy? - me pregunta.
- No hace falta que aplaces tus proyectos por mí.
- Eso no es así.
- ¿Seguro? - sabía que mentía.
- No quiero dejarte sola.
- No estoy sola. Si yo tardé en darme cuenta, tú también puedes aceptarlo. Está tu mamá, está tu papá y tu hermano.
- Sí, mi hermano - notaba ironía en sus palabras.
- ¿Has vuelto a pelear con Darek? - pregunté.
- No, hace tiempo que no peleamos. Hasta se porta bien conmigo. Está raro. Es como si volviese a ser mi hermano.
- Él nunca dejó de ser tu hermano. ¿Es un idiota? Sí. Pero aún así, es tu familia - después de lo que pasó, le perdoné, todos merecen una segunda oportunidad.
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Él es mi primer amor...
RomanceJoy es una joven que ha sufrido mucho, a pesar de ello trata de ver la vida con más optimismo aunque esconda su tristeza tras una sonrisa. Todo cambia cuando conoce a la familia Liversmisk. [COMPLETA]✅