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/ capítulo inspirado en;
ℂ𝕒𝕣𝕥𝕒𝕤 𝕢𝕦𝕖 𝕟𝕠 𝕝𝕝𝕖𝕘𝕒𝕣𝕠𝕟 de la autora mexicana Gilraen Eärfalas.
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Algunas veces las personas que más queremos en todo el mundo llegan a decir palabras que nos lastiman hasta lo más profundo de nuestros corazones dejándonos sin palabras, así que tratas de defenderte contando tu lado de la historia queriendo gritar y reprochar todo lo que has tenido que vivir a causa de esas actitudes extrañas que cambian dependiendo de la estación del año y que cada acción, cada respiro y sobre todo cada movimiento hiere tu alma cada vez más, sientes la necesidad de gritarle a la persona que está frente a ti la cual no muestra arrepentimiento alguno pero lo único que sale de tu boca es silencio...

¿Alguna vez te ha pasado esto? ¿Alguna vez has experimentado ese dolor que taladra el pecho y aniquila la razón? Pues a mí sí.

Soy Suna Rintarou ,desde hace dos años conocí a quien creía que era mi ángel de la guarda, cuando lo conocí fue como un milagro del cielo esa persona me brindaba protección, cariño y sobre todo amor pero ahora en estos momentos el me obliga a pedir su presencia y rogar que no me abandone.

Se que esto se está aproximando a su fin, los dos lo sabemos pero como era de esperarse tu haces como si no estuviera pasando nada se que ya no soy el chico de tus ojos ahora solo soy alguien más en tu vida y me duele porque cada vez que trato de explicarte lo que siento crees que es solo uno de mis muchos "dramas".

No estoy enojado contigo, tampoco te odio no son reproches lo que te digo si no es un intento de gritar por tu ayuda para que está historia no acabe aquí. Por un momento creí que todo esto era simplemente un mal sueño pero desperté y sigue sin haber una respuesta de ti, enciendo mi teléfono con la esperanza de encontrar un texto lindo de tu parte pero no hay nada en la pantalla ,se que no lo haces pero si te pregunto si me amas espero que me mientas.

Quisiera regresar el tiempo y seguir igual como hace tres meses, estoy buscando excusas para engañarme a mi mismo y pensar que no tienes el tiempo suficiente para hablar conmigo porque tienes ocupaciones, las clases, los problemas de tu vida o alguna otra mentira. Ya no puedo tomar el café por la mañana tiene un sabor amargo horrible, me hace temblar de pies a cabeza como si le hubiera puesto diez tazas de cafeína encima, siento como en todo el día me sudan las manos y los latidos de mi corazón se aceleran sin razón aparente, mis labios ahora tienen grietas ahora se encuentran secos a causa de morder tanto los cigarrillos.
Cuando dejas de responder de la nada comienzo a sentir que el aire abandona mi cuerpo, siento como un nudo en mi garganta se hace presente que me impide decir alguna palabra, las lagrimas en mis ojos me nublan la vista y de repente siento como pequeñas gotas de agua empiezan a bajar por mis mejillas hasta llegar al suelo.

"Yo sabía que tenías espinas
y aún así te abracé.

Tú sabías de mis heridas
y volviste a abrirlas

Yo sabía que no tenías corazón
y te di el mío."

Se perfectamente que no soy la mejor persona con la que pudiste haberte enamorado, tengo una vida tan miserable que cualquiera que escuche mi historia lloraría, se que no nací siendo atractivo así que me esforcé para serlo, no soy inteligente pero me forcé a serlo, no soy especial ni siquiera tengo algún talento del cual pudiera presumir, no se me da nada he practicado muchas actividades pero en ninguna logro destacar. Soy consciente de que tengo una personalidad horrible, suelo llorar por lo más mínimo al igual que sobre pienso las cosas demasiado, no puedo dormir bien por las noches eso se puede notar viendo esas bolsas oscuras debajo de mis ojos.

 ლ 𝓔𝓿𝓮𝓻𝔂𝓽𝓱𝓲𝓷𝓰 𝓘 𝔀𝓪𝓷𝓽𝓮𝓭  ლ (𝓸𝓼𝓪𝓼𝓾𝓷𝓪)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora