Something's Not Right/Algo no esta bien

Capítulo 50

Xiao Jinyi no dijo nada, solo tomó la mano del emperador Jingren. Como si temiera que el joven emperador se la quitara de encima, la sujetó con mucha fuerza.

Pero el emperador Jingren no se lo quitó de encima. Permitió que Xiao Jinyi entrelazara sus dedos e inclinó la cabeza para mirar sus manos entrelazadas. Gravemente, dijo: "Creemos que no puedes decirlo. Dado que existe un incienso que puede hacer que una persona específica tenga un sueño específico y un medio para evitar que las personas sientan dolor cuando el dolor es demasiado grande, también debería ser posible hacer que una persona sea incapaz de revelar un secreto. Cuando ordenamos la muerte de Yan Xu, antes de que se llevara a cabo la ejecución, Jing Xixian se negó a ceder y atormentó a Yan Xu nuevamente. Usó sus pozos de serpientes y cuevas de sanguijuelas y lo que sea. Parece que Yan Xu estaba loco de miedo, pero aún así no dijo nada. Jing Xixian expresó una gran admiración por su ex comandante, pero pensamos que Yan Xu simplemente era incapaz de decir nada ".

—Solo hay una cosa que puedo decir. —Xiao Jinyi tomó la mano del joven emperador y le dio un suave beso en el dorso—. Soy real y mis sentimientos por Su Majestad son reales.

Xiao Jinyi quería que el Emperador Jingren creyera en su sinceridad; estaba tratando desesperadamente de garantizar algo, pero el Emperador Jingren solo dijo con mucha confianza: "Naturalmente. Si no fueras sincero, no habríamos confiado en ti. Xiao Jinyi, la razón por la que te amamos es que podemos ver tu sinceridad".

"Su Majestad es sabia", dijo Xiao Jinyi con toda seriedad. Este joven emperador no podía dejarse engañar por los falsos afectos de nadie.

Pero fue precisamente por su sabiduría que Xiao Jinyi se preocupó por él. El dicho dice que ser demasiado inteligente solo te hará daño, y los afectos demasiado profundos rara vez duran. Él hubiera preferido pasar toda la vida mintiendo para ocultarle la verdad al joven emperador, pero el emperador Jingren no estaba dispuesto a vivir entre mentiras. Insistió en encontrar la verdad. Incluso sabiendo que la verdad podría ser algo que no podría soportar, continuó investigando.

—Su Majestad —dijo Xiao Jinyi con seriedad—, por favor, no investigue más. Su Majestad siempre será el emperador de este reino. Ninguno de nosotros dañará a nadie en Xia y no influenciaremos a nadie. Como mucho... como mucho, tendrán algunas intenciones inapropiadas hacia Su Majestad, pero Su Majestad es tan brillante que seguramente los descubrirá y los enviará lejos, para que nunca tengan la oportunidad de lastimar a Su Majestad, ¿de acuerdo?

Preferiría que el joven emperador se mintiera a sí mismo toda su vida antes que vivir siendo tan clarividente.

El emperador Jingren miró fijamente a Xiao Jinyi y finalmente desvió la mirada de la expresión seria de Xiao Jinyi. "Es demasiado tarde".

Estas palabras fueron como un par de tijeras cortando las cuerdas sobre la cabeza de Xiao Jinyi: la roca que colgaba sobre él finalmente cayó, aplastando todas sus expectativas y convirtiéndolas en barro.

—Ya hemos adivinado lo que dijiste. Especialmente en vísperas de nuestra partida de la capital, cuando las personas que habíamos ordenado mantener bajo vigilancia desaparecieron simultáneamente de sus hogares y reaparecieron donde habían estado una hora después. Fue como si se hubieran desvanecido en el aire. Fue entonces cuando supimos que su existencia podría tener realmente un componente mágico contra el cual la mera fuerza mortal no puede luchar. Y con este poder, si ustedes realmente hubieran querido dañar a Xia, no habríamos podido evitarlo. Pero todos ustedes no habían hecho nada, solo se habían esforzado constantemente a lo largo de sus vidas. Entonces supimos que el poder que nos impedía conocer la verdad también los limitaba, dejándolos incapaces de realizar hazañas que superaran la fuerza mortal ordinaria; en el peor de los casos, usarían un poco de incienso. En ese momento, no deseamos investigar más y ya no deseamos pensar en ello. El rostro del emperador Jingren estaba lleno de cansancio. Parecía muy, muy cansado.