¹³ Malentendidos.

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✦  -Pov Nick- ✦

Paseando por las calles de París con el grupo de amigos, Charlie a mi lado, no podía evitar sentirme increíblemente feliz.

Estábamos mirando las tiendas de recuerdos, y aunque Charlie parecía reacio a aceptar cualquier cosa que le ofrecía, sus gestos avergonzados me parecían adorables.

No pude evitar darle besos a cada rato, solo para ver cómo se ruborizaba.

En eso, noté cómo Tao e Imogen estaban cada vez más cerca. Las miradas que se lanzaban no eran solo de amigos. Le susurré a Charlie al oído:

—Oye, ¿te has dado cuenta de lo cerca que están Tao e Imogen? Esas miradas no son de amigos —le dije, con una sonrisa cómplice.

Charlie sonrió de manera pícara.

—Ya lo sabía —respondió tranquilamente.

Me quedé en shock.

—¿Por qué no me dijiste? —le pregunté, fingiendo estar ofendido.

Charlie soltó una risa suave.

—Ay, no seas chismoso, Nick —me dijo, y ambos comenzamos a reír.

Luego, Charlie me hizo un mini resumen de la plática que había tenido con Imogen esa mañana.

—Y bueno, Imogen me contó que Tao se ha estado portando muy lindo últimamente, y que están pensando en salir juntos cuando volvamos de París —me explicó Charlie, con una sonrisa divertida.

—¿Y le contaste lo que hicimos hoy en la mañana? —le pregunté, sonriendo traviesamente.

Charlie pareció no entender por un segundo, pero de repente se dio cuenta y se erizó, su rostro se puso completamente rojo.

—¡Ay, Nick! —soltó, visiblemente sonrojado.

No pude evitar reírme de lo tierno que se veía, y volví a besarle.

Estábamos en nuestro propio mundo, melosos y felices, cuando de repente una voz conocida rompió nuestra burbuja.

—¡Nicky! —gritó una voz femenina.

Volteé a ver de quién se trataba, y ahí estaba ella... Britney.

Inmediatamente miré a Charlie, cuya expresión cambió a una mezcla de molestia e incomodidad, igual que la mía.

—Ay, no... —murmuré, sabiendo que esto iba a ser incómodo.

Britney se acercó a nosotros, sonriendo ampliamente.

—¡Hola, chicos! ¿Qué hacen?
preguntó alegremente, aunque su mirada estaba fija en mí.

—Hola, Britney —respondí, intentando mantener la cordialidad—. Solo estábamos mirando algunas tiendas de recuerdos.

Britney miró a Charlie con desdén.

—Ah, ya veo. Charlie, ¿no deberías estar con Ben? —dijo con una sonrisa sarcástica.

Charlie mantuvo la calma, aunque pude notar su incomodidad y molestia.

—No, estoy bien aquí con Nick
respondió, tratando de sonar firme.

—Qué bien. ¿Puedo unirme a ustedes? —preguntó Britney, sin esperar realmente una respuesta.

—Claro, por supuesto —dije, aunque no con mucho entusiasmo.

No, ni en tus sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora