✦ -Pov Charlie- ✦
Nick y yo estábamos en la biblioteca, revisando las instrucciones para el proyecto de la escuela. Habíamos recibido la tarea de investigar sobre X tema y presentarla en un formato creativo.
-Bueno, ¿cómo te gustaría hacer esto? -preguntó Nick, mirando el documento.
-Podríamos hacer una maqueta, o tal vez un video -sugerí, tratando de concentrarme en las opciones y no en la forma en que su cabello se iluminaba bajo la luz de la biblioteca.
Nick asintió. -Me gusta la idea del video. Podemos hacer entrevistas simuladas con personajes X.
-Sí, suena bien. ¿Dónde te gustaría trabajar en esto? -pregunté, tratando de sonar casual.
-¿Qué te parece si lo hacemos en mi casa? Tengo una cámara decente y podríamos usar mi computadora para la edición -propuso Nick con una sonrisa.
Mi corazón dio un vuelco.
-Claro, suena perfecto -respondí, intentando ocultar mi emoción.
Nick me miró fijamente, notando algo en mi expresión.
-Charlie, ¿estás bien? Te noto algo raro.
Negué con la cabeza, aunque por dentro pensaba: "Sí, idiota, resulta que ahora me gustas cuando hace unos meses ni nos hablábamos y yo te caía mal".
Nick frunció el ceño con preocupación.
-Ey, puedo ser un idiota y todo lo que quieras, pero mis amigos pueden contar conmigo siempre.
¿Amigos? Ya me considera su amigo... yo a él también, pero no voy a negar que la palabra "amigos" me dolió como si me clavaran algo en el corazón.
Seguíamos discutiendo los detalles del proyecto cuando de repente apareció Britney, lo que hizo que mi incomodidad aumentara.
-Hola -dijo Britney, con una sonrisa amplia.
La incomodidad me estaba matando. Sé perfectamente las miradas que le tiraba a Nick. Britney se me hacía conocida de algún lado.
-¿Puedo hacer el trabajo con ustedes? Me integré de último momento y ningún equipo quiso hacerlo conmigo -preguntó Britney, mirando a Nick con ojos grandes y brillantes.
Nick se volvió hacia mí con una expresión de duda. -¿Quieres, Charlie?
Me sorprendió que tomara en cuenta mi opinión, pero no debía ilusionarme.
-Sí, claro que sí, sin ningún problema -respondí, intentando sonar neutral.
Britney soltó un chillido de alegría.
-Muchas gracias.
Nick le dio un papel con su dirección y Britney le lanzó una mirada coqueta.
-Gracias, guapo -dijo antes de irse, dejándonos a Nick y a mí solos, tiesos por sus palabras.
Sentí cómo mi sangre hervía de celos, aunque traté de mantener la calma. Nick comenzó a reírse, pero luego me miró con una mezcla de preocupación y diversión.
-¿Por qué te pones rojo?
-preguntó Nick, aún sonriendo.
Mierda. Los celos hablaron por mí. Me reí como un tonto y empecé a decir cosas sin sentido.
-Voy, tengo que irme a casa, chao.
Intenté irme, pero Nick me sostuvo de la cintura y jaló mi uniforme.
