Serendipia [Spencer Reid]

IX

Desafortunadamente para el equipo no habían dado con Amelia pero si con el lugar intacto, parecía haber escapado tan rápido que ni siquiera le importo lo que dejó detrás. 

La evidencia era suficiente para una cadena perpetua, sin embargo, actualmente su paradero era desconocido y las alertas habían sido emitidas, hasta entonces Nicole debería estar bajo custodia, en conjunto con su familia.

Para Spencer eso suponía una preocupación pero no un problema, junto a Jessica se habían dedicado única y exclusivamente a la mejora de Nicole, y de paso ambos aprovecharon para conocerse mutuamente y mejorar la relación que lamentablemente nunca se pudo dar correctamente. 

Ya habian pasado mas de dos semanas desde que ella despertó y hace una semana que el equipo dejó Tennessee para regresar a Virginia, siendo Spencer el único que se quedó para cuidar de su esposa. 

— Bueno ya no se nota tanto ... — dijo la castaña mirando su reflejo en el espejo de mano que Jessica le prestó.

— ¿Estás segura ?

Daria miró a Spencer que tenía una mueca de preocupación en su rostro, a lo que ella suspiró, ella fue quien le había dicho que no deseaba que Killian mirara a su madre en tan deplorables condiciones, que por lo menos había que esperar a que los moretones de su rostro disminuyeran, pero ella parecía más inquieta y desesperada por querer tener a su bebé en sus brazos otra vez. 

— Es que ya no quiero esperar mas — expresó con algo de culpa a lo que Spencer solo le dedico una sonrisa. 

— Si así lo deseas, le dire a Jessica que lo pase — Nicolle lo miro levantarse e ir a la sala de espera donde estaba su familia esperando.

Rápidamente se enderezó y se puso lo más presentable posible, no quería que su hijo la mirará con lastima, ella era una mujer fuerte y capaz y esa imagen debía de mantener, sin importar cuna lastimada y rota estaba, su hijo no tenía porque verlo, el solo merecía lo mejor. 

— ¡Mama! 

Giró su cabeza tan rápido que sintió que de no ser por el collarín estaba segura de que su cuello la habria pasado mal, pero hubiera valido la pena, si la sonrisa de su hijo era la  recompensa. 

 Lo escucho decir mil cosas a la vez, mientras lloraba y balbuceaba, no entendía casi nada de lo que decía, pero lo recibió con brazos abiertos, tratando de calmar su agitado corazón. 

— Ya, ya todo estará bien.

Y la tarde se fue así entre cálidos momentos con un sabor agridulce, que solo servían para crecer. 

Llegada la noche, Spencer había tomado el turno de la noche para cuidar de Nicole, pero antes debía de discutir algo que no sabia como se lo tomaria, asi que estaba algo tenso, cosa que Daría percibió pero no dijo nada, no quería incomodarlo, aun asi sentia que no podía dejar las cosas asi como asi. 

— Spencer ... — llamó pero él no parecía prestar mucha atención a su alrededor mientras adapta el sillón donde solía dormir — Spencer — llamó con más fuerza logrando captar su atención — ¿Estas bien? Te noto distraído. 

— Es solo, que bueno — el tanteo el terreno y finalmente se decidió y tomó su maletín para sacar un folder y se acercó a ella sentándose en la cama mirando a todos lados menos a ella — Desde que sucedió todo esto no he dejado de preguntarme si tan solo las cosas se hubieran dado de manera diferente... Y bueno no queria precipitarme pero, como Amelia es una amenaza latente hasta que no la encuentren, bueno yo ...

— ¿Tu que Spencer? 

— No quiero dejarte sola, mucho menos en un lugar donde no seria capaz de protegerte así que me tome el atrevimiento de pedir un par de favores a Morgan y Penélope, y bueno — el le extendió la carpeta y cuando la tomo encontró documentos y mas contratos, que tuvieron sentido hasta que miro la foto del final. 

— Es una de las casa que Morgan aun no empieza a arreglar, dice poder vendérmela a un buen precio, y como aun no esta en optimas condiciones podríamos adaptarla a nuestro gusto tanto como queramos y bueno... 

— ¿ Estarías dispuesto a  comprar una casa, para que vivamos todos juntos, solo para asegurar nuestro bienestar ? — pregunto atónita sin despegar la mirada de la carpeta.

— No quiero estar separado de ustedes, ya no quiero volver a mi departamento donde solo me esperan los libros y un montón de papeles — hablo firme mirándola, lo que la incitó a mirarlo también —  Estaría encantado de comprar esa casa para nosotros, Tennessee se que es un lugar con significado para ti, pero nada nos garantiza tu seguridad ni la de Killian, Amelia sigue por allí suelta y puede regresar. Me encantaria que vinieran conmigo a Virginia, quisiera poder formar una familia allí nosotros cuatro. 

— ¿Cuatro? — pregunto esperanzada ¿Acaso el...? 

— Si, Tu, Killian, Jessica y yo, nosotros como una familia.

Sus ojos se humedecieron de la emoción, eso era demasiado para ella ¿Como alguien podía decirle cosas tan lindas y esperar que no se lo comiera a besos. 

— Aun tenemos tiempo, en un par de semanas es posible que te den el alta, y luego tenemos que ...

— Acepto...

— Así que aun tend.. ¿Que?

— Que aceptó... — habló con una sonrisa en el rostro y un par de lágrimas desliándose por su mentón, a lo que Spencer se acercó y las limpio con cuidado — Aun deberíamos hablar con Killian y Jessica, pero no creo que les disguste la idea, sobre todo a Killian, el estar feliz de convivir con su padre. 

Pasaron gran parte de la noche y la madrugada, hablando de las posibles remodelaciones, planificando tiempos y llenando sus corazones y mentes de ilusiones, donde ambos formaban un camino juntos.