She's crazy but She's mine

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Despertaste con tu natural cansancio, te diste la vuelta para poder aferrarte a tu novio como si este fuera un osito de peluche, aunque él no estaba.

Suspiraste con fastidio al no encontrarlo junto a ti en la cama, te sentaste con pesar y esperaste un momento para que el sueño se te vaya por completo. Luego, te levantaste con pesar, dirigiéndote al armario para agarrar tu bata, saliendo de la habitación.

¿Mon cher?— Preguntaste, soltando otro bostezo mientras empezabas la búsqueda de Veneer.

A veces tenía la manía de despertarse temprano e ir a la cocina, o a visitar a su mono mascota que te odia -desde que se subió a tu rostro y jaló tus cabellos, el odio es mutuo-.

—Veneer, amor... aparece ya o dormirás en el suelo junto a la suciedad.— Enfatizaste la "a" de suciedad. La amenaza hacía tu novio con rechazo a lo sucio es vacía; sin embargo, él no tiene que saber eso.

La búsqueda sigue, tratando de encontrar a tu amado desaparecido por la gracia del espíritu Santo. Bufaste al no saber donde diablos podría estar ese idiota de cabellos verdes que amas tanto.

—Cariño, te juro que si no apareces cuando cuente a diez, dormirás en el patio con ese mono apestoso tuyo. No me gustaría que duermas allí, la cama se siente vacía sin ti; pero no duraré en hacerlo si eso hace que reafirme mi autoridad como la que lleva los pantalones en esta relación.

Soltaste un suspiro y masajeaste tu frente, a veces Veneer puede proponerse ser un dolor en el culo cuando quería; pero, en otras ocasiones, es el hombre más detallista y romántico que pudo haber pisado este planeta y lo amas tanto. 

—¡Veneer aparece de una-

Finalmente escuchaste algo que proviene de él, bueno, su chillido en realidad; pero cuenta.

Volteaste y seguiste su voz, trotaste un poco hasta encontrarlo en el ático de la mansión. Entrecerraste los ojos al verlo ahí con su bata, el cabello verde suelto y sin el gel, poseyendo dos ramitas en cada mano y golpeándolas con un ritmo constante; aunque Veneer se veía alerta, como si tratará de asustar o algo así.

Suspiraste ¿Ahora qué había visto en internet y se lo creyó? Por Dios, no ibas a soportar otra etapa como lo fue de las supuestas sirenas reales.

—Veneer, amor, mon cher ¿Puedo saber que diables estás haciendo?— Subiste al ático y te acercaste a él posando las manos en tus caderas, con el ceño y labios fruncidos.

Él volteó a verte con sorpresa, Veneer posee un hermoso rostro incluso con las leves ojeras y el toque de desesperación en su mirada; además, el viento del frío corriendo provoca que su cabello verde se mueva ligeramente al compás del aire. Otro plus que la belleza de Mount Rageous posee, es el labio inferior regordete que resalta más cada que frunce los labios, como ahora.

Veneer, además de tener la sorpresa y ligera desesperación, sus ojos se ponen como los de una cachorrito cuando sabe que será regañado. Es tierno, pero no dejas que eso te domine para las preguntas que tienes.

—Am... estoy... ¿Matando moscas?— Para probar su falso punto, empezó a chocar las ramitas contra el aire y fingiendo que hacía aquello.

Rodaste lo ojos y te acercaste a él, agarrando su muñeca lo detuviste y jalaste contra ti, haciendo que se detuviera.

—Veneer, por favor, eres insectofóbico ¿Enserio crees que me voy a tragar eso?— Él bajó los hombros al darse cuenta de la tontería que dijo, suspiró y negó.

Te acercaste a él y acunaste su mejilla en tu mano, tratando de que se calmé y hablé del porqué estaba haciendo semejando tontería.

Él suspiró y miro a otro lado con nervios, mordió su labio inferior para luego hablar. —Sonará algo tonto... porque probablemente es tonto. Pero... bueno, el trollesito me dijo que había fantasmas en el ático así que vine a por eso.

Mary on a Cross || Veneer x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora