Mary on a Cross || Veneer x Lectora

The world we knew

El suave tintineo del cristal perturbaba tus oídos, miraste hacía tu frente donde estaba la culpable de aquel horrible sonido.

Velvet pasaba sus largas uñas pintadas sobre el fino cristal de vaso donde su café negro descansaba, las uñas de color rojo raspando el material que provocaba un horrible sonido para tus oídos, te hacía temblar. Y ella lo sabía.

No sabes cuanto más vas a soportar a tu cuñada, sentías que se te podría reventar una vena de tu frente si esto seguía así.

Realmente, no sabías cuanto más aguantarías.

Un carraspeó interrumpió tus pensamientos, suspiraste al saber quien era la culpable y volteaste a ver a la susodicha, obviamente, allí seguía Velvet con sus labios fruncidos y sus puños sobre sus caderas. Suspiraste, poniendo una sonrisa falsa.

—¿Se te ofrece algo, querida cuñada?— Aquella palabra ponía de los nervios a Velvet, así que nunca perderías la oportunidad de usarla.

Ella gruñó, para agarrar una cucharita y ponerle crema a su café.

—Nada excepcional, sólo una duda— agarró su café y tomó un largo sorbo de este. —¿Cuándo estarás satisfecha de jugar con mi hermano?

Frunciste el ceño ¿Qué estaba insinuando?

Velvet bufó, como si fuera obvio -¿No estoy siendo clara? Ah, creí que lo era. Bueno, me refiero a si ya te cansaste de ver a mi hermano ser tu marioneta en tu retorcido juego de manipulación.

Nuevamente con eso, te levantaste enojada y golpeaste tu puño contra la mesa.

—¡Basta! Velvet, estoy cansada de que me acuses de eso ¡Amo a tu hermano!

—Sería más obvio si no lo hubieses manipulado para que sea una estrella junto a ti.

Rodaste los ojos, la insistencia de Velvet hacía ese tema te cansaba totalmente ¿Por qué no entendía que realmente amas a Veneer con toda tu alma? Simplemente no había sentido. Así que, como la novia defensiva que eres, ibas a gritarle algunas cosas a tu cuñada, hasta que tu hermoso novio apareció recién levantado.

Él bostezó, sus lindos mechones verdes cayendo por su suave rostro mientras se acomodaba la bata rosa niu. Sobó sus adorables ojos azules, estando aún somnoliento; sin pensarlo mucho se acercó a ti por instinto y te rodeó con sus brazos, apoyó su mentón sobre su hombro e hizo un tierno puchero.

Velvet rodó los ojos, a veces Veneer era demasiado pegajoso, como un lindo cachorrito en busca de afecto y hambriento de tacto. Pero así es su hermano, pegajoso con sus seres queridos, especialmente contigo.

A ella le daba algo de rechazo eso, no le gustaba la forma en que su hermano se ponía totalmente sumiso contigo; pero no puede hacer nada al respecto. Así es su vida, aunque no le guste, tiene que aceptarlo.

Vio como empezaste a acariciar su mentón y mejillas, y este reaccionaba como si fuera un cachorrito, sonriendo como idiota y si tuviera cola también la movería. Ella sólo rodó los ojos y se levantó.

—Como sea, mañana es su "gran" presentación ¿No?— Veneer reaccionó, aunque no alejándose de tu toque, asintió a las palabras de su hermana, mirándola ahora. —Bien, me quedaré aquí hasta mañana entonces.

Veneer se emocionó; pero tú te tensaste un poco. Tener a Velvet sería sólo como una espinilla en la nariz, fácil de poder tapar aunque molesto; pero ahora, tener que soportarla hasta mañana en la noche, corriendo el riesgo de que descubra al troll y su secreto se derrumbe.

Si Velvet descubre a Floyd, esta no tendrá otra conclusión que echarte la culpa y sacar a su hermano de allí, probablemente inculpándote y hacerte ver como la mala de todo esto. Aunque Veneer tiene realmente la mayor culpa de que esto suceda, en primer lugar.