Mary on a Cross || Veneer x Lectora

Dangerously

—¡Podemos añadir este paso!— Exclamó con emoción tu novio, enseñándote lo que podrían hacer para la coreografía.

Veneer te comentó que de niño inventaba bailes con su hermana gemela, Velvet, así que para que desarrollará y potenciará esa habilidad, dejaste que él armará las coreografías para todas las presentaciones, mientras que para los videoclips tenía el asesoramiento de un coreógrafo profesional.

Igualmente, Veneer siempre fue excelente inventando bailes, varias coreografías de sus presentaciones son virales y convertidas en trends por lo dinámicas que son. Así que, con mucho gusto dejas que él se encargue de ese aspecto visual con respecto al baile.

Asentiste con una sonrisa al ver el paso añadido para la gran presentación que tendrían en el RageDome, Veneer sonrió como un niño en Navidad a pesar de que casi siempre aceptabas todos los pasos que él proponía. 

Mientras se distrajo repasando toda la coreografía que tenían planeada hasta ese momento, lo viste desde tu lugar parada, sus brazos rodeándote a ti misma con una pequeña sonrisa y mirada cansada al verlo. Tu novio es increíble, incluso con los años seguías suspirando como el primer día en que viste a ese niño con corte de cabello hongo y llorón detrás de los toboganes.

No podías imaginar lo que sería estar lejos de él, tu corazón latía a mil por hora cuando tu mirada cruza con la suya y esos hermosos ojos azules hacían efecto en ti poniéndote nerviosa, aunque lo ocultad a la perfección. No importaba el tiempo que pase, los meses transcurridos, tu mente y cuerpo siguen reaccionando de la misma forma que la primera vez, seguías suspirando por el hombre que es tuyo.

Ah, como amas a Veneer, tu Veneer, tu mon cher.

Suspiraste, él seguía repasando el baile mientras pulía algunos pasos y terminaba con la primera parte de la canción. Sin pensarlo mucho te acercaste lentamente, tu cuerpo guiándote hacía él sin pensar mucho. Al llegar, lo rodeaste con tus brazos por detrás, posaste tu mejilla sobre su espalda, nuevamente suspiraste, esta vez sonriendo.

Veneer se congeló por el contacto imprevisto, mas no vaciló, relajó su postura y posó su mano sobre la suya, dando una pequeña sonrisa ante el simple momento entre los dos.

Sin decir nada, cerró los ojos y disfrutó del amado contacto. Ni uno habló; pero no era necesario ¿Por qué lo sería? El simple hecho de disfrutar este momento es suficiente y nada más, no había nada que decir.

El momento se vio interrumpido cuando escucharon un pequeño estruendo afuera, pasos agigantados y rápidos afuera de su salón de ensayo para los bailes.

Frunciste el ceño, abriste los ojos y volteaste hacía la puerta. No podía ser Crispina, ella ni siquiera tenía pies para ello, por lo que no quedaba otra opción mas que había una visita, una visita inesperada. Bufaste, porque el trapo naranja no hizo su trabajo en avisarles sobre una visita.

Veneer también volteó hacía la puerta, con una ceja alzada y sus lindos labios fruncidos, también entendiendo que su asistente no hizo bien su trabajo.

—¡Deja de hablarme y cállate! Arruinas mi aura.— Una voz muy destacable inundó los pasillos, no cabía duda quien era la visita inesperada.

Tu cuñada Velvet.

Suspiraste en fastidio, no le agradabas a ella por más que intentarás de todo, no sabías el porque de su aparente resentimiento cuando al inicio parecía que las cosas entre ustedes dos irían en buen camino.

Pero no, no fue así.

De repente, la puerta fue abierta de un porrazo. Del umbral, apareció la inolvidable Velvet, hermana gemela mayor de Veneer, vistiendo sus ropas de diseñador con colores dorados y morados, pavoneándose en su caminar cual pavo con sus plumas.