Una noche, después de un concierto en, Beny decidió salir a dar un paseo para despejar su mente. Caminando por las tranquilas calles, se encontró con una pequeña cafetería aún abierta. Entró y se sentó en una esquina, disfrutando de la tranquilidad...
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Narra Ana
Ya había pasado una semana desde que vi a Beny en la cafetería que trabaja. Nose porque pero siempre que volvía a trabajar, esperaba volver a encontrármelo. No entendía el por que, sabía que había sido una gran casualidad encontrármelo ese día. Pero bueno, la esperanza nunca se pierde no?
Hoy era jueves, mi turno de trabajo empezaba por la tarde a las 3. Tenia el tiempo justo para salir de la universidad, comer algo rápido y dirigirme hacia la cafetería.
Muchos pensaréis que mis notas no tiene que ser muy buenas, ya que casi ni tiempo para estudiar tengo, pero sorprendentemente, que no me lo creo ni yo, mi nota media es de un 8. No está nada mal para el poco tiempo que puedo estudiar.
Llegue a mi casa, deje los libros de la universidad y me fui hacia la cocina, donde estaba una ensalada cesar que me hice la noche anterior.
La comí rápidamente, limpié el bol donde estaba la ensalada, y me dirigí hacia la puerta de mi casa para coger las llaves del coche y irme hacia mi querida cafetería.
En cuanto llegue vi que la cafetería estaba llena de gente, así que me dirigí rápidamente a cambiarme de ropa y ponerme a atender a las mesas.
Debido a toda la gente que había en la cafetería, el tiempo se pasó volando y ya era la hora de irme, quería irme lo antes posible ya que cuando llegue a mi casa quería ponerme a estudiar, ya que en unos días tenía un examen muy importante.
—Chicos, me voy ya –les dije a mis compañeros. —Que tengo un examen que me espera y hay que aprobarlo.
—Lo bueno es que si algún día nos pasa algo, tendremos a nuestra enfermera favorita –le dijo Nerea a Mario.
—Nos sacará de pobre, eso lose yo –dijo riéndose y yo les sonreí.
—Cuando se enfermera, os invitaré a mi casa con piscina –dije y les guiñe un ojo antes de irme. —Adiós chicos –dije y les lancé besos para irme.
Estaba apunto de entrar a mi coche hasta que escuche alguien llamándome desde lo lejos.
Y yo soy una persona que se asusta por todo, así que intente no hacerle caso. Pero justo antes de entrar en mi coche, me tocaron el hombro.
—Perdona –dijo la persona que estaba atrás mia tocándome el hombro.
Me giré y vi a una persona vestida entera de negro, con una capucha puesta y una máscara tapándole la boca.
—No quería asustarte –me dijo mientras se quitaba la máscara y vi que era otra vez el cantante que me tenia pensando en nuestro pequeño encuentro desde hace más de una semana.
—Dios mío –dije aliviada cuando vi quien era mientras me ponía la mano en el corazón. —Casi se me sale el corazón por la boca –le dije y el hizo una pequeña sonrisa. —Se te olvidó algo el otro día en el bar –le pregunta ya que no entendía el porqué me estaba parando.
